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- Radio Cooperativa, 2007-03-24 # EFE
Alrededor de 10.000 feligreses de
Alrededor de 10.000 feligreses de
Peter Piot conoce bien el sida. Después de algo más de una década al frente de
El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) no para. En el tiempo invertido en leer el párrafo anterior, la enfermedad ya se ha cobrado tres vidas más. No, ya son cuatro. El microbiólogo de Lovaina (1949), que suma entre sus méritos el de haber sido codescubridor del virus del Ébola en Zaire en 1976, considera que el compromiso internacional para detener la masacre es «insuficiente».
El investigador es contundente en su diagnóstico. «Debemos dar un paso más y actuar con una perspectiva a más largo plazo», porque el sida, según advierte, «no va a desaparecer de nuestras vidas». Ni en los países ricos, ni en los pobres. «El final no está a la vista».
-La cifra de personas que viven con sida se ha duplicado desde 1995, el año en que usted accedió a la dirección de ONUSIDA. ¿Ha fallado la respuesta contra el sida?
-El sida ha tenido un efecto devastador en el mundo. Es inaceptable que en 2006 hubiera aún 4,3 millones de nuevas infecciones, casi tres de ellos en África; pero hemos dado pasos significativos en la respuesta contra el sida, especialmente en los cinco últimos años.
-¿A qué se refiere?
-Gracias a una efectiva prevención del VIH y al acceso al tratamiento, estamos viendo resultados en términos de salvación de vidas cada vez en más países, incluidos algunos de los más pobres. El compromiso político y el liderazgo es ahora mayor que nunca; y los fondos para la lucha contra la infección se han incrementado de millones a billones en sólo una década.
-¿Y eso es suficiente?
-Todavía puede hacerse más y es necesario que se haga. Lo sabemos y estamos esforzándonos por subir de manera urgente más peldaños.
-25 años, 25 millones de muertos y 40 millones de infectados. ¿Qué queda por ver?
-La epidemia de sida ha estado con nosotros durante 25 años y no va a desaparecer de nuestras vidas. El final del sida no está a la vista. Necesitamos empezar a pensar en términos de décadas y generaciones de sida, en un mundo que convive con el virus.
-¿No pinta usted un panorama poco esperanzador?
-Piense simplemente en la gente que ha empezado a recibir terapia antirretroviral. De aquí a 30 ó 40 años todavía necesitarán recibir tratamiento. Tenemos que ver cómo va a funcionar esto, quién lo va a pagar, cómo se puede mantener semejante respuesta.
-¿Demasiada tarea y demasiado dinero?
-Hemos respondido a la crisis con las estrategias que se utilizan para afrontar una emergencia global; pero debemos dar un paso más y empezar a actuar con una perspectiva a más largo plazo, al tiempo que gestionamos la actual situación.
-¿La actual no es ya una situación de emergencia?
-Con 7.000 personas que mueren cada día, por supuesto que hablamos de una crisis sin parangón. Pero debemos diseñar acciones de emergencia y establecer una respuesta que sea sostenible a largo plazo. No podemos tomar una perspectiva de cinco o diez años vista, sino de veinte, veinticinco o más.
-¿Todo eso que dice qué significa en la práctica?
-Esto significa que hay que planificar la estrategia de tal modo que las personas en tratamiento puedan seguir recibiéndolo el tiempo que sea necesario y que los programas de prevención estén al alcance de todos.
-Hace unos años se concluyó que era imposible diseñar un gel vaginal para proteger a las mujeres, una herramienta que podía ser muy eficaz en los países pobres. Ahora, los microbicidas vuelven a presentarse como la gran esperanza. ¿Qué ha pasado?
-Los microbicidas, que son casi como un preservativo químico, son la mayor esperanza que tenemos como herramienta de prevención controlada por las propias mujeres. Podrían tener un impacto significativo en el control de la epidemia.
-¿Podría poner un ejemplo gráfico?
-Fíjese: si los microbicidas fueran efectivos en un 60% y sólo los utilizaran de forma regular un 20% de las mujeres residentes en los países más castigados, podríamos evitar cientos de miles de nuevas infecciones en tres años.
-¿Y ahora parece que sí, que es posible desarrollar alguno eficaz?
-¡Exacto! La industria estima que en cinco o diez años habrá un producto efectivo disponible en el mercado mundial. Hoy en día resulta básico no sólo acelerar y mantener la innovación en el desarrollo de microbicidas, sino asegurar el acceso universal a estos esenciales salvavidas a corto y largo plazo.
-Los expertos coinciden en que la lucha contra el sida requiere una revolución social. Dicen que no basta con reducir el precio de los medicamentos, sino que han de garantizarse los derechos de las mujeres, de la infancia, y mejorarse sistemas sanitarios y de comunicaciones ¿Realmente es posible cambiar el sentido de la epidemia?
-El sida debería ser considerado como una de las cuestiones prioritarias de nuestro tiempo, junto con otros asuntos como el cambio climático. Por eso, la respuesta que se necesita ha de ser también excepcional, sin precedentes, única. Tenemos que intervenir de una manera mucho más consensuada en los pilares sobre los que se sustenta la epidemia, como son la desigualdad sexual, el estigma y la discriminación, la homofobia, la pobreza extrema. Si no lo hacemos, nunca seremos capaces de avanzar más y mejor hacia la respuesta.
-¿Tiene sentido que hablemos de la vacuna?
-Estamos todavía muy lejos de encontrar una; y debemos subrayar que una futura vacuna contra el VIH no será una 'bala mágica', como la que soñaba el microbiólogo Paul Erlich, (capaz de dar en la diana sin dañar otras partes del organismo).
-¿En qué se puede pensar?
-Una esperanza realista para el fin de la epidemia consiste en pensar en campañas de vacunación, combinadas con las medidas conocidas para evitar la infección por vía sexual y entre los usuarios de drogas inyectables. A corto plazo, si queremos librarnos de la enfermedad, cada país deberá hacer su propio esfuerzo en prevención.
-Algunos de sus amigos más próximos han sido y son víctimas del virus del sida. ¿De dónde saca fuerza para trabajar contra el VIH?
-No puedes trabajar en el sida sin invertir tanto el corazón como la cabeza. Esta enfermedad se ha llevado a muchos de mis amigos y colegas en los últimos 25 años y, por supuesto, es difícil, pero también es una fuerte motivación para trabajar cada vez más y mejor por las personas que viven con el virus y frenar esta epidemia.
-¿Cada zona devastada que conoce no reabre una herida?
-A cada sitio que viajo, me encuentro con personas que viven con el virus. Comparten conmigo sus desafíos y sus tristes historias, pero una vez más, esto, a menudo, es una maravillosa fuente de inspiración y de energía. El director ejecutivo de la agencia ONUSIDA analiza el alcance y la repercusión de la última conferencia mundial, celebrada el pasado año en Toronto. Con los datos en la manao, el especialista asegura que «4,3 millones de nuevas infecciones nos obligan a avanzar a toda máquina».
-¿Para qué sirvió la cita de Toronto 2006?
-La conferencia de Toronto nos dio la oportunidad no sólo de mirar atrás a los últimos 25 años, sino también de mirar al futuro, más allá de los próximos 25 años. ONUSIDA y otros socios remarcamos la necesidad de intensificar los esfuerzos para la prevención del virus en clave de innovación científica y programas sociales.
-¿Es posible hacer prevención en África?
-Sabemos que la prevención funciona y tenemos excelentes ejemplos en Kenia, Zimbaue, zonas urbanas de Burkina Faso y Haití, así como en cuatro estados de India. Pero 4,3 millones de nuevas infecciones nos obligan a avanzar a toda máquina.
-¿Diría que la de
-A Toronto acudieron más de 20.000 personas, incluidos miles de periodistas, lo que permitió una mayor atención mundial hacia el sida. Es extremadamente necesario que aumente la concienciación en todo lo relativo al sida.
-¿No le parece cuando menos curioso que se hayan necesitado 25 años para que la ciencia apueste por fin por la prevención?
-La verdadera protagonista de este congreso fue la sociedad civil, las personas que viven con el VIH; y es así como debe ser. No sólo fue importante lo que se dijo en las tribunas de oradores, sino lo que sucedió en los pasillos, en el trabajo en red y en la puesta en común de nuevas ideas y proyectos.
-¿En qué contribuirá la entrada de personajes como Bill y Melinda Gates en la lucha contra el sida?
-El compromiso de figuras de primera fila ofrece la oportunidad de colocar los temas del sida en niveles de alta influencia.
-¿
-Ambos desempeñamos un papel crucial en la respuesta a la epidemia.
Dudaba. Pero después de una semana de insultos, ataques furibundos, petición de conflicto diplomático y hasta alguna amenaza, resolví que era necesario este segundo artículo. Para matizar lo que no hubiera sido entendido. Para poner finura al trazo grueso que pude dibujar. Y para ratificarme en los aspectos más críticos de mi análisis de la semana pasada. De manera que no sé si este artículo me dejará en paz con Polonia, pero dejará en paz mi conciencia. Por cierto, suerte que vivo en una democracia que entiende, seriamente, lo que es la libertad de expresión, porque si por un humilde artículo mío, el Gobierno polaco quiere montar un conflicto diplomático, ¿qué tendría que hacer el Gobierno español, con la cantidad de insultos que ha recibido España, en estos días, en prensa diversa? Me dicen, por ejemplo, que los artículos antiespañoles -mentando incluso a Isabel
Vayamos por partes, para empezar con la más delicada: el antisemitismo. Releído con atención, mi artículo pudo aparentar una simpleza que no está en mi pensamiento: que Polonia era culpable del Holocausto. He escrito tanto sobre ello, que quizá consideré sobreentendido lo que, sin duda, no se entendió, y éste es un punto serio. No. No sólo conozco la importancia de la resistencia polaca -y de su sufrimiento-, sino que la he citado en más de una ocasión. También tengo clara la responsabilidad unívoca de los nazis en el asesinato masivo de judíos. Lo que quise decir, y sostengo, es que el antisemitismo cristiano de siglos fue clave en la creación de un estigma judeofobo que, al final del camino, desembocó en Auschwitz. Es decir, que no se puede entender el antisemitismo nazi si previamente no analizamos críticamente el antisemitismo cristiano de siglos. Un antisemitismo que empezó a mostrarse, ciertamente, en
Sobre antisemitismo esto es lo que quería decir, tanto en el anterior artículo como en el actual. Si se entendió mal, sólo es mi culpa. Si se manipuló, es culpa ajena. Pero había mucho más, y sorprendentemente ello no ha inquietado ni a las autoridades polacas, ni a los ruidosos críticos que me han surgido. Lamentablemente, el problema de
Finalmente, lamento los desencuentros, especialmente con la gente a la que respeto. Uno no siempre es celoso con la sensibilidad ajena, y no tengo duda de que mi artículo pecó de brocha gruesa en algún tema histórico. No fue la intención, pero fue mi culpa. Sin embargo, dudo que ello justifique el antiespañolismo desaforado de algunos artículos, las proclamas ultranacionalistas y los insultos antisemitas que aún recibo en mi web. Si parte de tanta energía la dedicaran ustedes al pensamiento crítico con su propio país, quizá todo iría mejor. La caza de brujas ya no existe en Europa, aunque no se hayan enterado en Radio María.
El Virus de
Esta es una de las conclusiones de
González enumeró dos hechos positivos en la lucha contra el sida: la investigación sobre la enfermedad y la próxima aparición en el mercado de dos nuevas familias de fármacos que, junto con las cuatro que ya existen, “nos van a permitir desplegar una estrategia más adecuada en el tratamiento del VIH”.
El médico español aseguró que "los nuevos tratamientos terapéuticos son totalmente eficaces en prácticamente la totalidad de los enfermos de sida, siempre y cuando estos tratamientos se sigan correctamente”.
Falta de defensas
Para González las infecciones bien controladas en los pacientes afectados por el VIH no tienen por qué tener mayores complicaciones y el objetivo es “mejorar aún más los tratamientos”. Otro de los retos que se ha fijado el CROI, según explicó González, es hacer frente con mayor eficacia terapéutica a ciertas enfermedades que no tienen relación directa con el VIH, pero “de alguna forma están provocadas por la falta de defensas del paciente”. Es el caso, por ejemplo, de la neoplasia pulmonar (tumor canceroso).
