- Rompen tabúes en Reino Unido
- Buscan en Reino Unido que los niños conozcan qué es la homosexualidad; en algunas escuelas se habla ya a los alumnos sobre el estilo de vida de gays y lesbianas
- Televisa, 2007-06-11 # Horacio Rocha Staines · Londres
Una clase de primaria común y corriente en el Reino Unido, pero pronto estos niños, como ya sucede en 15 escuelas a lo largo del país, podrían empezar a ser educados sobre lo qué es el estilo de vida gay y lesbiana.
Elizabeth Atkinson es la organizadora de este movimiento que está tomando fuerza y explica cómo Gran Bretaña es pionera, ya que ni los liberales países escandinavos han hecho algo parecido.
Elizabeth dice que mostrarle a los pequeños lo que es vivir como gay o lesbiana rompe tabúes y crea un mejor ambiente en las escuelas.
“Lo que hacemos es crear un ambiente positivo, donde los niños reconocen que hay diferentes patrones familiares, no sólo papás o hermanos homosexuales, sino también los que son adoptados o viven con los abuelos y eso es importante”, explica Elizabeth Atkinson, del proyecto “No Outsiders”.
Además de entrenar a los maestros para que sigan cumpliendo con lo que el gobierno pide, se usan libros infantiles para educar a los pequeños. Historias como la de unos pingüinos en el zoológico de Nueva York, una historia real donde dos machos intentan incubar una piedra. El zoológico se da cuenta, les da un huevo verdadero y ¡se convierten en papás!
O la historia de un príncipe que busca casarse pero no le gusta ninguna princesa y termina conociendo a otro príncipe con el que vive feliz para siempre. Las críticas dicen que en edad primaria es demasiado pronto para enseñar esto.
“Creo que es un malentendido. Lo que enseñamos no tiene nada que ver con actividad sexual, como tampoco Cenicienta ni Blanca Nieves. Son historias sobre familias, relaciones, sobre amar y cuidar de otros, no hay nada malo con ello”, subraya Elizabeth Atkinson.
El éxito de este proyecto ha sido enorme, y la respuesta de los padres de familia muy positiva. Y es que no se trata únicamente de enseñarle a los pequeños sobre relaciones homosexuales, sino también de promover la tolerancia, y celebrar las diferencias culturales, de raza o religiosas.
A pesar de ello, en las calles la idea no es tan fácil de digerir aún.