> Berria: Hiesa > CASTILLA Y LEON: LA PREVENCION REDUCE A LA CUARTA PARTE LOS CASOS DE SIDA EN TAN SOLO UNA DECADA

• La prevención reduce a la cuarta parte los casos de sida en tan solo una década
• La provincia registró 15 enfermos nuevos en el 2006 y 71 en 1996 La cifra de las personas que no sospechan estar infectadas al ser diagnosticadas baja el 17%
• El Norte de Castilla, 2007-04-11 # Ana Santiago · Valladolid

La prevención es claramente efectiva frente al contagio del sida. La evolución del síndrome de inmunodeficiencia adquirida, desde que apareciera la epidemia en 1981, recoge la efectividad de la mayor información sobre el virus y sobre las formas de evitarlo. Así, los casos nuevos registrados cada año en la provincia aumentan hasta alcanzar sus más altas cifras a mediados de la década de los 90, con 64 nuevos diagnósticos en 1995 o 71 al año siguiente, para empezar a decaer claramente a partir de 1997 y situarse en torno a las 25 nuevas infecciones anuales en Valladolid a partir del 2002.

Una comparativa entre 1996 y el pasado ejercicio, que sumó solamente 15 nuevos registros, supone una reducción de los muevos infectados a menos de una cuarta parte, según los datos facilitados por la Consejería de Sanidad. Fue en dicha época cuando los programas de metadona, en sustitución de la heroína, se ampliaron y también los de entrega de jeringuillas además de conductas sexuales, con el uso del preservativo, más preventivas. Posteriormente, contribuyó al descenso la modificación de los hábitos del consumo de drogas.

En cuanto a las tasas acumuladas, son 715 las personas que, desde el principio de la epidemia, han contraído la enfermedad; lo que supone una incidencia por millón de habitantes de 1.389,23. Valladolid es, por lo tanto, la provincia con mayor porcentaje detrás de Palencia (1.412,34 por millón de habitantes) y seguida de Burgos (1.179,99) o Salamanca (1.109,49), frente a Segovia que disfruta de las tasas más bajas (610,89). No obstante, en estas cifras hay que tener en cuenta la población reclusa de la localidad palentina de Dueñas, la salmantina de Topas o Villanubla que incrementan la incidencia en estas zonas.

Contagio vía sexual
En cuanto al comportamiento de riesgo más frecuente, los datos de Sanidad revelan que el primer lugar lo siguen ocupando los usuarios de drogas intravenosas, que representan el 68,0% de la comunidad y el 62,6% de la media nacional. Le siguen en orden de importancia en Castilla y León, la transmisión heterosexual y el contagio homosexual, con el 16,9% y el 6,5% respectivamente.

Sin embargo, la vía sexual es la que realmente aumenta las transmisiones y la responsable cada año de un mayor peso en las infecciones. Así, dentro de los 72 casos diagnosticados durante el 2004, la transmisión heterosexual representaba el 30,56% y de los 64 detectados en el 2005, suponía el 31,22%. En el pasado ejercicio sube al 41,30%, de los 46 casos diagnosticados.

En cambio, desde 1996, los casos de sida diagnosticados en toxicómanos por vía intravenosa tienden porcentualmente a descender y han pasado del 72,73% en 1996 al 45,65% diez años más tarde.

No obstante, las tasas de incidencia anual han descendido en todos los comportamientos de riesgo.

Los datos de Salud Pública y Consumo también revelan una menor conciencia de las conductas que pueden comportar un riesgo de contagio. Así, el 30,43% de las personas infectadas en el 2004 no eran conscientes de estar infectadas con el virus en el momento del diagnóstico de sida, es decir, que Sanidad constató en el mismo año el VIH y el hecho de ser caso de sida. Un año más tarde, esta cifra fue del 34,43% y, en el 2006, del 47,62%, es decir, que en un solo año baja el 17% el número de personas que no sospechaban estar enfermas.

Comparativa
Las cifras de Castilla y León, y de Valladolid en particular, son mejores que las de las medias nacionales. Así, según la última actualización del Registro Nacional del Sida, del día 31 de diciembre del 2006, España contabiliza 73.977 casos de sida, lo que representa una tasa de incidencia acumulada desde el inicio de la epidemia de 1.677,16 por millón de habitantes, y una de incidencia anual en el 2004 de 45,8 por millón de habitantes; de 37,2, en 2005, y de 24,3, en 2006.

En Castilla y León, el número de casos desde 1981 es de 2.682 y la tasa de incidencia acumulada alcanza los 1.068,16 casos por millón de habitantes y una tasa anual, en el 2004, de 29,2 por millón de habitantes; de 26,0, en el 2005, y 18,7 en el 2006.

Es llamativo, tanto en Castilla y León como sobre todo el Valladolid, el aparente repunte de casos en el año 2000 que pasan de 31 de 1999 a 56. Según fuentes de la Junta, este aumento no debe interpretarse como una nueva mayor incidencia del sida sino a cuestiones del propio registro epidemiológico. Mayor número de declaraciones y de casos detectados y no de un fenómeno epidemiológico. Probablemente son diagnósticos anteriores, repartidos en varios años que hasta el 2002 no se registraron.

La contabilidad regional constata además una mayor incidencia del síndrome de inmunodeficiencia en los varones. El reparto de casos es del 78,5 % de hombres y solo el 21,5% de mujeres.

En cuanto a la distribución de la epidemia por grupos de edad, los de mayor afectación son los de 25 a 40 años de edad. En 1991 los grupos más frecuentes eran los de 20 a 29 años seguidos de 30 a 39 años. En los casos diagnosticados en el año 2005 los más frecuentes son los de 40 a 49 años seguidos de los de 30 a 39 años. Un síntoma más del éxito en la lucha contra el sida.

El diagnóstico precoz de la infección continúa siendo clave para reducir la incidencia de sida, por lo que Sanidad recomienda hacerse la prueba del sida cunado haya habido situaciones de riesgo.

Desciende la demanda de pruebas
El Clínico y el Río Hortega realizan anualmente más de dieciséis mil pruebas de sida. La demanda de particulares de las mismas para la detección precoz ha disminuido según ha cedido el temor a la enfermedad. Solamente entre el 6% y el 8% dan positivo, según fuentes sanitarias.

Por lo tanto, la mayoría de los análisis son rutinarios. Es de protocolo hospitalario realizarlas en todas las intervenciones quirúrgicas, en los casos de accidentes hospitalarios que puedan suponer un riesgo para los trabajadores, a todas las embarazadas con control ginecológico y a cuantas personas teman haberse contagiado con el VIH.