2007/01/28

> Berria: Indarkeria > MEXICO, CASO JOSE ERNESTO LEAL: EL CONCURSO DE "MISS GAY" POSIBLE CAUSA DEL BRUTAL CRIMEN

  • Concurso de ‘Miss Gay’ provocaría bestial crimen del estilista Ernesto Leal
  • Ministeriales investigan nueva línea
  • El Mañana, 2007-01-28 # Matamoros, Tamaulipas

Un testigo en relación al asesinato del líder gay José Ernesto Leal fue presentado a declarar en la Agencia Sexta del Ministerio Público, donde reveló que antes del crimen hubo un fuerte altercado por la organización de un concurso de Miss Gay, en el cual el ahora occiso aparecía como presidente del jurado y votó en contra del testigo, armándose un escándalo en el lugar.


Las investigaciones en torno al crimen se encuentran bastante avanzadas, incluso al grado de que de un momento a otro podrían presentar al asesino, pero aún faltan elementos para actuar por parte de los investigadores.


Como se recordará, José Ernesto Leal fue encontrado asesinado a puñaladas en el interior de su domicilio en la calle Playa Altamira, Sierra Encantada y Sierra Nevada, el pasado día l5.


El líder gay fue asesinado con infinita saña por el o los asesinos, pero lo extraño del caso es que no se robaron absolutamente nada, ya que la víctima tenía no sólo su reloj, sino que además dentro de la casa tenía guardados por lo menos 50 mil pesos.


El testigo Rigoberto Santiago Pérez, dice que participó para el concurso, organizado por una persona identificada como Ash Zuley, y él fue asistido en su vestuario por unas personas de nombres Yovani y Alvaro, los dos con domicilio en la calle Siete y Rayón de la zona centro.
Rigoberto Santiago Pérez dice que fue el que ganó el concurso y sin embargo el voto del ahora occiso fue para otro gay, lo que provocó que él armara un escándalo.


Al parecer el gay Rigoberto Santiago tiene aún más información sobre el crimen del líder de los homosexuales, por lo cual se encuentra bajo investigación por parte de la Ministerial del Estado.
El crimen, prácticamente ya está aclarado, se dijo en la Ministerial y será cuestión de horas que puedan presentar al homicida.

> Erreportajea: Emakumeak > CREBRO DE MUJER

  • Cerebro de mujer
  • ¿Hay diferencias relevantes entre el cerebro de hombres y de mujeres? Y si las hay, ¿son las responsables de la menor promoción de las mujeres en el ámbito laboral o científico? El libro de una prestigiosa neuropsiquiatra norteamericana reabre el debate
  • El País, 2007-01-28 # Mónica Salomone

¿Hablar de diferencias entre los cerebros masculino y femenino? “¡Huy! Es un jardín muy complicado, te las dan de todas partes”, advirtió un científico consultado para este texto. Así que mejor empezar con un chiste. Un señor con una esposa muy habladora lee en el periódico un estudio científico que asegura que las mujeres usan cada día unas 20.000 palabras, mientras que a ellos les bastan 7.000; el hombre enseña la noticia, feliz de poder demostrar que ella es un loro. “¿Lo ves?”.“¿Y no será porque tenemos que repetir mucho lo que decimos?”, dice ella. “¿Cómo?”, responde él.


Las discusiones sobre los cerebros de ellos y ellas son tan viejas como el propio objeto del debate. Y es probable que un ingrediente clave haya sido la ciencia; no sólo para tratar de averiguar la verdad, sino como herramienta moldeada –a propósito o por error– para apuntalar posturas. La cita que sigue es de un trabajo de Gustave Le Bon publicado en 1879 en una prestigiosa revista antropológica francesa: “En las razas más inteligentes, como entre los parisienses, existe un gran número de mujeres cuyos cerebros son de un tamaño más próximo al de los gorilas que al de los cerebros más desarrollados de los varones. Esta inferioridad es tan obvia que nadie puede discutirla (…). Todos los psicólogos que han estudiado la inteligencia de las mujeres (…) reconocen que ellas representan las formas más inferiores de la evolución humana (…)”.


