- La UPV formará a profesionales para mejorar la atención a los menores desprotegidos
- El Instituto de Criminología evaluará las políticas institucionales a petición del Gobierno vasco
- El País, 2007-10-16 # June Fernández · Vitoria
El Instituto Vasco de Criminología (IVAC) de la UPV formará a personal, desarrollará líneas de investigación y evaluará las políticas institucionales relacionadas con los menores en situación de desprotección social. La iniciativa parte de la convicción del Gobierno vasco de que "es necesaria la investigación psicosocial y la formación en el ámbito de la protección infantil", según el convenio firmado ayer en Vitoria por el consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, Javier Madrazo, ; la directora de Bienestar Social, Carmen Vicioso; el rector de la UPV, Juan Ignacio Pérez, y el subdirector de IVAC, César San Juan.
La primera actividad que se organizará en el marco del convenio será un curso de formación intensiva, del 19 y el 23 de noviembre, al que podrán acudir todas las personas que tengan contacto con menores: trabajadores sociales, psicólogos, equipos de mediación de juzgados o funcionarios de las instituciones. "Detectábamos la necesidad de formar tras observar situaciones críticas como las que se están dando en los pisos de acogida", explicó César San Juan a este periódico. "Hay poco personal y aguanta una media de seis meses. Eso tiene que ver con la naturaleza del trabajo, que es muy duro, pero también con las condiciones y la falta de formación", añadió.
Alrededor de mil menores se encuentran en Euskadi en una situación de desprotección tras haber perdido a sus padres o no poder recibir una atención adecuada por parte de éstos, señaló el consejero Javier Madrazo.
Los equipos multidisciplinares del IVAC -médicos, juristas y psicólogos- formarán sobre aspectos jurídicos, darán nociones para diagnosticar patologías mentales y claves para entender los contextos de violencia. Los profesionales aprenderán a intervenir con menores que han sufrido maltrato o abuso sexual, extranjeros no acompañados, consumidores de droga y menores conflictivos. "Como muchos alumnos serán trabajadores sociales, el contacto entre ellos será algo bueno en sí mismo, porque intercambiarán experiencias, buenas prácticas y frustraciones", subraya el subdirector.
La intención es que ese curso se convierta en un título propio de la UPV para el curso 2008-2009. "Hay que dar una formación especializada para dominar los derechos de la infancia, pero también las nuevas problemáticas: la relación con los adolescentes, la formación en multiculturalidad, el manejo de habilidades para tratar con menores violentos...".
Otro de los objetivos del acuerdo es potenciar la investigación, sobre todo la aplicada, señala la directora de Bienestar Social: "Queremos acercar el mundo de la investigación y el de los servicios sociales para que ambos se nutran, como ya ocurre en otros ámbitos como el de la investigación clínica". Las líneas que desarrolla actualmente el IVAC son el estudio de la relación entre menores infractores y consumo de drogas, y el perfil psicosocial del menor extranjero no acompañado.
La evaluación de las políticas institucionales es el tercer gran eje del convenio, y fue el que motivó inicialmente los contactos entre el Gobierno y la UPV. "Necesitábamos un instrumento único y objetivo para valorar el grado de la situación de desprotección", relata Vicioso. "Dependiendo de esa valoración, el menor queda a cargo de los ayuntamientos o de las diputaciones, así que es una decisión que afecta a sus derechos fundamentales, y que requiere un protocolo muy riguroso". San Juan aprecia "el gran esfuerzo" que el departamento está haciendo en la defensa de los derechos de los menores desprotegidos, pero recalca que "evaluar las políticas es imprescindible para saber si están cosechando resultados y tomar decisiones políticas".
El presupuesto destinado asciende a 30.000 euros anuales.
Adolescentes violentos e inmigrantes no acompañados
En Euskadi hay 54 centros de menores, y las instituciones han atendido en ellos a 1.100 jóvenes en 2006. La mayoría son adolescentes, entre los que destacan dos perfiles nuevos, detalla Carmen Vicioso: los extranjeros no acompañados -el departamento calcula que el año pasado fueron atendidos unos 380- y los menores con conductas violentas en el hogar. Otro grupo difícil de tratar es el de los consumidores de drogas con enfermedades mentales, "en los que no se sabe qué fue anterior, si las drogas o la patología", y en menor número, las víctimas de malos tratos y de abusos sexuales.
"La falta de formación de los técnicos, unida a que los problemas de los jóvenes son cada vez mayores, conforman una bomba de relojería. El menor es cada vez más violento, carece de un respaldo social, y no ha habido un reciclaje para abordar su trato", opina San Juan. Aún así, el psicólogo recalca que los incidentes con menores han tenido "una repercusión desmedida". "No está habiendo un incremento en la delincuencia juvenil, ni tampoco por parte de menores extranjeros", asegura.
Vicioso comparte ese análisis: "Ahora hay menos marginalidad, pero la sociedad no quiere correr ningún riesgo, así que tolera menos incidentes". Subraya que las instituciones tienen que estar siempre del lado de los menores desprotegidos porque, "a diferencia de colectivos como el de los discapacitados, no tienen un movimiento asociativo fuerte que vele por sus derechos".