- Una de cada 10 adolescentes que abortan lo hace por segunda vez
- Más de la mitad de las menores que quedan embarazadas detiene la gestación. El total de abortos en España bate sus máximos cada año, con 91.600 intervenciones en 2005
- El País, 2007-09-27 # Carmen Morán · Madrid
Las adolescentes se quedan embarazadas y abortan. Y a pesar de haber pasado por esa desagradable experiencia vuelven a quedarse embarazadas y vuelven a abortar. El 99% de los embarazos entre las adolescentes no son deseados, pero en 2005 más de 9.600 menores de edad se encontraron con esa sorpresa, un 8% más que el año anterior y 5.504 recurrieron al aborto.
Un porcentaje elevado repite el error. Calculado sobre las menores de 15 a 19 años, 1.421 muchachas pasaron en 2005 por las clínicas para interrumpir por segunda vez otro embarazo temprano, el 11% de las que abortaron a esa edad, un porcentaje creciente cada año. Todas ellas son las cifras más altas de que se tiene constancia: 12.883 abortos, un 49% sobre el número de embarazos entre los 15 y los 19 años. Una cifra que se ha duplicado en una década.
Uno de cada siete jóvenes sustituye los preservativos por la ineficaz y peligrosa marcha atrás en sus relaciones sexuales, y los abortos no dejan de aumentar. En una década el porcentaje de abortos entre las menores de edad ha pasado de ser alrededor del 35% a superar el 57%.
Margarita Delgado, experta demógrafa del CSIC, insiste en que falta formación para la gente joven, pero no sólo eso, dice, "es necesario también que se pongan los medios precisos porque de poco servirá que se les conciencie de que hay que protegerse si luego los preservativos son caros o las listas de espera para conseguir una cita en los centros de planificación se alargan más de lo debido".
Planificación
Coincidiendo con el Día Mundial de la Anticoncepción, celebrado ayer, la Sociedad Española de Contracepción advirtió de que siete de cada 10 adolescentes no han pasado por un centro de planificación familiar. En la ciudad de Madrid, para asistir a una cita en un centro de planificación familiar hay que esperar algo más de dos meses. En esta comunidad, la única donde ya se registran por separado los abortos de inmigrantes y españolas, más del 50% de las interrupciones corresponden a extranjeras. Cabe inferir que en el resto de las comunidades, las extranjeras estén también contribuyendo al aumento de los abortos, pero Margarita Delgado quiere ser cautelosa con esta reflexión hasta tener los datos exactos. "Y más cautelosa aún en lo que a adolescentes se refiere, porque la franja de edad mayoritaria de la población inmigrante no suele ser esa, sino algo mayores. Tenemos que esperar a los datos disgregados, que ya se están recabando, pero sí es cierto que, coincidiendo con el aumento del flujo migratorio, también aumentan los abortos".
El porcentaje de abortos sobre los embarazos no ha dejado de subir desde 1990. Los datos de 2005 doblan los de aquel año, pasando de un 8,4% de embarazos interrumpidos al 16,3%, es decir, 91.664 abortos. En estas cifras se tienen en cuenta todas las franjas de edad, desde los 15 a los 49 años, pero se aborta más cuando se es más joven y cuando se es más mayor. El 49,6% de las chicas embarazadas entre 15 y 19 años lo hicieron en 2005, el porcentaje más alto de todas las franjas de edad. Y un 32% de las mujeres embarazadas de 45 a 49 años abortó también ese año, el último del que se tienen datos. Si bien, en esta edad sólo hubo en toda España 382 interrupciones de la gestación en total, mientras que de 15 a 19 años tuvieron que pasar por ello 12.883 jóvenes.
De los 25 a los 39 años se aborta menos respecto a los embarazos que se producen; son edades en las que las mujeres deciden tener hijos. Sin embargo, en el cómputo total, los abortos entre los 20 y los 29 años suponen el mayor porcentaje sobre el total de las interrupciones del embarazo que se producen.
El presidente de la Sociedad Española de Contracepción, Ezequiel Pérez, dijo que el número de embarazos entre las chicas de 10 a 14 años es "anécdótico".
La inexistente educación sexual de los colegios
El aborto no es un método anticonceptivo. La marcha atrás no sirve en las relaciones sexuales. Si no se usa preservativo se corre el riesgo de afrontar un embarazo no deseado y numerosas enfermedades de transmisión sexual. ¿Saben todo esto los jóvenes?Los expertos que se acercan a los institutos a informar a los adolescentes sobre sexualidad se encuentran todavía con antiguas y estrambóticas leyendas que circulan sobre cómo evitar un embarazo. En medio de este desconocimiento al que ahora se incorporan alumnos llegados de países con menos recursos e información, una nueva asignatura obligatoria, Educación para la Ciudadanía, incluye en sus contenidos la educación afectivo sexual. La Iglesia ha puesto el grito en el cielo.La educación sexual en los centros educativos, a la que los expertos atribuyen una relación directa en el aumento o descenso de los embarazos y abortos a edades tempranas, ha sido en los últimos años un conocimiento que había de transmitirse en los colegios, sin ser una asignatura concreta. Nunca ha funcionado a plena satisfacción, pero hubo años mejores. Hace décadas, el colectivo Harimaguada, con raíces en Canarias, implantó pioneros programas de educación sexual en los centros educativos, que alcanzaban a todas las edades, desde infantil al instituto. Su experiencia fue referente en muchas comunidades y sus novedosos materiales formativos se repartieron por toda España. Entonces, en los ochenta, principios de los noventa, contaban con apoyo institucional, de las consejerías, del Gobierno. Ahora, muchas de aquellas iniciativas han quedado suspendidas. "Hay una doble moral, por un lado a los jóvenes se les da mucha información, pero no se ponen medios a su alcance", explica Ana Pino, del colectivo Harimaguada. Pino, psicóloga, dice que los profesores "no enseñan educación sexual porque nadie les ha preparado para ello" . "Todos los recursos, educativos, sociales, han sufrido recortes y la educación afectivo sexual es cosa de todos, de familias, de educadores, de medios de comunicación". Pino se queja de que sus propios materiales, anticuados, ya no son atractivos para los jóvenes, pero nadie apoya su reedición a pesar, dicen, de que se los piden desde todas partes.También explica que ahora se toman, sobre todo, medidas puntuales y preventivas, algo, a su juicio, "insuficiente, que no capacita a los jóvenes de forma integral" para afrontar una sexualidad sana y completa.La nueva asignatura, Educación para la Ciudadanía, devuelve ahora a los colegios el debate sobre sexualidad, pero ¿están ya los profesores suficientemente formados?