2007/12/02

> Elkarrizketa: José María Avilés > "MAS ALLA DE LOS MUROS DE LA ESCUELA SIGUE HABIENDO BULLING"

  • José María Avilés: "Más allá de los muros de la escuela sigue habiendo 'bulling' y ninguna institución ayuda a las víctimas"
  • El orientador escolar José María Avilés, que lleva más de una década estudiando el acoso entre iguales, clausuró ayer el congreso sobre infancia y adolescencia celebrado en la UPV convencido de que la violencia escolar trasciende los muros del colegio "y hacen falta ayudas urgentes"
  • Noticias de Gipuzkoa, 2007-12-02 # Jorge Napal · Donostia

Es un problema de alto calado social, aunque siempre "es más fácil decirle a la escuela que lo arregle", asegura el psicólogo e investigador de la Universidad de Valladolid, José María Avilés. La conocida como violencia escolar, barrunta este experto, tal vez sea una expresión interesada que denota una insuficiente voluntad por repartir responsabilidades. El profesor asegura que ya es hora de que la sociedad se implique para combatir este fenómeno.


Un simple tortazo era hace años una chiquillada de patio de colegio mientras que hoy dispara todas las alarmas entre muchos padres. ¿Dónde se ubica el punto a partir del cuál se puede hablar de violencia escolar?

Un simple tortazo es un indicador que puede estar diciendo o no posibles cosas pero para hablar de problemas serios se tienen que producir otra serie de indicadores, como son la recurrencia, la repetición de esos malos tratos y centrados además sobre una misma persona. Para poder hablar de bulling es preciso que exista un desequilibrio de poder.


Los centros escolares y padres están más alerta que nunca pero se enfrentan a un fenómeno que no saben tasar.
Nos falta entrenamiento porque carecemos de una cultura que permita abordar el fenómeno de manera seria. Estas situaciones históricamente se han ridiculizado y menospreciado, y quizá ahora el péndulo ha pasado al otro extremo, de tal forma que nos estamos fijando demasiado en este fenómeno. Trabajo con muchos padres y alumnos y percibo que cuesta mucho reflexionar sobre este tema: ser crítico con lo que está sucediendo en los patios y con nuestras propias acciones. No es fácil poner etiquetas a las cosas, y por eso ese necesario ese entrenamiento para separar el trigo de la paja.


¿No se están viendo fantasmas donde no los hay?

Probablemente. Hemos empezado a mirar las cosas de otra manera y quizá hemos cometido errores por nuestro excesivo nerviosismo, pensando que suceden cosas que en realidad no son así. No podemos ver fantasmas detrás de cada puerta. Desde luego que si nos fijamos en los datos, se trata de un fenómeno preocupante pero no tan recurrente como se quiere hacer creer.


Se ha lanzado tal catarata de cifras estadísticas sobre este fenómeno que uno no sabe a qué dato acogerse para hacerse una idea real.
Hay que ser muy prudente con los datos ya que cuando se lanzan hay que preguntarse también quién lo hace y con qué intereses.


¿Y quién puede estar interesado en ofrecer una imagen sobredimensionada?

Es bueno hacerse esa pregunta. ¿Quién gana con dar una imagen distorsionada de determinadas escuelas y la violencia que viven, yendo más allá del problema que existe?


¿Y quién gana?
No me atrevo a juzgar, pero cuando se genera una imagen de la escuela donde hay muchos conflictos y problemas, inmediatamente la reacción suele ser la de imponer el orden a través de medidas restrictivas y de coerción. Esta actuación origina otro modelo de escuela que favorece una determinada tendencia y visión pedagógica. Tenemos un país como Francia que ha ido y ha venido varias veces sobre esos modelos policiales y de seguridad para controlar determinadas conductas. Indudablemente, la lectura de datos escandalosos pueden llevar a pensar que eso sería lo necesario pero la escuela no es el escenario donde se debe actuar de este modo. Los profesores no se pueden convertir en policías de sus alumnos porque estaríamos haciendo un flaco favor a la propia educación.


Paradójicamente, ¿no se tiende a ello?

No tengo esa impresión. La escuela debe ir por derroteros de conciliación, de búsqueda de acuerdos y negociación. En la medida que dejemos participar a los alumnos en la búsqueda de la solución a los problemas que viven, las cosas irán mucho mejor.


Se dice habitualmente que el acoso escolar es un problema que debe solucionarse en la escuela. ¿No es mucho más que un fenómeno estrictamente escolar?

Sin duda, el acoso es un problema que sobrepasa la escuela con creces porque sucede en el barrio, en la calle, en los momentos de ocio, la pandilla...


¿Y por qué hablar entonces de acoso escolar?
Tal vez sea una expresión interesada que denota la insuficiente voluntad por abrir la responsabilidad a otros ámbitos que están deseando participar en esa resolución, como los servicios sociales y ayuntamientos. Más allá de los muros de la escuela los chicos siguen sufriendo bulling y no hay figuras que puedan ayudarles, protegerles y crear una coraza de protección alrededor suya. ¿Dónde está la escuela cuando a un niño le agreden entrada la noche? En esos momentos tiene que existir también una red de ayuda, y es la propia sociedad la que se tiene que constituir como defensora de los más débiles y de quienes sufren. No es un fenómeno estrictamente escolar y si seguimos pensándolo no abordaremos nunca el problema.


¿Es fundamental crear en la víctima el clima de confianza suficiente para que cuente lo que le está sucediendo?

Claro, cuando hay un problema lo principal es crear un clima de confianza porque la mayor parte de las víctimas no hablan porque sienten miedo. En la medida que las propias instituciones respondan ante este tipo de problemas, estaremos generando el clima de confianza necesario. El problema es que muchas veces no se llega a oír ese lenguaje institucional, y por eso la administración se tiene que mojar de tal modo que la víctima sienta que la escuela está lado de quien está teniendo problemas.


¿Y cómo expresar ese apoyo de modo que la víctima lo interiorice?

Se tiene que tocar, se tiene que palpar, porque en la medida en que las víctimas sientan que tienen aliados a su alrededor, se van a confiar de tal manera que dejarán de sentir miedo al contar su vivencia.

No comments: