- Al grito de «ni una más», unánime denuncia a la violencia machista
- Fueron muchas y muchos, pero podían haber sido más. Las calles de Euskal Herria fueron ayer escenario de múltiples movilizaciones en las que se denunció la violencia contra las mujeres y se pidió que se adopten medidas integrales y eficaces que den respuesta a la desigualdad entre hombres y mujeres que se halla en la raíz del problema. Un día no es suficiente, pero al menos «sirve para aunar fuerzas para exigir a las instituciones y a la sociedad una mayor implicación».
- Gara, 2007-11-25
Todavía hoy son muchas las personas que miran al problema que supone la violencia contra las mujeres de lejos, desde las aceras; pero año tras año, coincidiendo con el Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres, calles y plazas se convierten en lugares donde al grito de «ni una más» se exige que se dé fin a esta lacra. Ayer nuevamente miles de mujeres y hombres salieron a la calle.
En la capital guipuzcoana la manifestación partió pasada las 13.00 desde el Boulevard. Tras una pancarta en la que podía leer: «Indarkeria sexistaren aurka: gure indarra!» alrededor de 300 personas recorrieron las calles donostiarras al grito de «erasoen aurka autodefentsa», «matxismoak hiltzen gaitu» o «quien ama, no mata, ni humilla, ni maltrata». Algunas de las participantes portaban un brazalete morado. Éste es un símbolo que fue aprobado en la reunión de la Coordinación europea de la Marcha Mundial de las Mujeres y que la plataforma de Euskal Herria ha adoptado. En adelante este símbolo será empleado para denunciar la muerte de una mujer a causa de la violencia machista.
Al término de la manifestación subrayaron que cada vez son más las personas, sobre todo mujeres, que salen a la calle a denunciar la violencia contra las mujeres. «Sabemos que un día no es suficiente, que no puede erradicar la violencia sexista, tal y como indica el aumento del número de denuncias y muertes que se da año tras año».
Sin embargo, consideran que éste es al menos un día en el que se aúnan fuerzas «para solicitar a las diferentes instituciones medidas integrales para la eliminación de todas las expresiones de violencia que se ejercen contra las mujeres en Euskal Herria y en todo el mundo».
Se reafirmaron en que para responder a la violencia contra las mujeres es preciso hacer frente sin excepción a los agresores y denunciar la actitud de los que se muestran indulgentes ante este tipo de hechos. «No podemos olvidar que la violencia contra las mujeres encuentra su nido en esas acciones que pretenden disculpar las agresiones», señalaron.
También se dirigieron a las instituciones, a las que reclamaron que «las diferentes medidas que proponen y ofrecen garanticen el derecho de las mujeres a vivir autónomamente».
Exigieron, además, la implicación de todos los agentes y que se incida, sobre todo, en la prevención, ya que «sólo de esa manera podremos transformar la realidad en la que nos hallamos inmersas las niñas, las jóvenes y las mujeres; desde el ámbito educativo se debe trabajar en esa dirección para erradicar la violencia contra las mujeres en todas sus manifestaciones y combatir cualquier tipo de violencia».
No se quisieron olvidar de todas aquellas mujeres que han sido víctimas de la violencia machista a las que ofrecieron un caluroso aplauso.
Ya por la tarde, Donostia acogió la marcha organizada por la Asociación contra la Violencia Doméstica y en Defensa del Menor, Acovidem. La marcha trascurrió por las calles de Donostia bajo el lema «En marcha contra la violencia de género», y contó con una amplía representación institucional. Las representantes de la asociación, Esther Antero y Sonia Franco destacaron que «sólo existe un arma para combatir esta lacra: la denuncia».
A pesar del intenso frío, cerca de un millar de personas acudieron a la manifestación convocada en Iruñea por la Plataforma de Mujeres contra la Violencia Sexista, que comenzó en la Plaza del Castillo y finalizó en el mismo lugar con la representación de una agresión física a cargo de miembros de la Escuela Navarra de Teatro.
Entre gritos de «erasorik ez erantzunik gabe», los manifestantes recorrieron a partir de las 12.00 varias calles céntricas de la capital tras una pancarta con el lema «Aislemos a los agresores. Erasotzaileak kanpora». Durante el recorrido, corearon consignas como «no más violencia contra las mujeres», «gora borroka feminista» y otros dirigidos contra la actitud de los jueces hacia los agresores y hacia las mujeres que deberían estar protegidas.
La Plataforma contra la Violencia Sexista dio lectura a un comunicado en el que recordaron que la violencia contra las mujeres constituye «una de las vulneraciones de los derechos humanos más grave y extendida en nuestra sociedad». «Es una violencia de carácter estructural -dijeron- que tiene como objetivo situar a las mujeres en situación de inferioridad en todos los ámbitos de nuestra vida: familiar, laboral, económico, socio-cultural y político, y que no hace más que promover y perpetuar las relaciones de poder entre mujeres y hombres».
También denunciaron la actitud de las instituciones navarras, «que no han puesto en marcha las medidas necesarias para la erradicación de la violencia sexista a nivel legislativo, educativo, social, económico y preventivo que impliquen un nuevo contrato social, basado en otras relaciones sociales».
Por ello, propusieron poner en marcha «mecanismos de autodefensa», pero aclararon que «acabar con las agresiones que se dan en todos los ámbitos y espacios no puede ser sólo responsabilidad de las mujeres», por lo que pidieron un «rechazo firme» por parte de la sociedad.
«Los agresores no pueden seguir llevando una vida normal en la calle, en el trabajo, en casa... sin consecuencias sociales, como si nada hubiese pasado. Les tenemos que dejar bien claro -añadieron- que nadie acepta su actitud. La sociedad no puede dar cobertura a estas actitudes. No podemos ser cómplices».
Por su parte, Euskal Herriko Bilgune Feminista repartió comunicados en los que proponía la «autodefensa» frente a las agresiones, así como la autooorganización y la autogestión de las propias mujeres.
En Gasteiz, unas 300 personas respondieron al llamamiento realizado por varios colectivos, que se manifestaron por el centro de la ciudad y participaron en un acto celebrado en la plaza del Matxete.
Juicio simbólico
Allí se escenificó un juicio a aquellas personas e instituciones que impulsan y permiten el mantenimiento de los valores patriarcales. Así, fueron quemados de forma simbólica instituciones como la monarquía, con el Rey a la cabeza, el sistema judicial, el Ayuntamiento de Gasteiz, la Diputación de Araba y el Gobierno de Lakua, la Iglesia, el Sindicato de Empresarios de Araba (SEA), además de personas como el alcalde de Baiona, Jean Grenet, y el ex director y ex subdirector de la cárcel de Langraitz, Jesús Moreno y Mariano Merino, respectivamente.
En la capital vizcaina otro millar de personas se manifestó tras una pancarta en la que se podía leer: «25 N, contra la violencia hacia las mujeres; erasorik ez erantzunik gabe».
Además de en las capitales, numerosas localidades acogieron ayer actos contra la violencia machista: En Zaldibia se concentraron 47 personas, en Azpeitia 80, en Algorta 60, en Igorre 40, en Tolosa 70, en Arrasate 150, en Leitza 40, en Etxarri Aranatz 35, en Altsasu 75, en Atarrabia 30, en Durango 150, en Barañain 75 y en Zornotza 70. La víspera se movilizaron en Baiona, Zarautz, Orereta y en Ezkerraldea.