- Sebastián: "Gobierno no tiene autoridad para ser educador moral de los ciudadanos"
- Periodista Digital, 2007-06-27
Monseñor Fernando Sebastián, arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, dedica su carta de esta semana a Educación para la Ciudadanía (EpC), una “Asignatura polémica” que según la propuesta de ella que hace el Gobierno es “del todo incompatible no sólo con una visión cristiana de la vida, sino también con una mentalidad verdaderamente democrática y liberal”.
El prelado recuerda que “los gobiernos están para servir”, en el caso de la educación, sobre todo para “ayudar a los padres”, pero advierte que “un gobierno de formas democráticas puede degenerar hacia actuaciones dictatoriales”.
“En esta cuestión puede haber una visión desmesurada de las atribuciones y competencias del Estado, muy propia de la antropología socialista. Y es que la persona no es fruto de la sociedad ni está definida por ella”, puntualiza monseñor Sebastián. El arzobispo subraya que “la libertad personal desborda el área de la vida política” y añade que “por eso el gobierno no tiene autoridad ni competencia para ser educador moral de los ciudadanos”.
Monseñor Sebastián destaca que EpC ”no se limita a ofrecer unos criterios para ser buen ciudadano, sino que pretende ofrecer un sistema moral completo, instruye sobre los sentimientos, las formas de familia, el modo de vivir la propia sexualidad según la propia y variable “orientación sexual”, con la consiguiente equiparación de heterosexualidad y homosexualidad”.
En este contexto, el arzobispo de Pamplona afirma que “si el hombre no es más que ciudadano, resulta que la última referencia moral son las decisiones del gobierno” y subraya que “no es casual que nos digan que en este caso no cabe la objeción de conciencia”.
Asimismo, cree que si EpC “se impone como asignatura obligatoria, resulta inevitablemente un instrumento de mentalización y homologación de los ciudadanos” y el “resultado de este proyecto, sería una sociedad programada, adoctrinada y configurada a gusto de los grupos de poder, despojada de su libertad y de su creatividad cultural”.
Finalmente, monseñor Sebastián pida a los padres que “estén presentes y sigan de cerca los textos y los contenidos que los profesores imparten a sus hijos en cada capítulo del programa”.
“Los Centros son los primeros responsables y ante sus dirigentes hay que hacer la primera presión. Los Centros religiosos tienen que plantearse muy seriamente si de verdad pueden impartir esta asignatura sin deformar la mentalidad cristiana de sus alumnos. De hecho, algún libro de texto preparado por una Editorial católica no supera los inconvenientes que acabamos de señalar”, concluye el prelado.