La más reciente reedición del debate tuvo lugar en 2006 en Estados Unidos. Y probablemente está a punto de llegar a España con la publicación del libro "El cerebro femenino". En Estados Unidos, esta obra de la neuropsiquiatra Louann Brizendine ha alimentado los últimos coletazos de una polémica iniciada meses atrás. Llegó en terreno abonado; su autora ha pasado por las más prestigiosas universidades, y está escrito para el público general para explicar “la nueva ciencia del cerebro que ha transformado el concepto sobre las diferencias básicas neurológicas entre hombres y mujeres”, según Brizendine.


¿Prenderá la mecha en España? Bastaría con que algún académico de prestigio recogiera el testigo de Larry Summers, hoy ex rector de la Universidad de Harvard. Fueron las declaraciones de este economista en enero de 2005 las que iniciaron la tormenta. Summers sugirió que la causa de que haya muchos más hombres que mujeres en puestos científicos de primera fila se debía más a una menor aptitud innata femenina que a la discriminación. “Al parecer, en una gran variedad de características humanas –altura, peso, tendencia a la criminalidad, coeficiente intelectual global, aptitudes matemáticas, aptitudes científicas– hay indicios relativamente claros (…) de que hay diferencias en la desviación estándar y la variabilidad entre la población masculina y femenina. Y esto es cierto para cualidades que es improbable que estén determinadas por la cultura”. Según Summers, habría más hombres que mujeres excepcionalmente brillantes.


La discusión se ha estructurado en dos macrotemas. Uno: ¿hay diferencias en el cerebro de hombres y mujeres? Y dos: ¿tienen estas diferencias la culpa, al menos en parte, de que pocas mujeres ocupen puestos altos en la ciencia? Hay muchas subpreguntas. De haber diferencias, ¿son innatas?, ¿son ellos mejores en matemáticas y ellas en lengua?, ¿prefieren ellos los camiones y ellas las muñecas?, ¿se dejan ellas llevar más por las emociones y ellos por la razón?


En algunas respuestas hay consenso
Hoy nadie niega las diferencias. Un cambio importante respecto a décadas atrás, cuando el paradigma era el cerebro unisex. Son, además, diferencias que se traducen en comportamiento. En un trabajo de 2002, Melissa Hines mide las preferencias de machos y hembras por los juguetes masculinos (balón y coche), los femeninos (muñeca y sartén) y los neutros (perro de peluche y libro de colores). Ellos pasan casi el doble de tiempo que ellas con el coche y la pelota, y viceversa (apenas hay diferencias en los juguetes neutros). ¿Será por la socialización? Imposible: quienes juegan son monos.


Ahora bien, admitir que hay diferencias no significa que éstas afecten a todas las aptitudes humanas, que sean enormes ni que puedan aplicarse a alguien en concreto. Hasta los pro-Summers admiten que son muy pequeñas, en áreas específicas y siempre estadísticas; es decir, que no permiten sacar conclusiones sobre Juan o María. A pesar de Summers –que no es neurocientífico–, hoy está claro que no hay diferencias en la inteligencia general.


En cambio, sobre las demás cuestiones sí hay científicos dispuestos a discutir. ¿Por qué no se hacen estudios imparciales que zanjen esto de una vez? Uno de los motivos es que, como explica Alberto Ferrús, codirector del Instituto Cajal de neurociencias, del CSIC, “no es algo en que se puede investigar fácilmente, por motivos obvios”. La investigación ha avanzado mucho, pero sigue siendo imposible administrar hormonas –es un decir– a una persona para ver cómo le cambia el cerebro.


