2007/07/02

> Elkarrizketa: JORDI GAJU > "EL MUNDO GAY Y EL MUNDO HETEROSEXUAL NO SON TAN DIFERENTES"

  • Presidente del colectivo gay, lésbico y transexual de ibiza (CGLI)
  • Jordi Gaju: «El mundo gay y el mundo heterosexual no son tan diferentes»
  • Diario de Ibiza, 2007-07-02 # Marta Torres · Eivissa

-¿Cómo está la situación de gays, lesbianas y transexuales en las Pitiüses?
-No hay grandes problemas. Sí malas palabras y algún gesto homófobo como ir por la calle y que te llamen maricón. Costará bastante erradicar estos problemas culturales tan arraigados. Sí hay problemas con los adolescentes a los que sus padres quieren sacar de casa cuando se enteran de su condición sexual. También hay transexuales que preguntan si se pueden operar a través de la Seguridad Social. No ha habido grandes problemas, más bien al contrario, y precisamente por eso la gente no se mueve. Además se han conseguido unas metas y ahora el día del Orgullo es un día más festivo que reivindicativo.


-Se dice que Eivissa es un paraíso gay en verano, pero no sé si los que viven aquí todo el año lo ven diferente.
-La manera de ser del ibicenco es de dejar hacer. No hay una discriminación especial hacia nosotros, por lo menos de cara. Es diferente porque en verano parece que hay gays hasta debajo de las piedras y en invierno estamos los 80 o cien de siempre.


-Vaya, que se conocen todos con nombre y apellidos.
-Sí, sí. Y está muy bien porque es como una familia y se pueden solucionar problemas que surgen. Alguien que se va de la isla, que no tiene trabajo, que vuelve... Vaya, los que tiene todo el mundo, no por ser gay los problemas son diferentes. Muchos trabajan en la hostelería y cuando se acaba la temporada está fatal el asunto. Hay gente que está desde octubre a abril sin hacer nada. A veces hasta mayo porque cada vez la temporada es más corta. Es una problemática común a todos.


-¿Por qué en Eivissa la marcha del Orgullo no acaba de cuajar?
-Supongo que porque hay poca población. Si estuviéramos en Barcelona o Madrid partiríamos de una base de cuatro millones de personas de los cuales hay 40.000 gays. Aquí hay poquita gente y los que vienen de vacaciones igual están en la playa o en el apartamento y piensan que ya saldrán por la noche. La gente aquí viene de fiesta y quizás si se les anuncia como una fiesta más... Por eso tuvimos la idea este año de llevar el Orgullo a la calle de la Virgen. Hay poca base social pero aquí hay poca base social para todo. Estamos en la Plataforma Sociosanitaria y ves que hay poca gente de cada asociación. Todos estamos representados pero somos poquita gente.


-Precisamente con motivo de la marcha se ha visto que hay algunos problemas internos en la asociación.
-Sí. El problema es que cuando asumí la presidencia me vino impuesta una comisión de fiestas formada por Mónica 69 y Vicente Momal. Ella no salió elegida pero como es del mundo de la noche y conoce a mucha gente parecía bien que se hiciera cargo de las fiestas. Francesc Arroseres, el que estaba antes, se lo tomaba más en serio, se movía más por las instituciones y con más mano izquierda. Este año se han tenido que salvar los platos en el último momento.


-Como presidente del colectivo, qué le gustaría hacer?
-Me haría gracia que el Día del Orgullo Gay se institucionalizara. Pediré que se institucionalice para contar con el apoyo de los ayuntamientos y el Consell. Pero apoyo de verdad, no con la boca pequeña, que es lo que hacen a menudo. Quieren apoyarnos pero todavía les da cosa. Oficialmente, apoyar a los gays todavía parece una cosa extraña. No. A mí me gustaría que se institucionalizara y aportar más turismo. Me parece un gran fallo que Eivissa no haya estado presente en el Orgullo Gay de Madrid con un autobús en el que se leyera bien `Eivissa paraíso gay´ o algo parecido. Creo que es la mejor propaganda turística que se puede hacer. De acuerdo que no es turismo familiar pero creo que las instituciones han perdido una gran oportunidad. Para alguien de Madrid o Barcelona venir un fin de semana a Eivissa no es nada, aunque igual les sale más barato irse a París que venir a Eivissa, pero bueno, ése es otro problema.


