2007/12/16

> Erreportajea: Aktibismoa > LA LUCHA DEL COLECTIVO GAY, NO SOLO CUESTION DE LEYES

  • La lucha del colectivo gay, no sólo cuestión de leyes
  • La violencia homófoba y la falta de aceptación personal en la adolescencia siguen a la orden del día. La mayoría ha padecido graves conflictos en su juventud derivados del modelo de educación, "que nos hace sentir sucios"
  • La Opinión de Málaga, 2007-12-16 # Lucas Martín · Málaga

Pocos años han resultado tan esforzados y controvertidos para la población homosexual como el que está a punto de expirar. A la regulación del matrimonio entre parejas del mismo sexo, se han unido la sanción de otros derechos de carácter universal que, hasta ahora, se escatimaban sistemáticamente. La aprobación del Estatuto de Andalucía, que incita a las instituciones a combatir la homofobia, o la reciente inclusión de las operaciones de transexuales en el sistema sanitario público han sabido remendar algunas de las carencias legales. Pero no todo el balance se antoja positivo.


Junto al reconocimiento del ordenamiento jurídico, se han alzado sectores en contra de la equiparación de derechos. La asignatura Educación para la Ciudadanía, que recoge entre sus contenidos el respeto a la diversidad sexual, derivó en un enfrentamiento dialéctico y altoparlante con algunas organizaciones. A la luz de polémicas y sucesos, parecería que existe recelo hacia los homosexuales, pero las encuestas dicen lo contrario. ¿Es Málaga una provincia homófoba? Probablemente, la respuesta es negativa. Pero eso no exime de capítulos de discriminación y desprecio.


En la sede del Colectivo de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (Colega) de Málaga, conocen la crudeza de una sociedad que cataloga conductas y codifica lo que está bien y lo que está mal. Casi todos sus asociados han sobrevivido a un proceso paralelo. Falta de aceptación personal, burlas de amigos y compañeros, culpabilidad y miedo, mucho miedo.


Regina Burgos, bisexual de 25 años, es un caso felizmente atípico. Ni su familia ni sus amigos se extrañaron porque saliera con mujeres, aunque tuvo que soportar visiones que se agarraban al tópico y la tildaban de "viciosa". "Como si fuera un capricho, yo me enamoro de la persona y no miro si es hombre o mujer", explica.


Regina, ´Gina´ para los amigos, asevera que no entiende la existencia de reservas morales hacia algo que, en definitiva, está en consonancia con los postulados básicos de la mayoría de los credos del mundo. "No sé cómo puede haber gente que se oponga a que una se enamore", dice.


La incomprensión también está presente en la vida de Laura García, aunque, en este caso, como un recuerdo acerbo e indigesto. A pesar del apoyo brindado por su familia, reconoce que su infancia y adolescencia estuvo marcada por una confusión de valores que casi siempre se atoraba muy adentro. Desde niña se fijaba en las mujeres, pero tenía miedo a admitirlo. Las visitas a la Iglesia, la percepción de que sus deseos no se ajustaban a la convención y el miedo a que descubrieran sus inclinaciones. "Me sentía sucia, creía que iba a perder a mis padres, que era muy malo sentir aquello".


La cosa no mejoró con el ingreso en el instituto, donde fue víctima de todo tipo de escarnios e insultos. En la universidad, se decidió a confesarlo, no sin antes recurrir a un psicólogo. "Me faltaba información, no sabía cómo era el sexo entre mujeres, si se contagiaba el sida o no", rememora.


Laura, que imparte charlas en centros escolares, considera que la educación es esencial para evitar años de comezón y sufrimiento. "Si a mí me hubieran dicho que no pasa nada y que existen diversas opciones, no habría pasado por un dolor que casi acaba conmigo", señala.


La experiencia de García es compartida por David Cedeño, presidente de la asociación, que apela a la estadística y dice que nueve de cada diez homosexuales no se atreven a reconocer su orientación en la adolescencia. Lo que para él, es sinónimo de sufrimiento. "Al final descubres que te han cercenado una parte de tu vida", asegura.


El actual responsable de la federación no extrae sus conclusiones de postulados filosóficos, sino de sus propias vivencias. Hasta que se decidió a acudir a la asociación, su vida estaba jalonada por una suerte de pánico que se filtraba en todas las facetas. Lo único que conocía de los homosexuales era la caricatura grotesca que campea en los recodos más negros del imaginario colectivo. Evidentemente, no quería parecerse a ella. En su caso, fue la cultura la que vino en su auxilio, especialmente Luis Cernuda y su poemario ´Los placeres prohibidos´. "Me di cuenta de que no había una forma de ser gay, sino tantas como de ser heterosexual".
Cedeño explica que uno de los mayores problemas del colectivo radica en la falta de visibilidad.


Los modelos que se reproducen y salen a la luz participan de visiones adocenadas. "Ni tenemos por qué ser artistas, ni tener más sensibilidad. Hay personas de todo tipo", comenta.


La noción de visibilidad que expone el presidente de Colega no tiene nada que ver con fiestas e histrionismos del día del orgullo gay. "Eso está bien, pero es una fiesta, carece de carácter reivindicativo", reseña. En su opinión, se trata de normalización, una asignatura aún pendiente en la sociedad. Sobre todo para plantarle cara a la homofobia, un problema social que no se percibe con la consideración que merece. "Tú mismo parece como si te acostumbrases a cierta violencia. La mayoría de las víctimas no denuncia por miedo a que su familia sepa el motivo". Todavía queda mucho trabajo por hacer.


La exclusión laboral entre los transexuales

Colega instará a los partidos políticos a incluir en sus programas electorales una serie de medidas para paliar la exclusión laboral de los transexuales, un segmento de la población que padece altas cotas de desempleo y marginación. Según el presidente de la asociación en Málaga, David Cedeño, buena parte del colectivo se ve abocado a ejercer la prostitución, oficio que, junto al espectáculo, constituye la salida más recurrente entre los transexuales. "Al ser visibles los cambios, tienen muchas dificultades de encontrar trabajo en otros sectores profesionales". De acuerdo con Cedeño, la población también adolece de falta de cualificación, una consecuencia derivada del desencanto y la frustración de la niñez y la adolescencia. "La incomprensión y los problemas de aceptación casi siempre deriva en fracaso escolar", comenta.

No comments: