- El éxito del trasplante de hígado a personas con VIH es del 90%
- La hepatitis C es la primera causa de muerte en enfermos de sida
- El País, 2007-05-02 # Emilio de Benito · Madrid
Tener VIH no es un obstáculo para recibir un trasplante de hígado. Ésta es la principal conclusión de un estudio de
El virus de la hepatitis C (VHC) y el de inmunodeficiencia humana (VIH) se transmiten por vías similares. Por eso no es extraño que gran parte de las personas con uno de ellos tenga también el otro. En total, en España -donde no hay registros de infectados y se calcula que más del 20% de los afectados no está diagnosticado- se calcula que entre 50.000 y 60.000 personas tienen la doble infección.
Hasta hace poco, el VIH era la principal amenaza. Sin medicación, actúa más rápidamente que el virus de la hepatitis. Pero con los nuevos tratamientos implantados a partir de 1996, esta relación se ha invertido: las personas controlan mejor la progresión del VIH, lo que da tiempo a que actúe el VHC.
Órganos escasos
Este virus -que se cura en poco más del 50% de los casos y cuya acción se acelera cuando coexiste con el VIH- acaba produciendo cirrosis o cánceres hepáticos. El resultado es que los problemas de hígado son ya la primera causa de defunción entre las personas con VIH. Para evitar este desenlace, en muchos casos no queda más remedio que realizar un trasplante de hígado. Cada año se realizan aproximadamente 1.000 de éstos. Pero los órganos son escasos, por lo que, antes de generalizar esta práctica había que confirmar que iba a ser efectiva. Esto es lo que ha concluido un estudio patrocinado por FIPSE (una fundación que financian siete laboratorios que fabrican medicamentos antivirales) con sociedades médicas, el Grupo de Estudio sobre Sida en España (Gesida) y organismos oficiales: la supervivencia al año, los dos años y los tres años es la misma en personas que reciben un trasplante de hígado tanto si éstas tienen además VIH como si no. En concreto, las cifras son un 90% de supervivencia en primer año, 74% a los dos y 67,5% a los tres.
Con estos números, las asociaciones de personas con VIH esperan que se acaben los problemas que algunos de los afectados han tenido para recibir un trasplante, ante las dudas de los médicos que tienen que decidir si usar un hígado en una persona aquejada por otra infección, cuando había posibles receptores sin ese virus. Además, la investigación se ha convertido en una de las más numerosas del mundo (sólo por detrás de EE UU y Francia), y permite establecer los criterios para futuras intervenciones.
Esto no quiere decir que todas las personas con VIH sean receptores idóneos. En el mundo de los trasplantes, donde se busca la máxima eficacia, no es lo mismo tener una infección controlada que sufrir alguna infección oportunista, que pueda suponer un riesgo añadido de fracaso. Estos aspectos son los que habrá que estudiar en el futuro, a partir de los datos obtenidos y el seguimiento de los casos actuales.