-¿Se sienten utilizados por las instituciones?
-Sí. Decir que somos monitos de feria igual es pasarse un poco, pero sí. Cerca de las elecciones Pere Palau nos reunió para que le contáramos nuestros problemas. Le explicamos que la calle de la Virgen está que se cae porque no se ha hecho nada y que los precios de los billetes son caros, que no hay vivienda cuando llegan los camareros a hacer la temporada. Están compartiendo habitación y en el sueldo tienes que incluir el alojamiento, tienes que tener pisos para colocarlos porque les cobran 500 euros por un sofá. Vaya, temas que afectan no sólo a los gays, sino a todo el mundo. El PSOE también nos llamó y nos reunimos con Xico Tarrés, Pepita Marí y Albert Prats y les dijimos lo mismo. Tanto unos como otros también nos pidieron lo mismo, el voto. Después de esto te sientes como un mono de feria, igual que cualquiera de todos los colectivos a los que se pide el voto. Yo he visto que uno de los candidatos en un puesto de salida iba a ser una persona del colectivo y al final se lo quitaron de en medio.


-¿La izquierda hace bandera de estar con ustedes pero luego no confía lo suficiente como para darles un cargo?
-El problema que tenemos es que parecemos muy de la fiesta. Pero en la fiesta hay de todo, jueces, abogados, alcaldes, barrenderos... ¿Salimos más de fiesta? Probablemente porque no tenemos familia en muchos de los casos. Pero no somos impresentables, al contrario, hay mucha gente válida que podría estar haciendo cosas. Quisimos llevar la fiesta al barrio para que se revitalizara. Hubiera sido un acto valiente dejar la música en la calle hasta las dos y media. Hay un interés general y es sólo un día. Yo también sufro la Semana Medieval. Me cortan la calle, no puedo entrar el coche... Pero predomina el interés general. Pues con el día del Orgullo Gay debería ser lo mismo. Este año hemos conseguido que nos dejen poner la música hasta la una y media, igual el próximo año conseguimos algo más.


-Sobre el mundo gay hay muchos tópicos. Desmiéntame o confírmeme que...
...todos tienen un nivel adquisitivo muy alto y son turismo de calidad.
-Es verdad que no se habla de un turismo gay pobre. Creo que este tópico viene porque si un currito se lía con otro currito son dos curritos con dos sueldos pero como no suele haber niños pues después de pagar la hipoteca te queda más dinero. Pero ahora que ya podemos adoptar igual dentro de un tiempo habrá cambiado.


...todos son sensibles, se visten bien y tienen capacidades artísticas.
-Hombre, yo tengo una fama de bruto... (Ríe) Quizás sí hay una cierta sensibilidad pero igual es que tenemos más tiempo. Más sensibles no somos pero el mundo gay sí que te deja expandirte más artísticamente, algo que en una oficina o una obra no haces porque no te dejan.


...todos son progresistas.

-Conozco muchísimos diputados y regidores de Barcelona del PP que no esconden que son homosexuales. Es la gente que está en más conflicto porque se encuentran que tienen que votar algo que va en contra suyo. Es un gran drama. Sus intereses no corresponden con lo que su partido les pide. Quizás en la izquierda es más fácil. Esto de asociar la sexualidad con el voto no es correcto.