Tampoco es fácil estudiar su producto, esto es, la psicología y el comportamiento. Hines afirma en su libro Brain gender: “Medir las diferencias entre sexos en características psicológicas es más difícil que medir diferencias de altura entre sexos (…). Muchas características psicológicas no pueden ser vistas directamente. Además, todos usamos la misma regla para medir la altura, pero a veces no hay acuerdo general sobre los instrumentos (…) para medir diferencias psicológicas o de comportamiento entre sexos”.


Para rizar el rizo, entran en juego los estereotipos: en esta área “los individuos tienen sus propias opiniones acerca de las diferencias entre sexos”, prosigue Hines. Casi nadie opina vehementemente sobre el papel de una proteína, pero casi nadie deja de opinar –vehementemente– sobre los roles de hombres y mujeres. Otro error frecuente es la tendencia a publicar estudios que revelan diferencias, pero no los que muestran semejanzas.


Pero volvamos al huracán Summers
Tras sus declaraciones se formaron bandos, con fichajes estrella. Steven Pinker, psicólogo de la Universidad de Harvard, defendió en un debate con su colega Elisabeth Spelke la misma tesis de su entonces rector: “Creo que [las diferencias entre sexos] son relevantes para el desequilibrio entre géneros en los departamentos de élite de ciencia dura. Hay diferencias sólidas en las medias de cada sexo en lo que se refiere a prioridades en la vida, en mostrar interés por las personas en vez de por las cosas, en la búsqueda del riesgo. Y [hay evidencias] de que estas diferencias no se deben del todo a la socialización”. Spelke replicó: “Las principales fuerzas [tras el desequilibrio entre sexos en la ciencia] son factores sociales. No digo que hombres y mujeres seamos iguales en todo, ni siquiera que tenemos idénticos perfiles cognitivos. Digo que si sumas aquello en lo que mujeres y hombres somos buenos, no hay ventaja a favor de ellos”.


Afirma Spelke que no es posible hoy saber si las diferencias innatas desempeñan un papel: los efectos sociales tapan cualquier otro factor. Y explica un experimento. Se envía a un grupo de profesores dos currículos de candidatos a plazas vacantes. Uno es brillante; el otro, también, pero no tanto. Para la mitad de los evaluadores, ambos aspirantes son chicas; para la otra mitad, chicos. ¿Qué pasa? Al primer individuo le cogen enseguida, da igual si es Pepe o Marisa. Pero ¿y el segundo currículo? El 70% de quienes evaluaban al chico le contrataban; el porcentaje bajaba al 45% cuando el nombre era de chica. Con currículos idénticos, Pepe hubiera entrado; Marisa, no.


Es un tipo de discriminación que conoce bien Ben A. Barres, neurobiólogo en Stanford y autor de una durísima crítica a Summers, Pinker y otros de su bando en la revista Nature. Antes de cambiar su género, hace 10 años, Ben Barres era Barbara. “Poco después de cambiar de sexo, a un miembro de la Facultad se le oyó decir: ‘Ben Barres ha dado un seminario estupendo; claro, su trabajo es mejor que el de su hermana”. Y eso que Barres asegura ser muy consciente de las diferencias entre sexos: cuando empezó a tomar testosterona, sus habilidades espaciales mejoraron y dejó de poder llorar fácilmente. Él también cita trabajos que muestran que “las mujeres que optan a proyectos de investigación necesitan ser 2,5 veces más productivas que los hombres para ser consideradas igual de competentes”.


A Barres y Spelke no les faltan pruebas. La bióloga Nancy Hopkins, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), descubrió que en su propio centro había discriminación de género en cuanto a la asignación de espacio para investigar –el MIT reconoció el problema oficialmente–. En un trabajo con 220 mujeres publicado en Science se demuestra que los resultados de ellas en matemáticas empeoran si se les recuerda la idea “las mujeres son peores en matemáticas”. Los autores dijeron a los medios: “A menudo se ven artículos con simplificaciones burdas, especialmente sobre explicaciones genéticas (…). Estos artículos tienen el potencial de minar la motivación de las personas. Si creo que mis genes determinan mi peso, ¿me esforzaré por mantener mi dieta y hacer ejercicio?”.


