- Condenado por matar a su hija después de que ésta dejara al marido que le habían asignado
- Ordenó el asesinato de su hija de 20 años en 2006, porque había dejado a su marido y se había enamorado de otro hombre. Banaz Mahmod fue estrangulada en su casa de Londres y su cadáver enterrado en el jardín trasero de una vivienda de Birmingham
- Reuters, 2007-06-12
La joven grabó un vídeo donde hablaba de sus temores ante posibles represalias de su padre.
Un hombre kurdo ha sido condenado este lunes por un tribunal de Londres acusado de matar a su hija de 20 años en un llamado "asesinato de honor", debido a que ésta había dejado a su marido y se había enamorado de otro hombre.
Banaz Mahmod fue estrangulada en su casa en Londres y, su cuerpo, introducido en una maleta y trasladado más de
Mahmod Mahmod padre de la víctima, de 52 años, ordenó el asesinato de su propia hija, con la ayuda de su hermano Ari Mahmod y tío de la misma, de 51 años.
El presunto ejecutor del asesinato fue su socio, Mohamad Hama, de 30 años, y otros dos sospechosos que aún se encuentran en libertad.
El cuerpo de Banaz fue hallado en abril del 2006, meses después de ser asesinada.
Incremento de este tipo de delitos en Reino Unido
"Banaz era una mujer joven cariñosa y afectuosa, con toda la vida por delante y se le quitó esa vida brutalmente, por las personas que deberían haberla amado y protegido", afirmaba la detective inspectora Caroline Goode.
"En cualquier caso, la traición máxima," agregó.
El tribunal fue notificado de que Banaz forzada a casarse con un kurdo iraquí cuando tenía 17 años, pero que la relación colapsó y regresó a vivir con sus padres en el 2005. Luego se enamoró de Rahmat Suleimani.
Su familia decidió matarla porque creyó que su relación los avergonzaba, dado que Suleimani era un kurdo iraní y no estrictamente musulmán.
"Creo que no amé a nadie tanto como amé a Banaz", dijo Suleimani en un comunicado.
"Fue mi primer amor. Era el mundo para mí," agregó.
Hasta hace algunos años, los asesinatos de honor eran prácticamente inexistentes en Gran Bretaña, pero la policía y el Crown Prosecution Service estiman que ahora hay aproximadamente una docena por año.