2007/12/01

> Iritzia: El DIario Vasco > TAREA PENDIENTE

  • Tarea pendiente
  • El Diario Vasco, 2007-12-01 # Editorial

La conmemoración hoy del Día Mundial del Sida ha de servir de esperanzador recordatorio de los avances conseguidos para frenar la expansión de la epidemia, disminuir sus mortíferas consecuencias y favorecer la comprensión social de una enfermedad que padecen 33,2 millones de personas en todo el planeta. Pero el reconocimiento de los logros alcanzados en la prevención del mal y en las terapias que tantas vidas han ayudado a salvar debe actuar, ante todo, como imprescindible acicate para seguir combatiendo el virus y las fuertes desigualdades que provoca su contagio. Aunque el impacto del sida es global, el compromiso para hacerle frente dista de ser igualmente común y eficaz. La constatación de que dos tercios de la población afectada carece del acceso a los tratamientos demuestra que la epidemia se ha convertido en un nuevo elemento de condena para los países más pobres. La insuficiencia de las terapias en el Tercer Mundo contrasta con los progresos logrados en los países desarrollados. Sin embargo, ese innegable éxito no puede conducir ni a comportarse con descuido en las conductas de riesgo, ni a eludir la propia responsabilidad en la detección precoz del virus. Se calcula que los contagios podrían reducirse en España un 30% si todas las personas infectadas contaran con el diagnóstico de que lo están. Una cifra tan relevante exige intensificar las campañas institucionales, pero también un mayor arropamiento social que evite la discriminación que, aún hoy, se asocian al virus.

> Iritzia: Daniel Zulaika > SIDA 2007: UN BALANCE ESPERANZADOR

  • Sida 2007: un balance esperanzador
  • Gara, 2007-12-01 # Daniel Zulaika · Coordinador del Plan del Sida

Como todos los años, el 1 de diciembre constituye un buen momento para hacer un balance de lo que ha sucedido durante estos doce meses pasados.


La situación de las nuevas infecciones por VIH se mantiene estabilizada. No aumentan, pero tampoco disminuyen respecto a años anteriores. Estimamos que, en 2007, 150 personas se han diagnosticado de infección por VIH en el País Vasco, de las que el 55% se ha infectado por relaciones heterosexuales, el 25% por relaciones homosexuales y el 15% por compartir jeringuillas.


Es en esta área, el de la prevención, donde tenemos que seguir realizando un mayor esfuerzo.


2007 nos ha traído importantes avances en tratamientos. Dos nuevas familias de farmacos antirretrovirales se han puesto a disposición de los profesionales sanitarios, lo que es excepcional en la investigación farmacéutica.


Gracias a ello contamos en el momento actual con 20 medicamentos antirretrovirales diferentes, lo que nos garantiza tratamientos eficaces para muchos años y aseguran el futuro de las personas afectadas.


En febrero, el Gobierno Vasco dio un gran impulso a la cooperación internacional en VIH/sida. Los Departamentos de Vivienda y Asuntos Sociales y de Sanidad firmaron un convenio con ONUSIDA para colaborar con esta institución en los programas que realiza en los paises en desarrollo.


El proyecto incluye tanto acciones preventivas como de asistencia, tratamiento y apoyo, y tiene una triple vertiente: apoyo a las actividades básicas de ONUSIDA sobre VIH en Ruanda (300.000 euros); asesoramiento a los programas de prevención de VIH en usuarios de drogas por vía intravenosa en Europa del Este, y análisis de los hábitos sexuales de las regiones y/o paises que aportan mayor número de inmigrantes al País Vasco (Latinoamerica, Africa subsahariana y Europa del Este) para realizar de manera más eficaz los programas de prevención de la transmisión sexual del VIH en nuestro país.


Con este acuerdo se intenta aunar la experiencia de ambas instituciones para lograr una mayor eficacia en la lucha global contra el VIH/sida.


En resumen, creo que 2007 nos ha traido más noticias buenas que malas y el balance es esperanzador.

> Berria: Josu Imanol Unanue Astoreka > 1 DE DICIEMBRE, DIA INTERNACIONAL CONTRA EL SIDA: LA AUTOCRITICA

  • Viviendo con el VIH/sida
  • 1 de diciembre, Día Internacional Contra el Sida: La autocrítica
  • La mortalidad de esta pandemia va unida en gran mediada a la falta de recursos y a la pobreza Un abrazo a los compañeros y compañeras que vivimos con el VIH/sida de todo el mundo y el recuerdo a los que nos dejaron
  • Gara, 2007-12-01 Josu Imanol Unanue Astoreka

Veintidós años de portador del virus dan para mucho, uno recuerda los amargos momentos del inicio y la desesperación al verse joven y sin futuro es un golpe que cuesta superar, no en vano los dos años de esperanza de vida inicialmente concedidos. Pero los años demuestran que se puede madurar y lograr, día a día, la ilusión y los recursos para hacer futuro -si no los hay, hay que crearlos-, todos somos capaces de ello.


Pero no todos han tenido la suerte mía o las posibilidades de seguir, a ellos mis recuerdos y compromiso.


También es bueno recordar y valorar los sucesos que llevan a pensar que este 1 de diciembre será una fecha más para olvidar. Hablamos mucho de nuestras situaciones personales como propias de todos, y poco de la gran mayoría de las personas viviendo con el VIH/sida olvidadas o relegadas a vivir en condiciones degradantes.


Así, en estos años he podido acudir a muchos lugares donde reclamábamos más medicamentos de uno u otro tipo y nos poníamos a la altura de los profesionales. Llegábamos a pasearnos con becas de multinacionales, carpetas multicolores o en aviones, ante el asombro de quienes incluso tenían dificultades para participar en estos interminables y fastuosos foros sobre el SIDA. Son muchas jornadas sin concretar compromisos viables y sin criticar gastos y derroches, o el silencio obligado de más del 95% de afectados-infectados, que podrían dar una versión mas real de la magnitud de la pandemia y su verdadero rostro.


Pero también en esta lucha y a pesar de que los privilegiados por nuestra situación hemos empleado todo tipo de información, seguimos con nuestros prejuicios al clasificarnos y a la vez pedimos respeto, cuando entre nosotros aún hay quien se burla de la diferencia. He acudido a encuentros o conferencias donde los homosexuales -y los afectos de cualquier tipo-, eran motivo de comentarios. Hablo de realidades que dicen bien poco a nuestro favor, pero siempre subsanables si existe voluntad.


Realidades como la de cierta fundación apoyada por famosos, políticos, empresas multinacionales de todo tipo, etc. Y de su presidente que acudía a eventos en un coche que costaba millones, decía que él representaba a las personas que vivíamos con el VIH/sida, pero dejaba claro que él no lo era. También celebrará el día como el que más.


Burla tras burla en un recorrido donde las comparaciones son odiosas, pero reales. Y para aprender hay historias que nos son propias: los sidatorios como los de Cuba; la expulsión de criaturas de escuelas por el mero hecho de la sospecha; los experimentos en países menos desarrollados; o la situación en las cárceles. Todas son parte de nuestro recorrido común, y a recordar para superarlas. Pese a ello -y ajenos- muchos nos empeñaremos en hablar de nuestro sida, de nuestro casi cronificado sida.


Cuando repaso los años de lucha y el vertiginoso e irracional gesto del 1º de diciembre por parte de muchos, reclamo la cordura y la consecuencia para recordar a quienes en todos estos años sólo han sido una excusa cuando nos interesaba, porque si hubiera voluntad real y lucha en ese sentido, lo que aquí nos es propio por derecho lo sería en todo el mundo. Y es que la mortalidad de esta pandemia va unida en gran mediada a la falta de recursos y a la pobreza.


De los balances propios llega la autocrítica y verme superior, incluso con este virus, me produce cierta vergüenza, puesto que sé que tendré opción a elegir fármacos, usar medidas de prevención y a apoyos reales cuando los necesite. Incluso, llegado el momento, podré perderme en debates absurdos. Creo que es mi obligación pedir que nos dejemos de mirar al ombligo y denunciemos lo que no se ha hecho -ni se está haciendo- para otros.


Tenemos que denunciar las políticas injustas e insolidarias de los gobiernos, el mal reparto de los bienes, el uso de carne humana como laboratorio para experimentar fármacos, las ganancias multimillonarias de quienes organizan hasta nuestros encuentros, etc. Hablo de lucha por la justicia, que no se nos debe olvidar viendo documentos, carteles y folletos maravillosamente realizados y expuestos este día. Pensemos que quienes más necesitan serán olvidados un día más. Un abrazo a los compañeros y compañeras que vivimos con el VIH/sida de todo el mundo y el recuerdo a los que nos dejaron.