...salen mucho.
-Eso sí me hace gracia. Tengo un negocio de noche y el día más feliz es cuando acabo la temporada y no salgo. No me gusta ir de discotecas. Si no tuviera que trabajar igual sí saldría. Sales más porque es una manera de relacionarse. Pero creo que a los heteros les pasa igual, salen más cuando no tienen pareja. No es tan diferente un mundo del otro. Sales porque nadie va a venir a tu casa a buscarte.


...son más promiscuos.
-Promiscuos hay en todos sitios, conozco heteros que no paran. Los hombres son igual de promiscuos en los dos lados. Un gay necesita unos lugares que quizás un heterosexual no necesita. Hoy en día todavía ir cogidos de la mano o darse un beso a veces más vale evitarlo porque no sabes por dónde te vendrá. No te atreves del todo. Individualmente sigue habiendo problemas. Te sientes desvalido. En Sitges hace tres años había un grupo que tiraba piedras a los que pasaban y uno incluso estuvo en coma.


-Es curioso. Las leyes les reconocen más derechos que nunca y la gente sigue tratándoles de manera diferente.
-Quizás por primera vez las leyes van por delante de la sociedad cuando siempre es al revés. Se venía reclamando desde hace tiempo y ahora que está ahí es la sociedad la que no se atreve a coger todos los derechos que tiene. Mucha gente que se podría casar pero no se casa, igual que en el mundo heterosexual. Hay que recordar que implica muchas ventajas si uno de los miembros de la pareja se muere y fiscalmente. Que la gente se lo piense porque estas cuestiones a veces las pasan por alto. Había gente que pensaba que luego no nos casaríamos y ya van unos cuantos. Ahora en diciembre tengo la boda de unos amigos que jamás hubiera dicho que se casarían.


-El manifiesto del Orgullo Gay que se leyó el otro día era un poco sectario.
-Supongo que acabas cayendo en lo mismo que criticas en los demás. El sectarismo puede estar en un lado y en otro. Puedes ser sectario heterosexual y sectario homosexual. Hay hombres que nunca irán a un bar en el que pueda entrar una chica, por ejemplo. Hay gente para todo. Yo no estaba conforme con el manifiesto, fue la comisión de fiestas.


-Usted fue juez. ¿El ambiente judicial en el que se movía era homófobo?

-¡Uf! Eso fue hace muchos años. Lo pasé fatal, fatal. Siempre tenía que tener una novia, una chica postiza que nos íbamos repartiendo un grupo de gays. La situación era muy divertida. Tenía que disimular. Era jovencito y me preguntaban si estaba soltero, con quién salía. Luego se colgó de mí una abogada que me hizo la vida imposible e incluso pedí el traslado. Era mobbing, algo horroroso. Se encaprichó, no conseguía nada y cuando se enteró de que era gay... Ahora, con 40 años ya no puedes ir diciendo que tienes una novia que no tienes.


-En uno de los folletos que se repartían en la marcha se hablaba de homofobia, transfobia, lesbofobia... ¿No da miedo ponerle esos nombres?
-A nivel personal la gente se ríe. Cuando estás en un grupo, de cara, no lo hacen pero por detrás luego hablan. Porque en el sustrato de la población está eso, el maricón, el insulto. Eso no se eliminará ni en cien años y pasa con otros colectivos.



-¿Todavía cuesta salir del armario en Eivissa?
-Sí, hay muchos dentro del armario. Y si alguien no se lo cree que vaya a algunos lugares de Eivissa en los que se encuentra todo el mundo a medianoche. Y no hablo de locales. Si quieren vivir así allá ellos. El problema es que a veces tienen parejas a las que están engañando. Detrás hay una mujer o un marido y unos hijos. Son problemas individuales. A los chicos jóvenes les cuesta salir del armario, sobre todo cuando están en el instituto. Luego ves que eres normal y que como tú hay 40.000. La primera vez que sales te sientes raro, no sabes cómo lo asimilarán tus padres, que lo saben desde hace años. Los padres siempre lo saben. Lo importante al final es que estés bien con la familia, que te acepten y hacerte tu mundo. Lo que digan los demás...

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