- LGTB / Señalan el peso de la iglesia armenia como uno de los principales motivos de la discriminación
- Más de 17 asesinatos homofóbicos en Armenia
- El actual régimen equipara oficialmente homosexualidad con esquizofrenia. Socialmente, la situación es peor: “Ser LGTB en Armenia no es sólo difícil, es peligroso”, afirman activistas que denuncian la fuerte represión.
- Diagonal, 2007-09-06 # Pedro Carmona
Hace unos meses, tras un largo periodo de discretos preparativos, la asociación Nosotr@s por la Igualdad Civil (MENK, en sus siglas en armenio) salió a la luz pública para conseguir “el cambio social y la creación de una comunidad de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGTB) en Armenia”. Entre sus actividades destaca la denuncia contra la represión sexual generalizada de Armenia y, en particular, de los continuos asesinatos homofóbicos que suceden periódicamente en el país. Según miembros de MENK que prefieren no ser identificados, “sólo en Everán, la capital de Armenia, tenemos constancia de 17 asesinatos recientes contra personas LGTB, en su mayor parte travestis y transexuales. En el resto del país, eminentemente rural, la información es mucho más difícil de contrastar y la tasa de asesinatos por homofobia es presumiblemente mucho mayor”. Entre estas víctimas se cuentan activistas LGTB que habían expresado su opción sexual públicamente. Un caso especialmente sonado fue el de un joven gay asesinado por órdenes de su propia madre a manos de su primo.
“La familia tradicional Armenia es enormemente patriarcal”, señalan en MENK. Con roles divididos, con una gran autoridad masculina, la mujer confinada al hogar, y donde el matrimonio es una institución. La gente joven que no se casa encuentra gran rechazo: “un soltero, y más una soltera, es un extraño social”. El descubrimiento de la homosexualidad de un familiar a veces se salda con violencia, torturas, secuestros o incluso la muerte, especialmente en los pueblos sin que dichos casos tengan nunca repercusión. “La confusión y la falta de una propia identidad en las mujeres lesbianas o bisexuales es enorme, dada la ausencia absoluta de referentes públicos”, señala una activista de la asociación. Miembros del MENK señalan el gran peso de la religión como “uno de los principales motivos de la homofobia, el patriarcado y la represión”. La extendida influencia de la Iglesia Armenia- Iglesia nacional independiente con vínculos indirectos con la Iglesia Católica- se refleja, por ejemplo, en que “en Everán existe una iglesia para cada cuatro habitantes. Dicho poder se manifiesta en una imposición de posturas retrógradas en temas como la sexualidad, el sida o la libertad de las mujeres”. Armenia derogó en 2002 el artículo 116, heredado de la antigua URSS, que criminalizaba la homosexualidad y la castigaba hasta con cinco años de cárcel. En los años 1996-1999 hubo al menos 15 condenas en Armenia por la aplicación de dicho artículo. A pesar del cambio legislativo teóricamente permisivo -al que contribuyó la presión diplomática extranjera-, las instituciones mantienen un altísimo grado de homofobia. En una reciente reforma legal fue restaurada la prohibición a los gays de formar parte del ejército tras una campaña de histeria nacional motivada por el “descubrimiento” público de la homosexualidad de un soldado. Este fue expulsado de las Fuerzas Armadas y las autoridades cambiaron los cubiertos y mobiliario de todo su regimiento “por higiene”. La homofobia del Gobierno le ha llevado a comprar el edificio donde se ubicaba el único bar LGTB del país para proceder a su cierre. La estrategia de MENK es reclamar la igualdad civil que las leyes reconocen pero que en la práctica se les niega.
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