- El desempeño del juez Ferrín en Huesca estuvo jalonado de decisiones polémicas
- El magistrado, que ha retirado la custodia de sus dos hijas en Murcia a una lesbiana, trabajó en Aragón en los 90.
- Heraldo de Aragón, 2007-07-25 # P.F. · Zaragoza
Antes de su traslado a Elche, primero, y a Murcia después, el juez Fernando Ferrín Calamita estuvo cuatro años en Huesca, como titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de la capital oscense. Cuatro años más en el mismo rango, en el número 4 de Elche, dieron paso a su estancia en el Juzgado de Primera Instancia número 9 de Murcia, del que sigue siendo titular ahora que su nombre ha pasado -con aparente vocación de continuidad- a la primera plana de los periódicos, sobre todo por la reciente retirada de la custodia de sus dos hijas a una madre lesbiana.
En Huesca, Ferrín tuvo que lidiar con el delicado proceso del asesinato del forestal de Arguis Pascual Garrido en abril de 1991, uno de los sucesos no resueltos más oscuros y escatológicos de la historia reciente de Aragón. Su manejo del caso fue muy criticado, tanto en la forma como en el fondo. Llevó la instrucción y reapertura de un sumario que
Falta de pruebas
Aunque el proceso fue sin duda el más sonado, por lo cruento del hecho y los vericuetos legales por los que discurrió su inconclusa resolución, el caso de Arguis no fue el más polémico de Ferrín en Huesca. El 30 de marzo de 1992, mientras se encargaba temporalmente del Juzgado número 1 de Jaca, Ferrín dejó en libertad por falta de pruebas a tres individuos acusados de violar a una joven, que había identificado a dos de ellos tras tardar un par de días en decidirse a poner la denuncia. El tercero no fue localizado.
Ferrín también actuó en otro caso relacionado con paternidad y violencia. Fue en junio de 1991. En la localidad de Valfonda, una mujer había sido apuñalada por el presunto padre de su hija de tres años. La mujer solicitaba que se declarara al agresor padre de su hija de 3 años. Ferrín no aceptó la demanda porque la mujer estaba casada con otro hombre y no se había dictado aún la sentencia de divorcio. En la sentencia no se discutieron las pruebas de paternidad realizadas por la cátedra de Medicina Legal de
El cierre del club de alterne Sacha´s fue otro hecho muy comentado. Se detuvo en febrero de
Los guantes de la discordia
Las decisiones de Ferrín rozaron el límite de lo grotesco con el trato dispensado al inmigrante de nacionalidad argelina Najdid Serrad, quien en enero de 1993 (tenía entonces 21 años y llevaba uno en Huesca) fue acusado de robar un par de guantes.
Por el hurto que se le imputaba lo normal es que ni siquiera procediera su detención, sino que se le convocara al juzgado para iniciar las diligencias. Sin embargo, la situación del argelino se complicó cuando en comisaría comprobaron que su permiso de trabajo había caducado, y se le aplicó
El juez no decretó la libertad del detenido ni su ingreso en la prisión provincial y decidió conducirlo nuevamente a la comisaría.
El propio presidente del equipo de fútbol de
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