- Blanco y negro de la ley gay
- Gays sería cobijados en salud y patrimonio de la misma manera que los heterosexuales. La Iglesia defiende sus tesis mientras los parejas del mismo sexo esperan la votación de la plenaria de la Cámara. Discusión.
- La Patria [Colombia], 2007-04-29 # Samuel Salinas Ortegón · Bogotá
Juan Sebastián ha tenido que recurrir a familiares y amigos para pagarse un costoso tratamiento odontológico pues, Arturo -su pareja- no puede cubrirlo con su plan de salud.
Hace un par de semanas Juan Sebastián fue víctima de un atraco en el Parque Nacional de Bogotá, cuando unos sujetos intentaron robarle el reloj y la billetera. Al oponer resistencia, los ladrones lo golpearon dejándolo gravemente herido.
En el centro hospitalario donde acudió para que lo atendieran, le solicitaron el carné de salud, documento que él no posee ya que se encuentra desempleado.
A pesar de que Arturo, su compañero sentimental desde hace siete años, trabaja, tampoco pudo ayudarlo con su seguro médico ni con el tratamiento odontológico, ya que la ley no reconoce como parejas a las personas del mismo sexo. De lo contrario, Juan Sebastián hubiera podido recibir los beneficios de un plan de salud de que gozan las parejas heterosexuales.
Camino de la ley
Las parejas gay esperaban desde 1996 que la Corte Constitucional se pronunciara en este tema. Afortunadamente, en febrero pasado el máximo organismo constitucional decidió reconocerles sus derechos patrimoniales y, de paso, le solicitó al Congreso de la República reglamentar las disposiciones que la ley establece en esa materia.
A lo largo de 10 años cinco proyectos de ley relacionados con los derechos de las parejas homexuales,fueron archivados por los parlamentarios y, ahora, un nuevo intento se tramita actualmente en la Cámara de Representantes.
El autor de esta última iniciativa es el ex senador Álvaro Araújo, quien en su momento vaticinó que "sería un tema polémico".
El pronóstico del ex senador se hizo realidad cuando el proyecto tuvo su tercer debate en la Comisión Séptima de Cámara, donde las posiciones a favor y en contra radicalizaron las discusiones. En la discusión también intervino la Iglesia Católica, que pidió archivar el proyecto.
Para el clero y los legisladores conservadores, el debate debe basarse en convicciones morales y éticas, mientras quienes apoyan la iniciativa quieren que ésta se encamine por la vía jurídica y constitucional.
Posiciones encontradas
El representante de Cambio Radical, Jorge Enrique Rozo Rodríguez, uno de los más fuertes opositores de la iniciativa, sostiene que este tema, tal como está consignado, es inviable porque existe un asunto presupuestal y otro moral.
"La Corte Constitucional, mediante una sentencia, dijo que las parejas gay tenían derechos patrimoniales y que no era necesario hacer una norma para eso, porque ya la tienen", sostuvo Rozo.
Para el congresista, las parejas del mismo sexo manifiestan como argumento el derecho a la igualdad, "pero esta ley lo que está determinando es lo contrario, ya que establecen unas prerrogativas para parejas homosexuales".
En el tema moral, Rozo afirmó que no están de acuerdo con expresiones de las parejas gay que tienen que ver con lo público. "No podemos dejar que las parejas salgan a hacer manifestaciones públicas, eso hace parte de una modernidad y liberalidad que están mal entendidas", sostuvo.
"Si en algo nos distinguimos las personas de los animales es que tenemos cierta privacidad, cierto pudor y no como hacen los gay, quienes salen a hacer cosas grotescas que rayan en la inmoralidad", dijo el parlamentario al defender su posición en contra del proyecto.
Otros pensamientos
Otra cosa piensa el representante Venus Albeiro Silva, coordinador del proyecto en la Comisión Séptima. Según Venus, su posición de defensa al proyecto se basa en la protección de los derechos fundamentales y el compromiso con la Constitución.
"Hay posiciones un poco oscurantistas sobre el tema (...) no es una cuestión de modernidad, ni de moda en las cuales algunos compañeros toman posiciones homofóbicas, sin darse cuenta que estamos en un Estado Social de Derecho", consideró.
Según el representante del Polo Democrático, "lo importante de este proyecto es que lo logramos sacar de la discusión religiosa, de lo moral y de los valores familiares para ponerla en el punto que era, en una discusión constitucional y de igualdad entre algunos colombianos".
Entre lo moral y lo legal
La otra discusión, precisamente, gira alrededor de los temas morales y éticos basados en un concepto de valores familiares. Esta postura la lidera la Iglesia Católica, que se opone al criterio de libre desarrollo de la personalidad que propone la organización Colombia Diversa.
Monseñor Fabián Marulanda, secretario de la Conferencia Episcolpal, dice que "de fondo no hay ninguna indicación de tipo ético o moral, sino más bien como de prevención en el sentido de no crear la confusión de pensar que cuando dos homosexuales deciden vivir juntos, esa ya es una familia, un matrimonio".
Para el prelado "en la Constitución Política la familia está organizada en relación con un hombre y una mujer y no se puede equiparar la unión de dos homosexuales como la que constituyen los heterosexuales".
Considera el jerarca, que se está legislando de manera excepcional. "A la luz de esto no se ve bien una especie de reconocimiento extraordinario especial para parejas del mismo sexo".
Las afirmaciones de monseñor no son compartidas por la directora de la organización Colombia Diversa, Marcela Sánchez, quien sostiene que la Iglesia Católica mantiene una doble posición frente al tema cuando pide que se respeten los derechos de los gay pero, por otro lado, solicita archivar el proyecto en el Congreso.
"El respeto que pide la iglesia tiene que "reflejarse en medidas concretas; yo no puedo tener un discurso de respeto y promover la discriminación en la Ley", afirma Sánchez, para quien "el debate en el Congreso de la República es jurídico y constitucional, precisamente porque éste es un Estado no confesional donde debe primar el interés público sobre el interés particular y en la Constitución no hay ningún precepto moral que no permita legislar en ese sentido".
Frente al proyecto, considera que no "busca privilegios para las parejas homosexuales y no se está pidiendo una legislación especial, el articulado dice claramente que con lo mismos requisitos y condiciones de la parejas heterosexuales".
Beneficios según la ley
De aprobarse el proyecto de ley, los integrantes de la comunidad gay serían cobijados con derechos patrimoniales que les permitirían afiliar a su pareja en salud como beneficiario del trabajador, recibir la pensión de su pareja en caso de muerte o invalidez y acceder a otros beneficios de ley. La iniciativa cursa su último debate para que sea proyecto de ley y pase a sanción presidencial.