- Tres décadas de orgullo gay
- Noticias de Gipuzkoa, 2007-06-28
Primer manifestación del Día del Orgullo Gay celebrado el 22 de junio de 1978 en Bilbao. Foto: 'Gay Hotsa'
Era el 25 de noviembre de 1977. "Aquella fecha la sentimos como nuestro primer 28 de junio (Día del Orgullo Gay), porque era la primera vez que salíamos a la calle como colectivo". Imanol Álvarez fue uno de los activistas de EHGAM -Movimiento de Liberación de Gays y Lesbianas de Euskal Herria- que, junto con otros 4.000 ciudadanos y distintos colectivos, se manifestó en Bilbao en contra de
Algunos meses más tarde, el 28 de junio de 1978, vino la primera concentración del País Vasco que correspondía estrictamente al Orgullo Gay. "En los primeros años, había más gente en las aceras que en las manifestaciones. Porque la gente tenía curiosidad por saber qué era aquello. La mayoría de participantes, por su parte, venía a mostrar su solidaridad sin ser homosexuales", recuerda Álvarez. Así es como salió del armario el movimiento de gays y lesbianas en Euskal Herria hace 30 años. Las concentraciones de hoy, en el Día Internacional de Gays y Lesbianas, servirán para recordar esta efeméride.
"Homosexualitatea kalera" fue el primer lema de las movilizaciones. "Tras la muerte de Franco, se vivía una gran efervescencia política y social que nos ayudó mucho. Éramos gente joven y no conocíamos el asociacionismo", recuerda Álvarez, que por aquel entonces tenía 20 años.
Los objetivos que perseguían tenían dos vertientes: hacer visible su existencia para luchar contra la homofobia y reivindicar los derechos y que les correspondían. Además, según indica, querían transmitir a la gente que sentía un deseo homosexual "que debía perder el miedo y salir del armario porque así sería más fácil conseguir más cosas".
Con esta ambición, durante
Gipuzkoa: aldabonazo trágico
Un año más tarde, el sábado 22 de junio, se celebró en Bilbao el primer Día del Orgullo Gay que tuvo lugar en Euskal Herria. No tuvo lugar el 28 de ese mes, sencillamente porque no coincidía con un fin de semana. Aquella efervescencia coincidió en el tiempo con la primera manifestación de este tipo en Barcelona (1977), que fue pionera en el Estado.
Mikel Martin y Julen Zabala conocieron de primera mano la creación de este movimiento en Gipuzkoa. En junio de 1979, el asesinato de Francis (Francisco Vadillo), un travestí tiroteado por un policía nacional vestido de paisano, fue un aldabonazo para la sociedad guipuzcoana.
Martín recuerda aquellos años como momentos de "ilusión", en los que actuaban movidos por el "ímpetu de la juventud". "Queríamos luchar a cara descubierta y decir que ya estaba bien. Aquí estamos y no nos ocultamos era nuestro lema. Vinimos a Donostia en aquellas circunstancias trágicas, convocados por Ehgam y con una pancarta en la que se podía leerFrancis gogoan zaitugu ". Fue la primera aparición pública del movimiento de gays, lesbianas y transexuales en el territorio.
"A partir de ese día, no queríamos que nada fuese igual. Queríamos libertad en mayúsculas, respeto a nuestra dignidad y derechos humanos. La diferencia de con quién nos acostábamos no era ningún argumento para que nos consideraran menos que nuestros padres, nuestros maestros, o menos que nuestros compañeros de trabajo", añade Martin.
En aquella sociedad "las resistencias eran muy grandes", en palabras de Julen Zabala. De hecho, hasta 1983 Ehgam tuvo que seguir actuando en situación de alegalidad. Más tarde llegó el problema del sida y la estigmatización que supuso para el colectivo homosexual. Aun así, según explica Zabala, "la sociedad fue asumiendo poco a poco la realidad de los gays y lesbianas". "Se fueron creando una especie de guetos en los que nos reuníamos -bares, zonas,...-. Socialmente se ha convertido en algo permitido, aunque se le arrincona mucho todavía", añade.
En la actualidad, aunque la sociedad sea "radicalmente distinta" a la de hace 30 años, "todavía queda camino por recorrer", según coinciden estos miembros del colectivo gay. Los esfuerzos se centran ahora en el ámbito social.
"Se ha mejorado mucho en cuanto a los derechos de vivir nuestra sexualidad en libertad", apunta Imanol Álvarez. Sin embargo, Julen Zabala añade que "el problema está en el día a día en las escuelas, en los puestos de trabajo, etc.". "En cuanto al reconocimiento social, hay mucho que hacer. No hay sensación de que todos vayamos en la misma vía. El 80% de gays y lesbianas no lo declara en su trabajo para evitar problemas y discriminaciones", recuerda. Mikel Martin también se pronuncia en esa línea: "La cuestión de la libertad de los gays y lesbianas atañe a todas las personas de la sociedad".
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