> Iritzia: Teresa Infante > LA CARA OCULTA DE LA ENFERMEDAD

  • La cara oculta de la enfermedad
  • El País, 2007-12-01 # Teresa Infante · Presidenta de Unicef - Comité País Vasco

Desde el primero de diciembre de 1981 en que se diagnosticó el primer caso, el sida ha matado a más de 25 millones de personas en todo el mundo. A finales de 2006, más de 33 millones vivían con la enfermedad y sólo el pasado año se produjeron más de cuatro millones de nuevas infecciones. Después de 25 años de luchar contra ella, es cierto que la comunidad internacional y los gobiernos, tanto de los países industrializados como de los países en desarrollo, se han comprometido política y presupuestariamente contra la propagación de la enfermedad, y en estos momentos disponemos de programas de prevención e información, y tratamientos eficaces que pueden invertir la tendencia.


Sin embargo, y pese a estos avances, la infancia ha sido y sigue siendo en gran medida la gran ausente de la agenda del sida, es la cara oculta del sida. Se calcula que en la actualidad hay más de dos millones de niños infectados por el VIH y cada día que pasa debemos agregar casi dos mil nuevas infecciones de niños menores de 15 años -la mayoría de ellas, por transmisión de madre a hijo- y de más de 6.000 jóvenes -cada vez, más mujeres- de entre 15 y 21 años.


Pero el sida no afecta sólo a la supervivencia de aquellos niños, niñas y jóvenes infectados por el virus, sino que la enfermedad tiene unas repercusiones en el desarrollo y bienestar de la infancia -y por tanto, de la sociedad en su conjunto- mucho más allá de los propios datos epidemiológicos, ya por sí mismos alarmantes. El sida deja a millones de niños y niñas huérfanos, solos, privándoles del cuidado, el amor y la protección de sus padres; les aleja de sus compañeros de juego, de sus maestros y de su educación, al obligarles a abandonar la escuela para atender a sus familias enfermas o a sus hermanos menores. En muchas ocasiones, deben asumir responsabilidades de adultos, trabajar, lo que les hace vulnerables a la explotación y al abuso. Cambian sus modelos de conducta, sienten vergüenza y miedo, y muchos de ellos, especialmente las niñas, deben hacer frente a la estigmatización y a la discriminación. El sida deja a los adolescentes y jóvenes sin medios, sin oportunidades para ganarse la vida. Les priva, en definitiva, de una esperanza para el futuro.


Decía que la infancia ha sido la cara oculta del sida: todavía sigue siendo difícil encontrar estadísticas y cifras mundiales de niños y niñas afectados por la epidemia. Solamente un 5% de los niños seropositivos tiene acceso al tratamiento pediátrico, que es, además, caro y difícil de administrar a los muy pequeños. Se estima que en el mundo hay 15 millones de niños huérfanos por causa del sida, de los cuales ni siquiera una décima parte reciben algún apoyo público. Cada 15 segundos un joven contrae el VIH y las pruebas de detección del virus sólo están accesibles para un 12% de quienes desean hacérselas.


Para asegurar una próxima generación de niños y niñas libres de sida y que no sufran sus consecuencias, Unicef, trabajando coordinadamente con otras organizaciones y líderes mundiales, ha lanzado la campaña Unidos por la infancia, Unidos contra el sida que propone, de forma urgente, cuatro objetivos prioritarios para 2010 conocidos como las cuatro P: Prevenir la transmisión del virus de madre a hijo, lo que implica el acceso universal a los medicamentos antirretrovirales e intentar prolongar la vida de los padres para impedir que los niños queden huérfanos; proporcionar tratamiento pediátrico con antirretrovirales y cotrimoxazol que, con un coste muy bajo, evita muertes por otras enfermedades oportunistas; prevenir la infección entre los adolescentes y jóvenes, proporcionándoles información sobre salud sexual y reproductiva para evitar situaciones de riesgo, y generalizar el acceso a las pruebas de detección del VIH; y, por último, proteger y ayudar a los niños afectados por el sida, apoyando en primer lugar a sus familias y a las comunidades en que viven, asistiendo a los niños huérfanos, ofreciéndoles apoyo psicosocial y económico, y asegurando su acceso a los servicios básicos de salud y educación.


Es un hecho que el sida no sólo afecta a aquellos que lo padecen, sus tentáculos van mucho más lejos, como he intentado apuntar brevemente. Si los niños, niñas y jóvenes que conviven de alguna manera con la enfermedad tienen hambre, están débiles, se encuentran mal, no pueden asistir a la escuela en condiciones óptimas, sufren traumas, están solos y carecen de oportunidades, es muy difícil que el mundo alcance sus compromisos de desarrollo y paz.

> Elkarrizketa: Udiarraga García-Uribe > "EL SIDA HA DEJADO DE SER MORTAL, PERO SIGUE SIENDO VERGONZANTE"

  • Udiarraga García-Uribe, Presidenta de la nueva Federación de OGG Antisida Euskalsida
  • «El sida ha dejado de ser mortal, pero sigue siendo vergonzante»
  • La portavoz del asociacionismo vasco reclama para Vizcaya y Guipúzcoa un servicio de Ginecología
  • El Correo, 2007-12-01 # Fermín Apezteguía


«Tengo 42 años y me hice activista hace 15, cuando el sida se llevó la vida de una de mis mejores amigas, en las navidades de 1992. Lo tenía todo porque era muy lista, muy guapa, majísima. Todas le teníamos una envidia sana. Empecé colaborando en T4, de la mano de un histórico, Josu Unanue, y luego fundé Itxarobide, como un brazo de esta organización. El trabajo social me atrapó; y en 1997 decidí dejar mi empleo en una inmobiliaria para hacer de todo esto mi profesión».


«El virus de la inmunodeficiencia humana, el VIH, nos ha hecho más humanos y más luchadores a las personas que nos hemos acercado a este mundo, pero no estamos solos frente a él. Para pararlo, necesitamos la ayuda de toda la sociedad». Udiarraga García-Uribe está convencida de que la unión hace la fuerza. Quizás por eso, la fundadora de Itxarobide ha sido elegida para presidir la recién creada Euskalsida, la federación que agrupa a las siete ONG del País Vasco que combaten contra la infección.


-¿Qué quería la última persona que llamó a la puerta de Itxarobide?
-Era un hombre de 48 años, de formación universitaria que todo lo que sabía sobre el sida era lo que había visto sobre África en los documentales de la televisión. Venía muy empapado, pero sobre todo venía pidiendo socorro. Quería respuestas a un montón de preguntas y las quería ya.


-¿Qué buscan en ustedes los pacientes recién diagnosticados?
-Quieren que les expliques el mejor tratamiento. Y también buscan, y esto es lo que más me impresiona, el anonimato más grande que he conocido en 15 años de activismo.


-¿Por el miedo al rechazo?

-¡Claro, claro! Quieren que lo sepa su médico, como mucho su pareja y se acabó. 'Que trabajo en una oficina desde hace 20 años, tengo un puesto de prestigio y si se sabe algo, no me mata el sida, sino mi corazón'. No quieren saber nada.


-¿Qué les dan que no encuentren en su familia, por ejemplo?
-Algo que sólo pueden encontrar aquí, en las ONG. Les ponemos en contacto con personas que, como ellos, viven con el VIH y eso les alivia terriblemente. ¿Le cuento una anécdota rápida?


-¡Por favor!
-Hace un año vino una mujer de más de 61 años a la que había infectado su marido. Llevaba año y medio tragándose sola toda su angustia y gastándose en psicólogos el dinero que no tenía, a 70 euros la sesión. Por fin tuvo el valor de llamarnos por teléfono.


-¿Y qué pasó?
-Le pedí que se pasase por la asociación y le preparé una especie de encerrona, con dos mujeres y un hombre seropositivos. De 60 minutos, estuvo 40 de llanto. Al terminar me dijo que, emocionalmente, aquella hora le había valido más que todas las consultas al psicólogo. Eso hacemos las ONG y eso no se puede comprar.


-¿Quienes les piden ayuda?

-Personas de todo tipo y condición. A nuestra asociación los que más llegan son hombres de 40 años. Las mujeres tardan muchísimo en pedir ayuda, siempre tienen otras cosas que hacer. Y cada vez vienen más personas coinfectadas.


-Con dos virus: ¿sida y hepatitis C?
-Sí. El 70% de las persona que llamaron a nuestra puerta en 2006 estaban preocupadas por ambas cuestiones. El sida es muy democrático: aquí viene un ingeniero, un barrendero, un parado, un inmigrante...