Entre los avances espectaculares en la lucha contra esta enfermedad, cabe destacar “la reducción de los efectos segundarios provocados por los fármacos”. El coordinador del XIII Simposio de Sida de Sitges, y jefe de
En la misma línea, Chiristian Brander, inmunólogo asistente del Centro de Investigación del Sida Partners del Hospital General de Massachussets (Estados Unidos), puso de manifiesto que la ciencia también ha dado “grandes pasos” en reducir otros efectos segundarios como la pérdida de peso, o el sobrepeso, las afecciones cutáneas y los problemas musculares y del sistema nervioso. "Hoy en día, estamos en condiciones de asegurar a la mayoría de los enfermos una buena calidad de vida y hasta un buen aspecto físico", recalcó Brander.
Curar la infección
Así las cosas, José María Gatell apuntó que "el objetivo final de médicos e investigadores es curar la infección", pero mientras, "tendremos que controlarla y seguir investigando hasta conseguir una vacuna preventiva, para que el VIH deje de ser una enfermedad que se tiene que tratar toda la vida”.
El mensaje de esperanza sobre la evolución de la lucha contra el sida fue recogido por Christian Brander, a juicio de quien, “tras una primera etapa sombría en la que el Sida era una enfermedad mortal, hemos conseguido estabilizar la infección y convertirla prácticamente en una patología crónica, y el paciente puede tener una vida bastante normal”. El siguiente paso, destacó el inmunólogo norteamericano, es “curar definitivamente la enfermedad”. Esta es la situación en el mundo desarrollado occidental, según los expertos.
En el caso específico de España, la evolución de la enfermedad sigue parámetros muy parecidos al conjunto de los países avanzados. Ha conseguido estabilizarse y las vías de contagio son mayoritariamente a través del contacto sexual entre personas heterosexuales, mientras que se ha estabilizado entre los homosexuales y disminuido entre los drogadictos.
Se está produciendo una cierta tormenta en Europa a propósito de la política del Gobierno polaco hacia los homosexuales y en concreto con el anuncio de una nueva ley que condena a los profesores que propaguen la homosexualidad en los centros de formación.
El anuncio de este proyecto de ley ha sido considerado escandaloso por algunos, que han puesto el grito en el cielo, como la diputada española Pilar Rahola, que ha criticado a Polonia tildándola de homófoba y antisemita, entre otras acusaciones, y afirmando que los campos de concentración nazis se instalaron en Polonia por la ayuda de los polacos hacia los nazis. Estas afirmaciones, además de ser impropias y no tener nada que ver con el tema de que se trataba, la dichosa ley, son completamente falsas y muy peligrosas, porque de ningún modo se puede permitir tal imprecisión histórica. Pero vamos al tema.
Para concretar las cosas, hay que decir en primer lugar que se trata de un borrador de proyecto de ley que ha elaborado el Ministerio de Educación y que pretende presentar al Gobierno para su tramitación y de ahí a su aprobación hay un abismo.
Recordemos que la coalición de gobierno en Polonia la forman 3 partidos políticos. Uno, el partido Ley y Justicia (PiS), de los hermanos Kaczynski (uno presidente de
Y es en este contexto que hay que considerar el proyecto: un borrador producido por un grupo con tendencias neonazis. Ahora está por ver que el Consejo de Ministros asuma el proyecto y que lo pase al Parlamento. Y que no sea anticonstitucional. Por lo que parece poco probable que prospere, aunque el escándalo ya se ha producido.
Quizás LPR contaba, o espera contar, con el apoyo de los gemelos, pues el que hoy es presidente de
Por eso, cuando el Parlamento Europeo está estudiando pedir a Polonia explicaciones sobre el borrador y analizar su conformidad con la legislación europea, los eurodiputados de PO han pedido que no se precipite, porque lo más probable es que dicho proyecto no llegue a más.
Esperemos que la gente se tranquilice un poco respecto a este tema y, sobre todo, que no tomen al todo por la parte, como la española Pilar Rahola, que ha sido invitada a viajar a Polonia y conocer la realidad de un país que ha demostrado públicamente no conocer.