- Hospitalizados 15 hombres en Madrid tras tomar éxtasis líquido
- Perdieron la consciencia durante las celebraciones del Orgullo Gay
- El País, 2007-07-03 # F.J. Barroso · Madrid
"Estaba hablando con un amigo que había venido de Inglaterra para pasar el Orgullo, cuando de repente me caí y sólo vi los focos de la sala. Cuando me he despertado, ya estaba en el hospital". Así recordaba ayer Marc (nombre ficticio) cómo sufrió el desvanecimiento en la madrugada del domingo. Marc vive en Chueca, tiene 35 años y estuvo ingresado en urgencias hasta ayer por la tarde.
Marc es una de las 15 personas atendidas en la madrugada de ayer en hospitales de Madrid tras haber ingerido pastillas y éxtasis líquido. En todos los casos se repitieron los síntomas: inconsciencia, mareos, dificultades respiratorias e hipertensión. En algunos casos, los afectados sufrieron fuertes convulsiones, según Emergencias Madrid.
Marc reconoce que había llevado un fin de semana en los que empalmó fiestas con fiestas. Para aguantar, se compró pastillas de éxtasis, que se iba comiendo en función de lo que le pedía el cuerpo. Una cada cuatro o cinco horas, según recuerda. El precio, cinco euros por pastilla. "El éxtasis líquido me lo dio un amigo. Él lo compra por Internet, como hacen todos. Después me lo dio porque le salió muy barato", añade este profesor, que lleva un año en España.
"Durante estos días he comido muy poco. Sólo cosas basura, como hamburguesas, perritos calientes y nada consistente. Eso sí, he bebido muchos zumos", afirma con un marcado acento inglés. El consumo de zumos es lógico porque el alcohol elimina los efectos eufóricos del éxtasis.
Marc recuerda que, al empezar la noche, había estado en el Space, una sesión dance en la sala Macumba. "Hacía mucho calor. No paraba de sudar", explica desde su cama de
La primera víctima cayó desmayada poco antes de la una de la madrugada. Los voluntarios de Cruz Roja que estaban de guardia en las puertas de la discoteca atendieron a este hombre y, tras estabilizarlo, lo trasladaron al hospital Clínico. "A partir de esa hora, empezaron a caer muy seguido. Tuvimos que mandar cinco más ambulancias y hacer una rueda porque no dábamos abasto", declaró un portavoz de Cruz Roja. El último traslado fue a las cuatro de la madrugada. Los síntomas eran comunes a todos: mareos, bajo nivel de consciencia, mucha sudoración e hipertensión. Las víctimas tenían características muy similares: varones de entre 30 y 40 años, en su mayoría españoles, aunque también había ingleses y holandeses.
Fuentes de
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