-¿Cuánto pesa el estigma para que todo el mundo esté infectado y nadie quiera que lo sepa el de al lado?

-Si hablamos de 100 kilos, el peso del estigma es 93. El gran problema del sida es la discriminación. Ha dejado de ser una enfermedad maldita para convertirse en vergonzante. Ya no es sinónimo de muerte, sino que es una enfermedad para esconder.


-¿Por qué surge Euskalsida?
-Hacía mucho tiempo que trabajábamos en red las siete ONG del País Vasco. Ahora le hemos dado un ámbito jurídico para ahondar en nuestro trabajo social.


-Han comenzado bien: pidieron una consulta de enfermedades sexuales para Álava y se abre el día 11...
-Pues sí, ja, ja... pero nos faltan muchas cosas.


-¿Como qué?
-Como un servicio de ginecología especializado para las personas con VIH de Vizcaya y Guipúzcoa.


-¿Qué mensaje quiere dejar a los lectores que hayan llegado hasta el final de esta entrevista?
-Mientras no dispongamos de una vacuna, la educación es nuestra mejor baza contra el sida.

> Laburrak: Hiesa > DONOSTIA: ACTOS EN RECUERDO DE LAS PERSONAS QUE HAN CISTO TRUNCADA SU VIDA A CAUSA DEL SIDA

  • Actos en recuerdo de las personas que han visto truncada su vida a causa del sida
  • Gara, 2007-12-01

Durante el día se colocarán mesas informativas y se colocarán lazos rojos en los autobuses. En el Bulevar donostiarra se repartirán lazos rojos de la mano de un grupo de batucada, entre las 12.00 y las 13.00. Por la tarde, a las 19.30, habrá una concentración en la Plaza Teresa de Calcuta. Para mañana, Gehitu tiene prevista la proyección del documental «25 años de sida en Euskadi» en Tabacalera de Donostia a las 19.00. A su vez, Harribeltza ha organizado la exposición «Imágenes para la lucha contra el sida» del 3 al 16 de diciembre en el Centro Cultural Antiguo.

> Laburrak: Hiesa > DIA CONTRA EL SIDA: CONCENTRACION HOY EN DONOSTIA

  • Concentración hoy en Donostia
  • El Diario Vasco, 2007-12-01

Los lazos rojos cuelgan desde ayer en instituciones, trenes y autobuses de Gipuzkoa. También se vistió contra el sida el Kursaal, que permanecerá iluminado con el símbolo rojo hasta mañana. El Ayuntamiento de Donostia, en colaboración con las asociaciones Gehitu, Harri Beltza, Acasgi, EHGAM y el Plan de Prevención del sida de Osakidetza, ha organizado un programa de actividades para la fecha. El acto central será hoy a las 20.00 horas en la plaza Teresa de Calcuta, junto a los nuevos Juzgados, donde se concentrarán las asociaciones en un gesto para llamar la atención sobre la enfermedad y sus tabúes. También habrá mesas informativas, por la mañana en el Boulevard, con batucada incluída, y por la tarde, en la citada plaza. El consistorio dedica además la agenda joven 2008 al sida, de la que se repartirán 10.000 ejemplares.

> Iritzia: Rubén Tosoni · Gais Positius > EL SIDA EN LA ACTUALIDAD

  • El Sida en la actualidad
  • EHGAM-DOK, 2007-12-01 # Rubén Tosoni · Presidente de honor de Gais Positius

Hace unos días supe de la existencia de una tribu originaria de El Chaco (Argentina) conocida como los Lenguas, quienes aceptando que no podían escapar de la Muerte, intentaban al menos engañarla. Si alguno de sus componentes moría, todos los que conformaban el grupo se cambiaban de nombre, evitando de esta forma que la Muerte, pese a haber estado tan cerca, pudiese recordarlos.


Una muestra más del ingenio humano preocupado por dar sentido a la vida intentando entender, justificar y/o prepararse para la muerte. Me hizo reflexionar una vez más sobre mi situación. Tengo ya una determinada edad y hace más de 15 años que me diagnosticaron como seropositivo al VIH, por lo que soy un superviviente de larga duración. La enorme cantidad de amigos que perdí, antes y después de saberlo, me llevó a proponerme el no asumir la muerte –por entonces no había medicación- sin plantarle cara. Opté, como otros muchos por la fórmula de darnos a conocer o sea poner rostro a la enfermedad y de manifestarnos públicamente en las circunstancias que así lo requerían. El acceso gradual a distintos medicamentos -los antirretrovirales facilitados de forma gratuita y generalizada, por el servicio de salud de nuestro estado social y de derecho- nos permitió alcanzar cierta dosis de tranquilidad dado que con el diagnostico inicial también solían comunicarte que como mucho dispondrías de un año o dos de vida.