En éstas estábamos cuando apareció el libro de Brizendine. La autora, directora de una clínica especializada en hormonas femeninas, defiende una tesis central: ellas están especialmente preparadas para la comunicación, la empatía, la percepción de las emociones; ellos, en cambio, lo están para la acción –las emociones “disparan en ellos menos sensaciones viscerales y más pensamiento racional”, escribe–. Sobre Summers afirma que “tenía y no tenía razón. Sabemos hoy que cuando los chicos y las chicas llegan a la adolescencia no hay diferencia en sus aptitudes matemáticas y científicas. En este punto [Summers] se equivocaba. Pero en cuanto el estrógeno inunda el cerebro femenino, las mujeres empiezan a concentrarse en sus emociones y en la comunicación: hablar y citarse con sus amigas (…)”. Ellos, en la adolescencia “se vuelven menos comunicativos y se obsesionan por lograr hazañas”.


La obra ha sido superventas en Estados Unidos, pero varios científicos han puesto serias pegas. La autora ha tenido que admitir que algunos datos de la primera edición de El cerebro femenino no son correctos. En concreto, los relativos al lenguaje. Según Brizendine, ellas usan al día unas 20.000 palabras (y hablan el doble de rápido), y ellos, 7.000. Mark Liberman, especialista en fonética en la Universidad de Pensilvania, buscó las fuentes de tal afirmación “y simplemente no las encontré”. Sí halló, en cambio, varios trabajos que muestran que no hay diferencia alguna en aptitud lingüística. Brizendine aceptó la crítica y eliminó las cifras de ediciones posteriores. No obstante, Liberman –autor de un blog donde aparece el chiste del principio– teme que acabe siendo otro caso de desequilibrio informativo que ayuda a fortalecer un tópico: decenas de titulares han recogido el 20.000 vs 7.000 de Brizendine, pero no su rectificación.


Para acabar, un vistazo a qué pasa en España con las mujeres y la ciencia. Aquí las diferencias también se notan. Como explica Flora de Pablo, profesora de Investigación del CSIC y presidenta de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT), el avance de las españolas en la universidad en las dos últimas décadas ha sido espectacular: hay mayoría de chicas matriculadas (el 74% en ciencias de la salud, el 64% en humanidades, el 59% en ciencias experimentales, el 27% en ingenierías) y licenciadas (59%), pero sólo hay un 13,7% de catedráticas. “Esto es incomprensible sin apelar a la perversión de los mecanismos de promoción universitaria”, dice De Pablo, partidaria de medidas de discriminación positiva. De Pablo ha demostrado en un estudio sobre el Programa Ramón y Cajal para contratar investigadores que “en bastantes áreas, para una mujer fue más de dos veces más difícil conseguir un contrato”.


Otras prestigiosas científicas, como Margarita Salas (profesora de Investigación del CSIC) o Fátima Bosch (catedrática de Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad Autónoma de Barcelona), han denunciado la situación. Salas no es partidaria de la discriminación positiva, pero sí de aumentar la representación de mujeres en comités de selección. A Pilar Carbonero (catedrática de Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad Politécnica de Madrid) le gustaría “que se acabara con la discriminación negativa que ha existido contra las mujeres”. Belén Gavela (catedrática de Física Teórica en la Universidad Autónoma de Madrid) sí pide discriminación positiva. Está segura de que existen sutiles mecanismos de discriminación, como desanimar a las niñas a estudiar ciencias. Ella lo notó “desde pequeña, y luego he oído comentarios, no necesariamente malintencionados, cuestionando si era compatible la ciencia con la feminidad o con tener hijos. Esto pesa mucho, sobre todo cuando se es muy joven. Te preguntas: ¿seré normal? Te mina la confianza”.

> Berria: Eliza > VATICANO: BENEDICTO XVI MUESTRA DE NUEVO SU OPOSICION A LOS MATRIMONIOS DEL MISMO SEXO

  • El Papa muestra una vez más, su oposición a los matrimonios entre personas del mismo sexo
  • Nación Gay, 2007-01-28 # EP-AP, Ciudad del Vaticano


El Papa Benedicto XVI defendió hoy la familia tradicional y el matrimonio como indisoluble unión de un hombre y una mujer. El Pontífice mostró así, una vez más, su oposición a los matrimonios entre personas del mismo sexo.


El Santo Padre advirtió del peligro de un "contexto cultural marcado por el relativismo" que ve el matrimonio como una mera unión legal "que los seres humanos pueden manipular como deseen, incluso privándole de su naturaleza heterosexual".


"Cada matrimonio es el fruto de un acuerdo libre entre hombre y mujer", afirmó. "La unión tiene lugar por designio de Dios, creador del hombre y la mujer, quien les otorga el poder de unir para siempre sus dimensiones natural y complementaria". Este vínculo es indisoluble porque "también lo es en el diseño de la creación", añadió el Papa.

> Elkarrizketa: REYES MATE > "EL LAICISMO SE EXPLICA POR LAS DIFICILES RELACIONES DE LA IGLESIA Y LA IZQUIERDA"

  • «El laicismo en España se explica por las difíciles relaciones de la Iglesia y la izquierda»
  • «Si queremos una política ética estamos obligados a asumir responsabilidades de las injusticias cometidas; Francia ha reconocido su pasado esclavista»
  • Reyes Mate , Profesor del CSIC en el Instituto de Filosofía, estuvo en Gijón invitado por el Ateneo Obrero
  • La Nueva España, 2007-01-28 # David Orihuela

Reyes Mate, doctorado por la Wilhemlms-Universität de Münster y por la Universidad Autónoma de Madrid, es profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en el Instituto de Filosofía, del que ha sido miembro fundador y director desde 1990 hasta 1998. Su línea de investigación se mueve entre el estudio de la relación entre religión y política («Mística y política», 1990) y la preocupación por la relación entre verdad e historia del sufrimiento («La razón de los vencidos», 1991, «Memoria de Auschwitz», 2003, «A contraluz de las ideas políticamente correctas», 2005»). Es director del proyecto «Enciclopedia Iberoamericana de filosofía» e investigador del proyecto «Filosofía después del Holocausto». Acudió a Gijón para participar en el seminario «El concepto de historia en Walter Benjamin», organizado por el grupo Eleuterio Quintanilla de educación intercultural y por el Ateneo Obrero.


-Walter Benjamin, de origen judío y que vivió las dos guerras mundiales, defendía con vehemencia el recuerdo de las víctimas, la memoria.
-En estos momentos asistimos a una presencia de la memoria en la política. Visitamos, por ejemplo, la guerra civil, el pasado esclavista, el pasado colonial. Es un pasado que se hace presente exigiendo responsabilidades y eso es impensable sin una cultura de la memoria y ahí la clave es Walter Benjamin. La novedad de la memoria actual es que es un asunto político y no sólo privado, un asunto que produce conocimiento y no sólo sentimientos.


-¿Es lícito llevar la memoria histórica al terreno de la política?
-La memoria es política. Siempre que tratas de cerrar un conflicto pasado desde el olvido lo cierras en falso porque no se reparan las ofensas a las víctimas.


-¿Estamos obligados?
-Sí. Si queremos hacer una política ética estamos obligados a asumir responsabilidades de las injusticias cometidas. Por ejemplo, Francia ha reconocido que su pasado esclavista es un crimen contra la humanidad y esos crimenes no prescriben.


-También la Iglesia católica pidió perdón.
-Pero es que hay reconocimientos retóricos. El reconocimiento de la responsabilidad tiene que traducirse en una política actual que no reproduzca ese pasado y que conduzca al destierro de la violencia.


-Hoy -por ayer- se celebra el aniversario de la liberación de Auschwitz.
-Es el gran silencio. Cuando se cierran los campos de concentración los supervivientes pronuncian el grito de «Nunca más», que es el antídoto de la memoria. Hay que recordar la barbarie para que no se repita, pero se ha repetido.


-¿Qué se debe hacer?
-Se han dado pasos. En España se acaba de aprobar que los alumnos de Primaria y Secundaria estudien lo que ocurrió en Auschwitz. En España ha habido no sólo olvido, sino también desconocimiento. España es un país particularmente amnésico. Otra cuestión fundamental es la de tener lugares de la memoria y educar realmente en la memoria. Auschwitz es un buen ejemplo de lo que significa la memoria.


-Experto en relaciones Iglesia-Estado. Plena actualidad. ¿Qué papel debe jugar la Iglesia en un Estado que como España se declara laico y aconfesional en su Constitución?
-En una sociedad laica la religión tiene su sitio y no es la sacristía.


-¿Cuál?
-La Iglesia debe comprender que un Estado laico es aconfesional y que son los ciudadanos los que deciden el tipo de moralidad pública que quieren.


-¿Abandonando la religión?
-No. La laicidad no significa irrelevancia social de la religión, de hecho la religión es muy importante para conocer la historia cultural y moral de un país. En Francia, un Estado mucho más laico que el nuestro, se ha abierto un debate que en España sería impensable. Se estudia cómo se puede entender la figura de un valor absoluto, uno de esos valores por los que merezca la pena dejarse la vida, sin referencia a las tradiciones religiosas.


-¿Vive la izquierda en España aún en la euforia anticlericalista posfranquismo?
-El laicismo se explica en España por las difíciles relaciones entre la Iglesia y la izquierda y por eso el laicismo español está teñido de anticlericalismo. No se pueden entender los valores sin las religiones.

> Berria: Bestelakoak > ASTURIAS: LAS "DRAKUIN" AVILESINAS TOMAN EL ARCO IRIS

  • Las «drakuín» avilesinas toman el arco iris
  • La Cofradía del Santo Entierro de la Sardina sale del armario para celebrar que quedan 25 días para el Antroxu
  • La Nueva España, 2007-01-26 # A.P. Gión

La Cofradía del Santo Entierro de la Sardina se vistió ayer de «drakuín» y tomó el nuevo puente de San Sebastián para festejar que tan sólo distan 25 días para el martes de Carnaval. «Aquí estamos, en nuestro puente, con el símbolo gay. El puente salió del armario», afirmaba ayer Chus, con una peluca rubia a lo Marge Simpson, un traje de noche que ceñía su esbelta figura y unas madreñas que pretendían competir con los «manolos» de Blanik.


La gélida brisa de ayer (el más frío en los 20 años de promoción del Antoxu, según la cofradía) no mermó el buen humor de los cofrades, que entonaron su última canción. Dice así: «Somos lindos, somos roxos, somos lindos mariposos, porque pa qué queremos barcos habiendo puentes tan hermosos».


Un jeque recién llegado de los emiratos árabes, Hohame La Tripa, ponía la vista en la margen derecha de la ría, maletín en mano: «Vengo a comprar el puente y todos estos terrenos. El Niemeyer no se va a poder hacer; tendrá que llevárselo Oviedo», confesaba ayer.


Un toro, dos payasos, un chulapo y una imitadora de Ágatha Ruiz de la Prada acompañaban ayer a las «drakuín» avilesinas en el que dicen se ha convertido en el nuevo icono para sus celebraciones. Su próxima cita, La Monstrua de Sabugo.

