- Homosexualidad: ¿Romper las reglas o llevar una doble vida?
- Discriminación, miedo, auto rechazo, el qué dirán, falta de información, reglas, la familia. Muchas son las causas que llevan a gran número de homosexuales a llevar una doble vida dentro de lo convencional y lo “prohibido”.
- Anodis, 2007-11-27 · Lizbeth Torres Trejo
Años atrás era “ilógico” creer que un hombre o una mujer, casados, y con hijos, fuesen homosexuales o lesbianas. Las reacciones ante ciertos rumores solían ser de incredulidad, e incluso el tema de la homosexualidad era un tabú, pero poco a poco se fue popularizando y siendo parte de la realidad.
Así, el tema de hombres o mujeres que ocultan su verdadera orientación sexual y llevan una doble vida no es nuevo. Los casos, incluso, han llegando a registrarse en el cine. Quién no recuerda El Callejón de los Milagros, cinta dirigida por Jorge Fons del Toro, en la que se ponía en evidencia la homosexualidad de un “macho” cincuentón.
Más recientemente la polémica de desató con Brokeback Mountain, conocida en México como Secreto en la Montaña, y en donde se saca a flote la homosexualidad de dos varoniles vaqueros, mismos que durante años mantienen una relación sentimental, cuando en la ciudad les esperan sus familias.
De acuerdo con Alonso Mandujano, sexólogo y terapista, ser homosexual o lesbiana y llevar una doble vida se debe, casi siempre, al miedo de enfrentarse a una sociedad homofóbica y machista. Esta situación, explica, resulta hasta cierto punto “comprensible”, pues resulta difícil vivir fuera del contexto de las normas y patrones de conducta general que marca la población.
“Según ‘lo propio’ en nuestra sociedad, el hombre debe enamorarse y casarse con la mujer, y viceversa, todo para formar una familia feliz. Actualmente y más aún hace algunas décadas resultaba difícil desafiar y romper con este estereotipo; eran contadas las personas que se atrevían a hacerlo, pues era prácticamente ‘imposible’ y casi ‘inhumano’ hacerlo”, refiere el especialista.
En este sentido agrega que lo anterior, aunado a los problemas de aceptación, machismo, discriminación y demás etiquetas y prejuicios, da como resultado que gran parte de la comunidad gay opte o se vea obligada, en algún momento de su vida, a llevar una doble vida, de modo que “consiguen” parejas ficticias o forman hogares “convencionales”; además, expone, se casan, tienen hijos, y llevan una vida “feliz”. De manera oculta, afirma, mantienen relaciones esporádicas, semi formales o sólo sexuales con personas de su mismo género.
En algunos artículos los especialistas definen estas prácticas como una desviación del comportamiento sexual, generado por un impulso erótico que lo producen sólo personas del mismo sexo, lo que aplica tanto para hombres como para mujeres.
Esta doble vida ayuda entonces a vivir dentro de las normas sociales, sin dejar a un lado sus verdaderos deseos, necesidades e impulsos sexuales y afectivos, llenando de subjetividad su mundo cotidiano.
Analizando todo lo anterior puede resultar incluso admirable que muchos adopten una filosofía “irreverente” y se atrevan a llevar su vida como mejor les place, lejos de las malas lenguas y del que dirán.
Además de que no resultaría raro que muchos de aquellos que condenan el estilo de vida y las preferencias homosexuales tuvieran una hija, hermano, tío, nieto, sobrina o cualquier parentesco con una persona gay aún sin saberlo; o en otro de los casos, no muy alejado de la realidad, condenan y critican duramente la homosexualidad, siendo ellos mismos gays reprimidos.
Si bien, se puede considerar que ha disminuido la homofobia a nivel mundial, aún se registran numerosos casos de discriminación, intolerancia y segregación, principalmente hacia los hombres, por su presencia sexual, sin embargo, se debe reconocer el trabajo de grupos activistas que han logrado un alto nivel de aceptación y han luchado por el reconocimiento de los derechos y la dignificación de vida de personas pertenecientes al colectivo LGBT, con lo que cada vez está resultando más común la abierta aceptación de las preferencias sexuales.
Lo ideal para erradicar la “alternativa” de llevar una doble vida, sería informar a la sociedad sobre los temas de homosexualidad, sensibilizarla, introducir el tema de la diversidad sexual en la educación básica y generar un ambiente de respeto, apoyo y comprensión, y aunque suene utópico, muchos creemos que llegará ese día, pero mientras eso pasa se tiene que enfrentar la realidad y preguntarse a uno mismo ¿A quién le importa?