- Gran clamor a favor de la cruz de San Jordi en el escudo del Barça
- Forum Libertas, 2007-12-19
La quitan en camisetas del equipo en países islamistas, pero en Cataluña la defienden los musulmanes y las izquierdas
¡Que nadie toque la cruz del escudo del Barça! Es un clamor general en Cataluña ante la decisión de algunos países islamistas de quitar la cruz de Sant Jordi del escudo del FC Barcelona: Evoca a los templarios y las cruzadas, dicen.
Sin embargo, desde Cataluña, musulmanes y cristianos, partidos de todos los colores políticos, y personalidades de diferentes ámbitos profesionales, coinciden en que “el deporte une, no divide” y se manifiestan en contra del integrismo religioso en el fútbol.
Países como Arabia Saudí o Argelia han decidido transformar uno de los emblemas que incluye el escudo del Barça desde hace más de cien años; para no ‘herir sensibilidades’, dicen. Así, la cruz de Sant Jordi ha pasado a convertirse en una banda vertical de color rojo en las camisetas que se venden en su territorio.
“Aquí no se toleran las cruces, ni del Barça ni ninguna otra”, explica un español residente temporalmente en RIAD que responde al nombre de Carlos, tal como informó el diario
“Las cruzadas, muy lejos”
Los primeros en manifestarse en contra de ‘mutilar’ el escudo del Barça en las camisetas han sido muchos miembros de la propia comunidad islámica en Cataluña, como Mohamed Iqbal, portavoz del Centro Cultural Islámico Camino de
“El que haya cruz o no no importa. Es deporte, y el deporte une. En el Barcelona ahora juegan también musulmanes y es un elemento más de integración”, dice Iqbal.
Para este portavoz musulmán, la polémica creada en torno a la cruz del escudo en las camisetas del FC Barcelona, asociándola a una evocación a las cruzadas o los templarios “es absurda”.
“La edad media y las cruzadas quedan ya muy lejos. Lo que tenemos que hacer es trabajar por la libertad y para vivir todos en paz. Todos tenemos que convivir en paz y respetar los símbolos cristianos, como ocurre en la mayoría de los sitios. Pero en este caso, el deporte además une, no divide”, concluye.
“La fe la llevamos por dentro”
Al mismo tiempo, Abdelsalam Benajiba, portavoz de la mezquita del barrio de Llefià de Badalona, afirma sin titubeos que “la fe está dentro de cada uno de nosotros”.
“Hay muchos críos en Barcelona y en Marruecos que son seguidores del Barcelona. La fe la llevamos por dentro, y esto me parece cierta falta de respeto al Fútbol Club Barcelona. Una cruz no me va a hacer daño a mí ni a mi religión”, sentencia.
Otros miembros de la comunidad islámica manifiestan también su contrariedad por la polémica creada en Arabia Saudí o Argelia. Abdelkader Elbohali, miembro activo en pro de los derechos de los inmigrantes afirma que “no tiene sentido. Es mezclar las cosas”.
Incluso Taoufik Cheddadi, ex imán de Santa Coloma de Gramanet, detenido dos veces por presunta colaboración con grupos integristas y puesto en libertad sin cargos, cree que “es más un acto político que otra cosa”.
“Todas las religiones pueden y deben vivir en paz. El islam reconoce la religión cristiana, así como muchas otras [...] Hay mucha gente que el del Barça en Tánger y nunca ha visto en esto un problema”, añade.
Todo el arco político: “Muestra de intolerancia”
Desde el mundo de la política catalana también se han alzado voces en contra de lo que, como califica Joan Ridao, portavoz parlamentario de ERC, es “una muestra de intolerancia”.
“No todo el islam actúa del mismo modo, porque el propio Barça tiene entrada en algunos países del Magreb sin problemas de este tipo. Lo más chocante es que no hablamos ni de un partido político ni de una confesión religiosa, sino de un club deportivo”, insiste Ridao.
También el republicano Joan Manel Tresserras, consejero de Cultura y doctor en Comunicación, considera que “deberíamos democratizar la mirada para interpretar los signos con pluralismo, como algo que no es ofensivo”.
Jaume Bosch, portavoz parlamentario de ICV cree que “hay motivos históricos que justifican que en los países árabes haya desconfianza hacia la cruz de Sant Jordi, pero nunca estas cuestiones se deberían mezclar con el deporte”
Desde el PSC, Josep Monràs, delegado de Deportes de este partido, opina que “al tratarse del escudo de una entidad deportiva, sólo pueden modificar sus símbolos los socios. Todo lo demás sería una injerencia”.
El secretario general de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, asegura que “formamos parte de una cultura con unos valores que son de respeto y convivencia, y si viene gente de fuera tiene que respetar nuestros valores igual que las personas de aquí que van fuera tienen que hacerlo con los valores de su nuevo lugar”.
“Yo respeto las camisetas con una media luna. La cruz es un valor occidental, que está en la bandera de Barcelona, en el escudo del Barça y que proviene de una leyenda asumida en nuestro país”.
Y Daniel Sirera, presidente del PP de Cataluña, dice que la decisión de estos países “es un despropósito. Exigimos respeto a la cruz de Sant Jordi, igual que nosotros respetamos los símbolos de otras religiones”.
La sociedad civil, contra el integrismo en el fútbol
Desde la sociedad civil también se han manifestado algunos profesionales de diferentes ámbitos profesionales, como Lluís Bassat, publicista y ex candidato a la presidencia del Barça: “Estoy a favor de la comprensión y en contra de los extremismos. Nunca he considerado que una cruz o una media luna fueran enemigos de nadie; son sólo símbolos de creencias religiosas respetables”, asegura.
Jaume Sobrequés, historiador político, dice que “esto pone de relieve el integrismo de algunas mentalidades religiosas, incompatible con la modernidad, la tolerancia, el progreso y el ecumenismo.
Xavier Bosch, director del diario AVUI, afirma que “sin la cruz de Sant Jordi, ya no es el escudo del Barça. Cuando en 1906 se aprobó el escudo de la olla de grills no se hizo con ánimo de ofender a nadie. Cambiarlo en países musulmanes es una estupidez. Sólo el franquismo nos hizo españolizar el nombre y quitó dos barras. Barcelona está llena de musulmanes que se han hecho del Barça y no les preocupa un ápice el diseño de nuestra marca”.
Pilar Rahola, periodista, dice que se trata de “un síntoma más de fanatismo, intolerancia e incapacidad de tener una mirada plural y abierta del mundo. Por parte del Barça, sería una cobardía censurarse ante el fanatismo y supeditar los símbolos propios a los intereses económicos”.
Por último, el arzobispado de Barcelona también ha mostrado su opinión al respecto y manifiesta “su cautela y prudencia ante la noticia, ya que parece que sólo afecta a los productos de determinados países. Deseamos que se mantenga la cruz en el escudo del Barça. Parecería grave que se quitase, por respeto a la historia y a nuestra identidad”.
Turquía, contra el Inter por la cruz
La polémica que se ha suscitado a raíz de que algunos países hayan ‘mutilado’ la cruz del escudo del Barça no es algo totalmente nuevo en el mundo del fútbol. Hace tan sólo unas semanas, el Inter de Milán tuvo que soportar las críticas de Turquía por haber incluido en las camisetas de sus jugadores una cruz que abarcaba todo su pecho.
Sobre una camiseta totalmente blanca, el Inter estampó una gran cruz roja en la parte anterior para conmemorar sus cien años de existencia, en un partido de Liga de Campeones contra el Fenerbahçe de Estambul.
La vestimenta del equipo italiano provocó un verdadero alud de réplicas en la prensa turca, e incluso un abogado de ese país decidió presentar una denuncia a
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