2007/03/11

> Erreportajea: Bestelakoak > ALEMANIA: PODER GAY

  • Poder gay en Alemania
  • Los homosexuales han llegado a lo más alto en la sociedad germana, donde se han convertido en un factor económico de primera magnitud
  • Las Provincias, 2007-03-11

Las cifras no engañan, dicen los expertos, y por eso, antes de entrar en el detalle, un par de números pueden explicar las razones de una portada periodísticas que me asombró, tanto por el tema como por su presentación. No es común leer en la portada de una respetada revista económica la palabra “maricón”, ni tampoco que esté relacionada con la economía. No es una broma. Hace una semana, el influyente semanario Wirtschaftswoche decidió pintar su portada de rosa y escribió la sonora palabra acompañada de una interrogante apropiada al contenido de la revista: “¿Y esto qué tiene ver con la economía? Mucho”, se podía leer en la primera página.


Primero, las estadísticas. Los expertos afirman que el 8% de los hombres en Alemania son homosexuales y entre un 3% y un 5% de las mujeres, lesbianas. En Berlín, por ejemplo, las estadísticas señalan que 300.000 habitantes son homosexuales y Colonia, la alegre ciudad a orillas de Rin, está algo más que orgullosa de dar techo y trabajo a unos 100.000 gays y lesbianas. Después de constatar la tendencia sexual de los habitantes de Berlín y Colonia, las dos ciudades más famosas del país a causa de su tolerancia, el semanario llegó a la conclusión de que la población homosexual, aparte de haber abandonado los armarios hace ya décadas y de haber escalado posiciones en la conservadora sociedad germana, se ha convertido en un factor económico de primera magnitud.


Un botón de muestra: “La fuerte presencia de homosexuales (en Colonia) es un cumplido para la ciudad y una muestra de su tolerancia y apertura. Pero también un factor económico de primera magnitud”, señala la revista, al sugerir que llegó la hora de desarrollar una nueva teoría económica relacionada con el mundo homosexual. Según los autores del reportaje titulado “Homo economicus”, la nueva teoría, además de tener en cuenta el poder de compra del mundo homosexual, debe incluir un estudio sobre la influencia que ejerce una comunidad homosexual importante en el desarrollo económico de una ciuda d. “Un clima de tolerancia y apertura atrae no sólo a los homosexuales, sino también a toda una clase de gente creativa e innovadora a la ciudad, como ingenieros, programadores, artistas, arquitectos, investigadores y diseñadores. Esta gente llena al hoyo postindustrial con ideas e innovaciones”.


La teoría es provocadora y, si uno observa el desarrollo de Colonia, llega fácilmente a la conclusión de que se ha convertido en una feliz realidad para la ciudad. Además de ser una codiciada plaza para la industria del cine y la televisión, Colonia es un imán para los actores de la “economía creativa”. Firmas como Microsoft y Electronics Arts se han instalado en la ciudad y, en Ford, los trabajadores homosexuales están organizados en grupos y gozan de derechos reales. Por ejemplo, el “viudo” de un trabajador homosexual tiene derecho a recibir la pensión del grupo, siempre y cuando la pareja tuviera legalizada la relación ante las Autoridades.


Economía creativa
Berlín no tiene los encantos que ofrece Colonia, pero las dos ciudades han hecho grandes esfuerzos para atraer el homoturismo después de que una encuesta reveló que un homosexual gasta hasta cuatro veces más que un heterosexual. Colonia le arrebató a Berlín la sede de los Juegos Olímpicos Gay de 2010, pero la capital ofrece otros en can tos que han revolucionado la política alemana, como el telegénico y popular Klaus Wowereit, que luce en su biografía política la hazaña de haberse convertido en el primer jefe gay de un land.


La frase –‘‘Soy maricón y está muy bien”– que Wowereit pronunció en un congreso de su partido, el SPD que debía proclamarlo candidato, sirvió como trampolín para que otro político importante, el presidente del Partido Liberal (FDP), Guido Westerwelle, saliera del armario hace un par de años.


“En Colonia y Berlín, uno de cada diez habitantes es homosexual y ocupan cargos de liderazgo. Existen organizaciones religiosas y políticas para homosexuales, y los dueños de pisos los prefieren porque no tienen niños. En las grandes ciudades, hay barrios que ofrecen una infraestructura completa para homosexuales, desde dentistas y cafeterías hasta asilos”, según el Bild.


En la campaña electoral de 1998, los estrategas de Gerhard Schröder descubrieron la importancia del voto gay y el SPD prometió, en caso de ganar las elecciones, legislar para que las parejas homosexuales fueran reconocidas por la ley. Schröder expulsó del poder a Helmut Kohl y, el 1 de agosto de 2001, Angelina Baldow y Gudrun Pannier escribieron un nuevo y pequeño capitulo en la historia del movimiento gay alemán, al contraer matrimonio.


Hace pocos meses, la familia política alemana especuló con una hipótesis que llenó páginas y páginas en los periódicos. El triunfo electoral de Wowereit en Berlín hizo creer a muchos comentaristas que el político socialdemócrata podría aspirar a ser canciller. La hipótesis no pasó desapercibida al Bild, que dedicó la mitad de su primera página a una pregunta: “¿Será Wowi el primer canciller homosexual?”. Ser gay en Alemania dejó de ser un handicap y tampoco ya nadie quiere recordar que los nazis castraban a los homosexuales para defender la pureza de la raza aria y que, hasta hace sólo 37 años, la sociedad germana castigaba con la cárcel las relaciones entre hombres.

> Berria: Aktibismoa > ANDALUCIA: JERELESGAY AUMENTA SU TRABAJO PARA AYUDAR A LAS MUJERES LESBIANAS

  • JereLesGay aumenta su trabajo para ayudar a las mujeres lesbianas
  • Acabar con la discriminación, el deseo. Crecen las socias del colectivo
  • La Voz Digital, 2007-03-11 # B.R.A. · Jerez

El trabajo que desde hace años lleva a cabo en la ciudad la asociación JereLesGay, que preside Susana Domínguez, siempre se ha caracterizado por ser notablemente variado y activo. De hecho, es una de las asociaciones jerezanas que más participa en los actos realizados en favor de la igualdad, independientemente de quienes sean sus organizadores. No obstante, si a la mujer «aún le queda un largo recorrido por hacer hasta llegar a ser tratada de tú a tú por un amplio sector de la sociedad», ser lesbiana, a veces, dificulta más lograr este objetivo, una realidad que el colectivo está dispuesto a frenar.


Desde hace aproximadamente un año y medio, la asociación decidió crear una mesa de trabajo que se centrara en idear una serie de actividades educativas que se llevaría a cabo en diversos centros. «Esta labor la estamos realizando desde hace mucho tiempo, y dentro de ella, trabajar en favor de los derechos de las mujeres lesbianas ha sido una de las metas», aseguró ayer el responsable de comunicación de JereLesGay, Antonio García.


Una iniciativa que en los últimos meses se ha intensificado gracias a la «reactivación de esta mesa de trabajo», y es que «en unos meses la asociación ha experimentado un crecido en cuanto a número de personas que comienzan a implicarse en ella. Especial aumento hemos notado en el sector femenino, por lo que se ha vuelto a trabajar con fuerza para frenar la discriminación que pueden llegar a sufrir muchas mujeres lesbianas», en palabras de Antonio García.


De hecho, el colectivo ha puesto en marcha la campaña “Soy mujer lesbiana. Stop a la discriminación”. En ella, «se pretende que la mujer homosexual suerte el yugo de una sociedad patriarcal que le oprime y no le deja realizarse en todos los aspectos como persona. Ellas deben reaccionar», insiste el responsable de comunicación de la asociación jerezana.


Charlas en institutos, además de apoyo a quien lo necesite son dos de las muchas funciones que se ponen en marcha desde el colectivo. «Estamos empeñados en que salga hacia delante una nueva forma de ver las cosas», sentencia García.


De momento, su presencia en distintos actos -JereLesGay y también tiene representación en el Consejo Local de la Mujer, por ejemplo- «hace que cada día más jerezanos acepten con total normalidad la homosexualidad».

> Erreportajea: Guettoa > ESTADOS UNIDOS: EL DISTRITO CASTRO DE SAN FRANCISCO EN CALIFORNIA SE NIEGA A MORIR

  • Un vecindario se niega a morir
  • El distrito Castro lucha por mantenerse como meca del mundo homosexual ante el ascenso y caída de comunidades minoritarias
  • La Opinión, 2007-03-11 # AP · San Francisco
Aunque es un día de semana de invierno, el distrito Castro está lleno de energía, en su mayor parte masculina. Hombres que caminan de la mano, pasean perros o conversan en cafés son desde hace mucho tiempo la principal atracción en un vecindario conocido como la meca del mundo homosexual.


Sin embargo, donde los visitantes ven un monumento vivo al orgullo homosexual, el antiguo líder de la comunidad Brian Basinger ve un enclave cultural que corre el riesgo de convertirse en una descolorida pieza de museo, o peor aún, un lugar en el que los hombres que aman a hombres quizás sientan un día que no les corresponde estar allí.


"Cuando veo a una persona paseando con un carrito de bebé, lo veo como alguien que expulsó a una persona con sida, equivocado o no", dijo Basinger, presidente del Club Democrático Lesbiano, Homosexual, Bisexual y Transexual Harvey Milk.


Durante más de 30 años, la mayoría de las grandes ciudades han tenido un distrito en el que de manera explícita o implícita se aceptaba que era el lugar al que se iba si se era homosexual: West Village y Chelsea en la ciudad de Nueva York, Dupont Circle en Washington, South End en Boston.


Pero a medida que los homosexuales y las lesbianas conquistan derechos legales y obtienen una mayor aceptación social, a los activistas de la comunidad les preocupa que los llamados "vecindarios homosexuales" pierdan importancia. Igual que la enorme bandera con el arco iris que ondea majestuosamente en la esquina marcando la entrada al distrito Castro, también están en una encrucijada histórica.


"Algunas personas dicen ‘ya no necesitamos a Castro porque ahora San Francisco es nuestro Castro’ ", dijo Don Romesburg, copresidente de la Sociedad Histórica de Homosexuales, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales.


Don Reuter, escritor de Nueva York que está realizando la investigación para un libro sobre el ascenso y la caída de una docena de vecindarios homosexuales en EU, observó la misma tendencia en ciudades tan distantes entre sí como New Orleans, Philadelphia y Seattle. Encontró lugares "tipo Disney, aptos a todo público" que anunciaban cadenas de tiendas, restaurantes que atraían a una clientela diversa sin "ninguna referencia al sexo".


"¿Qué es lo que hace homosexuales a esos vecindarios? No demasiado", concluyó Reuter, que vaticina que excepto Nueva York, San Francisco y un puñado de otras ciudades, los vecindarios con una presencia homosexual importante no sobrevivirán.


A comienzos de la década de 1970, un aire de abandono predominaba en distritos a los que se solía denominar "guetos homosexuales". Los hombres que habían mantenido ocultas sus orientaciones sexuales se deleitaban con la libertad de vivir libremente su homosexualidad por primera vez. La fiesta tuvo un doloroso final en la década de 1980 con el comienzo del sida, dijo Reuter, pero la crisis también fortaleció a las comunidades homosexuales al tiempo que las diezmó.


Ahora el temor al sida se redujo, los vecindarios se han tornado atractivos para los promotores e inversores que animan a las familias y a las parejas cuyos hijos ya abandonaron el hogar a que regresen a los centros de las ciudades, dijo Reuter.


Además de las brigadas de carritos para bebé en Castro, las señales de mal agüero incluyen las puertas de seguridad que un hotel local instaló el año pasado para evitar la búsqueda de compañeros sexuales y el reciente cierre de dos antiguas tiendas, una que vendía artículos de cuero y otra de productos para el baño. Las cadenas de tiendas nacionales como Pottery Barn y Diesel ocupan ahora destacados lugares en Castro.


Varias organizaciones sin fines de lucro que prestan servicios a la comunidad homosexual también se trasladaron a otros lugares debido al aumento en los alquileres. Mientras tanto, 500 apartamentos y condominios nuevos están planeados para la zona, la mitad de los cuales han sido designados como "viviendas familiares". Pero nadie sugiere que los heterosexuales se hayan apoderado de Castro aún.


Después del centro turístico Cape Cod de Provincetown, Massachusetts, el vecindario Castro tiene la concentración más alta de parejas del mismo sexo, según los cálculos del censo de 2005. San Francisco en su totalidad se sitúa en el primer lugar entre las ciudades donde 15% de la población son residentes homosexuales y lesbianas.


"Creo que las personas están buscando algo de qué preocuparse", dijo Betty Sullivan, escritora y productora de eventos que vive en Castro. "Tomo el hecho de que algunos heterosexuales quieran vivir aquí como un elogio".


Pero algunos activistas señalan a las ciudades con distritos homosexuales menos establecidos como una señal de lo que podría suceder.


El distrito Kuhio de Honolulu está vacío después de que sus bares para homosexuales se disiparan a finales de la década de 1980. En Midtown, Atlanta, que en algún momento fue la zona con más homosexuales de la ciudad, los clubes nocturnos para homosexuales se han convertido en condominios.


Cuando Basinger camina por Castro estos días, ve el edificio de apartamentos donde vio a sus amigos morir de sida y que hoy es demasiado costoso para personas jóvenes, ancianas o enfermas. O la esquina donde obtiene bostezos en respuesta a sus esfuerzos por organizar a la comunidad. Por la calle, las provocativas vitrinas de las tiendas de juguetes sexuales han generado quejas de los padres, tanto homosexuales como heterosexuales.


"Tenemos Chinatown, Japantown, y es importante para las comunidades minoritarias de este país tener un lugar donde puedan sentir que son mayoría", dijo Joe Curtin, un arquitecto que actúa como presidente de la Acción para la Planificación del Área Castro. "Pero si los quitáramos, todavía tendríamos a China y Japón. Si Castro deja de ser un vecindario homosexual, no quedaría nada más".

Desde 2000 al 2005, los 10 estados con los mayores aumentos en el porcentaje de parejas homosexuales pertenecen a la región central, dice Gary Gates, demógrafo del Williams Institute, un comité asesor de UCLA que se especializa en la orientación sexual y las leyes.


"Hace 30 años, si vivía en la región central y era homosexual, mi idea era mudarme a San Francisco o Nueva York", dijo Gates. "Ahora, una persona puede ir a Kansas City y encontrar una comunidad homosexual bastante activa y abierta".


Sandy Sachs, propietaria de un club nocturno en West Hollywood, una zona receptiva a los homosexuales, ha comenzado a promover noches de baile especiales para iraníes, israelíes y rusos heterosexuales ya que su clientela homosexual ha decaído. Los propietarios de clubes en otras ciudades le dijeron que estaban haciendo lo mismo.


"Todavía tengo noches para homosexuales en mi club, pero no es un lugar exclusivamente para homosexuales", dijo Sachs, que observó que muchos hombres homosexuales y lesbianas ahora prefieren encontrar a su posible pareja en internet. "La comunidad ya no apoya este tipo de cosa".


Otro factor que contribuye a lo que Reuter denomina la "involución" de los vecindarios homosexuales es la actitud de los homosexuales y lesbianas jóvenes que se sienten cómodos socializando con personas de diferentes géneros y orientaciones sexuales.


"No queremos aislarnos", dijo Matty Lamos, de 20 años, que se mudó a San Francisco de la cercana Petaluma hace tres años.


Basinger, Curtin y otros activistas de San Francisco concuerdan con que es bueno que las personas homosexuales no se sientan restringidas al distrito Castro, pero temen que las generaciones más jóvenes no valoren los esfuerzos que se hicieron para construir el vecindario.


"Cuando uno es una minoría, uno tiene que ser lo diferente, y Castro lo es", dijo. "Las personas que vienen aquí y colonizan Castro, están poniendo en práctica sus prioridades. Ya sean prioridades heterosexuales o económicas, no son nuestras prioridades".