- Un falso documental liquida al 'premier' danés
- El Mundo, 2007-04-22 # Anxo Lamela · Copenhague
Un falso documental en el que se narra el asesinato del primer ministro danés, el liberal Anders Fogh Rasmussen, a manos de su amante, un joven anarquista, y en el que se manipulan los testimonios de conocidos políticos ha desatado la polémica en Dinamarca sobre los límites de la libertad de expresión.
El filme, titulado AFR por las iniciales de Rasmussen, es la obra de un joven director, Morten Hartz Kaplers, que ha recibido unánimes elogios de la crítica danesa, como ya ocurrió en febrero en el festival holandés de Rotterdam, donde ganó el premio principal.
Distinta ha sido, en general, la reacción de los políticos daneses, protagonistas involuntarios del filme, que usa declaraciones suyas realizadas en otros contextos para elaborar una historia emparentada con otros documentales de reciente aparición como Death of a president, sobre el hipotético asesinato del presidente de EEUU, George W. Bush.
AFR comienza con la muerte de Rasmussen, alcanzado por un obús de camino al Parlamento, lo que genera reacciones de personalidades de la política danesa e internacional, como Bush, el hasta hace poco secretario general de
El principal sospechoso, un joven revolucionario de nombre Emil, interpretado por el propio Hartz Kaplers, es abatido por la policía días después.
A partir de los testimonios de personajes reales y ficticios, AFR reconstruye las historias de Rasmussen y Emil hasta que se encuentran, se enamoran y se separan, cuando aquél decide romper la relación secreta al aproximarse su elección como primer ministro.
La caracterización de Rasmussen como homosexual es uno de los elementos más polémicos, al igual que las manipuladas declaraciones de la política ultranacionalista y aliada suya Pia Kjærsgaard. «Pero si era marica, todo el mundo lo sabía», exclama ella en el filme, aunque en realidad se refiere al asesinado líder holandés Pim Fortuyn.
Kjærsgaard ha criticado el uso «repulsivo» de sus declaraciones y que se bromee con el asesinato de Rasmussen a la luz de lo ocurrido con Fortuyn y la ex ministra de Exteriores sueca Anna Lindh.
Para el director-actor, que hasta ahora sólo había realizado cinco cortos, la discusión es «provinciana» y la cuestión es en realidad si Dinamarca es un país tan libre como para aceptar un primer ministro homosexual.
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