Dejando las circunstancias personales al margen, intentaré acercarme al tema con datos actuales basados en la experiencia clínica y por tanto constatables. España fue desde los primeros casos hasta 1997 el país europeo con mayor incidencia de Sida, debido al uso compartido de jeringuillas. Desde principios de 1990 se ha registrado una disminución en la tasa de diagnósticos de infección por el VIH constatada en las comunidades autónomas que disponen de esta información, dándose la circunstancia de que en el año 2004 esta tasa se situó por debajo de la de varios países de Europa occidental. Pesó la importante disminución en las nuevas infecciones entre los usuarios de drogas por vía parenteral, y aunque la transmisión sexual no sufrió cambios importantes, los heterosexuales han pasado a ser los primeros afectados por las nuevas infecciones por VIH. La tasa de diagnósticos de VIH ha disminuido tanto en la población autóctona como entre los inmigrantes, aunque los rápidos cambios demográficos están logrando que crezca la incidencia de diagnósticos de VIH entre estos últimos.


En hombres homosexuales se han descrito aumentos recientes en la incidencia de infecciones de transmisión sexual tales como la sífilis y la gonococia que debilitan el sistema inmune permitiendo alertar sobre posibles ascensos en la transmisión del VIH. El número de personas que viven con el VIH en España se mantiene entre 100.000 y 150.000 (2,4 a 3,6 por 1.000 habitantes). La mejora en el pronóstico de vida derivada de los tratamientos antirretrovirales es innegable, aunque se producen todavía más de 2.000 casos de Sida (4,8 por 100.000 habitantes) y más de 1.600 muertes anuales (3,8 por 100.000 habitantes). Un tercio de las personas que iniciaron un proceso de Sida en 2004 no habían sido diagnosticadas de VIH hasta su ingreso hospitalario debido a enfermedades oportunistas, impidiéndoles iniciar el tratamiento antirretroviral a tiempo. Para analizar nuestra situación con respecto a otros países europeos se ha procedido a una comparativa con otras áreas geográficas obteniendo un índice de preponderancia de la transmisión. Este se establece analizando la distribución por género, edad y, finalmente, las principales vías de transmisión en cada país. Se ha empleado un diseño descriptivo en base a los datos más recientes sobre VIH/Sida publicados por OMS y ONUSIDA. Así en la región oriental, Estonia posee el índice de prevalencia más elevado en el rango de edad comprendido entre los 15 y los 49 años (10,96) y en la occidental tenemos a España con (6,25). La prevalencia media de VIH/Sida en la misma franja de edad llega al (7,09) en Europa Oriental, resultando casi tres veces superior a la de Europa occidental (2,60). En Georgia el 100% de los casos de SIDA se da entre personas con estas mismas edades. En España el 90% de los casos también se concentra en estas edades. Rumania es el país con mayor porcentaje de casos de niños con Sida y un alto porcentaje de mujeres con la enfermedad. En Bulgaria se da un predominio de la transmisión heterosexual (93%) y en Hungría predomina la homosexual (74%).


La lucha contra el VIH/Sida ha de sustentarse en medidas de prevención implicando de forma activa a los jóvenes –homos y heteros- y a las mujeres, puesto que la mayoría de las transmisiones del VIH se efectúa de forma predominante entre ellos. Y si mantienes o haz mantenido prácticas de riesgo sin usar condones es que solo estás intentando como los Lengua, engañar engañándote mientras que la prueba del VIH puede salvarte la vida.


En el Día Internacional del Sida -1º de diciembre- no se puede hablar del tema, sin al menos mencionar la inexistencia de una vacuna, a pesar de la cantidad de años transcurridos, y de que entre todos, desde una posición de privilegio, estamos permitiendo el genocidio de millones de personas que viven en África, Asia y América Latina, donde muchos países no disponen ni de los medios adecuados, ni de las medicaciones necesarias para combatir la pandemia.

> Comunicado: CESIDA > V+ DIGNIDAD, SOLIDARIDAD Y COMPROMISO

  • VIH+ DIGNIDAD, SOLIDARIDAD Y COMPROMISO
  • Por la Dignidad, Solidaridad y Compromiso a los Derechos Fundamentales de las personas con VIH/sida
  • EHGAM-DOK, 2007-12-01 # CESIDA

Volvemos a conmemorar el Día Mundial del sida, son más de 26 años de historia de una pandemia que afecta a cerca de 40 millones de personas y ha terminado con la vida de más de 25 millones, transformando de manera particular la realidad social y demográfica en los países en vías de desarrollo.


Los avances en los tratamientos son un hito en la sociedad occidental; prueba de ello es una mayor longevidad y calidad de vida y retraso en el desarrollo de la enfermedad donde existe una asistencia y acceso sanitario adecuado. Paradójicamente, la falta de acceso a estos mismos tratamientos aumenta la diferencia existente entre las sociedades del primer y tercer mundo. El sida afecta la esperanza de vida de países del África subsahariana, donde cerca de 20% de la población está infectada. 7 de cada 10 fallecimientos por sida se producen en esta área donde sólo reciben tratamiento una de cada 5 personas que lo necesitan.


Si bien es cierto que ha disminuido la mortalidad gracias a los tratamientos, en nuestro país se calcula que se producen 3.500 nuevas infecciones al año mientras aumenta el número de infecciones de transmisión sexual, un indicador preocupante sobre la práctica de sexo más seguro. Anualmente fallecen unas 1.500 personas con VIH, siendo el fallo hepático la principal causa. Esto es debido a la alta tasa de infección del virus de la hepatitis C en este colectivo y a la peor evolución de las hepatitis.


A la actual situación se suman recientes estudios que muestran con estupor que el rechazo y la discriminación continúan. Si hay un aspecto a destacar de esta enfermedad es el prejuicio y estigma que conlleva, derivando en una discriminación sistemática entre hombres y mujeres, niños y niñas.


Esto origina ocultación, la cual revierte negativamente en el estado de salud de las personas. El prejuicio y el miedo pueden influir de manera determinante en el retraso del diagnóstico y propicia la propagación de la infección. La lección no es nueva, tiene siglos, pero parece que no aprendemos de nuestro pasado. En general, la experiencia de las personas que se han hecho visibles ha sido positiva, fomentando con ello el cambio social requerido digno de mucha valentía.


Lamentablemente, ser portador o portadora del VIH continúa siendo un serio problema para acceder al trabajo, a la libre circulación, a una vivienda digna, e incluso, a recursos públicos, situación que se agrava cuando se trata de personas con mayor vulnerabilidad, bien sea por razón de etnia, procedencia, sexo o forma de vida. La población migrante, homosexual, transexual, la privada de libertad o que ejerce la prostitución; usuarios y usuarias de drogas, personas bajo el umbral de la pobreza todavía viven situaciones de estas características.


Las situaciones de discriminación se agravan aún más en el caso de las mujeres; ser mujer portadora del VIH puede llegar a suscitar auténticas situaciones de estigmatización, exclusión y discriminación específicas.


La contribución económica de las Administraciones Públicas en materia de VIH/sida se ha visto incrementada notablemente en los últimos años, lo cual ha permitido dar continuidad o emprender acciones precisas; sin embargo se hace necesario crear o revisar los mecanismos oportunos para que las políticas en este sentido se dirijan de manera más específica y eficaz a la normalización de la enfermedad ante la sociedad, por un trato sin diferencias de las personas con VIH, contribuyendo de manera determinante al cambio social deseado y necesario en términos de justicia social.


Esta situación nos exige lanzar un mensaje a la sociedad y a sus responsables políticos, en el que reivindicamos:

  1. La Educación para la Salud y Afectivo-sexual como prioridad para la Prevención en el ámbito escolar. La educación es una de las herramientas básicas para el cambio así como una oportunidad para deconstruir prejuicios.
  2. El derecho a una asistencia sanitaria sin diferencias, y que para ello la Ley de Cohesión del Sistema Sanitario sea efectiva, adaptada a las necesidades de cada hombre y mujer, independientemente del lugar donde resida, haciendo hincapié en las especificidades de las mujeres y su derecho a recibir atención especializada en igualdad de condiciones; velando para que la población VIH o coinfectada con el virus de la hepatitis y con necesidad de trasplantes de órganos sólidos puedan acceder a ello como cualquier ciudadano o ciudadana, cumpliéndose los protocolos establecidos; apoyando la reproducción asistida y el derecho a la maternidad y paternidad de las personas con VIH; procurando y articulando los mecanismos necesarios para que la cirugía reparadora en casos de lipodistrofia o lipoatrofia llegue a los afectados y afectadas con equidad.
  3. La igualad de condiciones para las personas con VIH privadas de libertad a la hora de recibir asistencia específica: no gozar del libre movimiento no puede ir en detrimento de la igualdad de acceso al Sistema Sanitario, así como debe respetarse su derecho a recibir las prestaciones por Pensión No Contributiva o las Rentas Mínimas de Inserción si su situación social o de salud así lo requiere.
  4. El acceso al trabajo de las personas con VIH y a una capacitación digna, acorde a sus necesidades e intereses, sin ser estigmatizadas y discriminadas por su condición. Para ello solicitamos cambiar la calificación de la infección por VIH, considerada “infecto contagiosa”, por “infecto transmisible”. El uso que le damos a las palabras y al lenguaje no es banal y la utilización de palabras como “infecto contagiosa” todavía implica la negación del acceso a recursos socio- asistenciales, vulnerando de forma flagrante y reiterada derechos fundamentales.
  5. La revisión y mejora de las políticas dirigidas a la población migrante, colectivo al cual se considera de difícil acceso, en materia de prevención y asistencia de VIH, intentando conocer más sus necesidades y prioridades, haciéndoles partícipes desde un principio de las acciones de las cuales son protagonistas.
  6. El impulso de campañas publicitarias de sensibilización y prevención, contundentes y periódicas como en otros problemas de salud que afectan masivamente a la sociedad, contando con las entidades que trabajamos en este ámbito. Creemos que sería una acción más que importante para tratar de erradicar el rechazo social detectado.
  7. En un día como hoy no olvidamos los lugares menos favorecidos y, por tanto, los más afectados, donde la pandemia hace estragos y el acceso a los servicios sanitarios y a los tratamientos sigue siendo, en algunos casos, una quimera. Apoyamos la labor de las Administraciones Públicas a favor de estos países e instamos a que no caigan en el olvido.
  8. Señalamos la importancia de fomentar el diagnóstico precoz de la infección por VIH, como medio para facilitar el acceso a los tratamientos y herramienta que permita desarrollar estrategias de prevención individuales eficaces. De igual forma, destacamos la importancia de posibilitar el acceso al diagnóstico precoz del virus del papiloma humano, tanto para hombres como para mujeres.
  9. Reclamamos a todos los partidos políticos, responsables de la Administración Pública Estatal, Autonómicas y Locales, que unan sus esfuerzos por encima de las diferencias ideológicas, que contemplen dentro de sus planes de trabajo estrategias concretas para trabajar en pro de la erradicación del estigma y la discriminación, y por el trato adecuado de las personas con VIH/sida, en ámbitos como el sanitario o laboral, donde se refleja más este tipo de actitud.


Terminamos este manifiesto reivindicando el liderazgo del movimiento asociativo en la prevención y en la defensa de los derechos fundamentales de las personas con VIH, como establece ONUSIDA en la campaña de 2007. Las entidades que trabajamos en el ámbito del VIH/sida estamos dispuestas a dar continuidad a nuestra labor por conseguir cambios que favorezcan a las personas con VIH, proclamando más Dignidad, más Solidaridad y más Compromiso.


“Una de las grandes enseñanzas que hemos adquirido de la epidemia de VIH es que no podemos esperar que las personas, aunque conozcan los modos de transmisión del VIH, cambien su comportamiento más íntimo para protegerse a sí mismas y proteger a los demás del VIH; de la misma forma que tampoco podemos esperar que las personas que viven con el VIH sean tratadas con dignidad, compasión o respeto. Ahora sabemos que, más bien a la inversa, lo que debemos hacer es capacitar y apoyar a las personas para que, en el contexto de la epidemia, puedan protegerse a sí mismas y proteger a los demás ya sea de la infección por el virus o del estigma y la discriminación asociados al mismo, y de las graves consecuencias de padecer una enfermedad relacionada con el SIDA”. Dr. Peter Piot, Director Ejecutivo de ONUSIDA, Julio de 2006.