> Elkarrizketa: STANLEY PLOTKIN > "LA INVESTIGACION CONTRA EL SIDA NOS BENEFICIARA A TODOS"

  • Stanley Plotkin · Científico experto en vacunas
  • «La investigación contra el sida nos beneficiará a todos»
  • Afirma que el desarrollo de la investigación genética ha abierto un nuevo horizonte en el campo de la prevención
  • El Correo, 2007-01-28 # Manu Mediavilla · Madrid

«Las vacunas son ahora más importantes que nunca», recalca Stanley Plotkin, profesor emérito de la Universidad de Pensilvania y 'padre de la vacunología moderna' tras desarrollar la de la rubéola y participar en las de la polio, la rabia, la varicela y el citomegalovirus. Su libro 'Vacunas' es una referencia mundial, quizás porque, como él mismo apunta, «sin pretender ser pretencioso, es el que aborda más exhaustivamente el tema». La publicación de la primera edición adaptada en español de su obra le ha traído esta semana a Madrid, donde ha participado en un encuentro científico sobre los más recientes avances en su especialidad.


-¿Qué progresos destacaría en los últimos 10 ó 15 años?
-Las vacunas tienen una historia de 200 años desde Jenner y la inmunización contra la viruela. En ese tiempo, se desarrollaban empíricamente, por el método de prueba y error, pero con la biología molecular se puede hacer de modo más racional. La genética ha sido clave en los últimos años.


-¿También frente al rotavirus, que causa tanta muerte en los países en vías de desarrollo?
-Sí.Una de las vacunas contra la gastroenteritis infantil por rotavirus se desarrolló en mi laboratorio por el método que llamamos del 'reassortment', de reorganización o reordenamiento genético.


-¿Cuál es el método más prometedor en vacunas?
-No sé si es 'el más', pero hoy es posible tomar un virus inocuo para los seres humanos, como el de aves, y poner en él un gen de un patógeno. Cuando se inyecta, el gen patógeno se expresa y produce una proteína que inmuniza a la persona. Por ejemplo, un virus de canario con varios genes del VIH está siendo estudiado en Tailandia, en un ensayo controlado, para ver si puede prevenir el sida.


-¿Podrá funcionar eso, tras los muchos fracasos que acumula la vacuna contra el sida?
-El gran problema con el VIH-sida es que las cepas del virus varían muchísimo. Se pueden producir anticuerpos contra una sola cepa que protejan a los animales, pero nadie sabe aún cómo lograrlos contra todas ellas. Por otra parte, hemos producido inmunidad celular -cuya función es suprimir el virus- en animales, de manera que se infectan a un nivel bajo.


Catástrofe



-¿De qué vale entonces?
-Con esa vacuna que mencionaba y con otras experimentales, no esperamos por ahora prevenir la infección, pero sí al menos conservar la vida de la persona infectada. Y en el futuro esperamos encontrar métodos de producir anticuerpos contra el VIH.


-¿La inversión en vacunas no está descompensada a favor del VIH?
-Estamos dedicando mucho dinero a las vacunas, y en los países desarrollados, para ser sinceros, quizás estamos gastando demasiado en la del VIH en relación con las de otras enfermedades. Pero no hay que olvidar que en los países en desarrollo el sida es una catástrofe y, desde una perspectiva global, está justificado invertir en esa vacuna.


-¿No resta dinero tan alta inversión a otras vacunas más básicas?
-El dinero es muy importante en investigación. Pero más lo son las ideas. La ciencia es muy peculiar, porque a menudo, trabajando en un tema, descubres algo aplicable a otros. Gran parte de la investigación en sida nos ha enseñado mucho sobre inmunología humana, y esos hallazgos se aplicarán a otras enfermedades, luego nos beneficiará a todos. Es cierto que podríamos invertir más en otras patologías infantiles, pero no es una cuestión de todo o nada; dedicar más fondos a estas últimas tampoco garantizaría el éxito.