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• Entrevista: Josep Maria Gatell y Bonaventura Clotet
• "En 10 años sabremos si la vacuna es posible"
• El Periódico de Catalunya, 2007-01-24 # Núria Navarro

Médicos. Encabezan el Centre Català de Desenvolupament de Vacunes per a la Sida (Hivacat).

--Dos hombres y un destino.
B.C.--La idea surgió hace un año en una comida a 10.000 kilómetros de aquí, en Denver, Colorado. Si el señor Bill Gates daba la mitad de su fortuna para promover la investigación de la vacuna para el sida, era necesario aunar esfuerzos. Y el doctor Gatell y yo teníamos una buena y vieja amistad.
J.M.G.--Hace 20 años ya jugábamos juntos al tenis...

--¿De veras? ¿Quién ganaba?
J.M.G--Había días de todo, pero ganaba más veces él que yo.

--Señalen una virtud del otro.
J.M.G.--Ventura, partiendo casi de cero, ha logrado en Can Ruti un equipo de investigación competitivo y reconocido en el mundo. Y ha sabido compatibilizar muy bien la financiación pública y la privada, algo que hace 15 años no era habitual.
B.C.--Josep Maria es un tío muy listo. Es el que empezó todo hace 25 años, cuando comenzó la lucha contra el sida. Es la persona más reconocida del Estado español en el mundo. Muchos hemos ido a remolque suyo.

--¿Y por dónde vienen los desacuerdos?
B.C.--Somos complementarios. La vacuna del sida tiene muchos apartados. Yo puedo estar muy volcado, por ejemplo, en el campo de la respuesta inmune y él, en otro campo. No tenemos afán de protagonismo.
J.M.G--Sabemos qué cosas se hacen mejor en el Clínic y cuáles, en Can Ruti. Si hay una buena idea, aquí la gente se suma. Eso no pasa en otros puntos de España, ¿eh?

--El espíritu del casteller...
B.C.--Creo que el seny tiene que ver. Pero todo esto ha sido posible por el entusiasmo sin reservas de la consellera Marina Geli y el apoyo de la Fundació La Caixa. Gatell y Clotet solos no habríamos hecho nada.
J.M.G--Y son cruciales nuestras instituciones, Can Ruti y el Clínic, la Conselleria d'Innovació y apoyos como La Marató de TV-3 por el sida del 2002, que fue singular pero que casi duplicó los fondos para la investigación. Sería fantástico disponer de una marató por las vacunas...

--Les preocupa el dinero, veo.
B.C.--La cantidad que se maneja en Europa para crear solo la estructura de funcionamiento es 10 veces superior a la nuestra. Tenemos suerte de que podremos contar, en algún momento, con el apoyo de la Fundació Bill Gates...
J.M.G.--Le pondré un ejemplo. El presupuesto de la Red Española de Investigación de Sida, que financia el Ministerio de Sanidad, es algo más de 2 millones de euros por año, para unos 20 centros. El que maneja Francia supera los 40 millones de euros por año. Están 20 veces por encima, teniendo un PIB que no llega al doble del español.

--Vaya. ¿Y para cuándo la vacuna?
J.M.G.--Por primera vez existen los conocimientos y los recursos económicos necesarios, como para iniciar programas sobre la vacuna preventiva. En un plazo de no más de 10 años sabremos si será o no posible. Pero otra vertiente son las vacunas terapéuticas, dirigidas a los infectados que hoy reciben un tratamiento incómodo, tóxico y caro. Se trata de ver si lo podemos interrumpir, para que no dure toda la vida.
B.C.--Se empezarán estudios de vacuna preventiva en vectores atractivos, como el virus que permite introducir trocitos de virus del sida y que, una vez dentro del organismo, se expresa y el sistema inmunitario se protege. Y sabremos qué modelos pueden llegar a funcionar.

--A ustedes el sida les ha cambiado la vida, ¿verdad?
J.M.G.--Sí. Antes nos dedicábamos a la investigación de las infecciones en los drogodependientes. Pero el sida se parece muy poco a una enfermedad infecciosa clásica. Sigue el patrón de una enfermedad oncológica. Es lenta, evoluciona y la relación entre médico y enfermo dura, como mínimo, dos o tres años.
B.C.--Cambia la relación médico-enfermo. El trato humano prevalece sobre el interés científico.

--Eso les honra.
J.M.G.--Y es un campo que arrastrará a otros. Si se puede desarrollar en tres o cuatro años un antiviral efectivo para el virus del sida, no hay razón para que un fármaco antidiabético o un antibiótico antibacterial no se pueda desarrollar en ese tiempo. Además, debido al impacto del sida, todo el mundo tiene ya claro que hay un problema sanitario en los países en vías de desarrollo.

--Ellos lo tienen mucho peor.
B.C.--Si en vez de invadir países por protagonismos militares o industriales, se invadiera para llevar tratamientos... Con la mitad de lo que ha costado Irak, se podría lograr.

--A la espera de dar con la vacuna, vendrá la pastilla única...
B.C.--Creo que se ha frivolizado sobre la gravedad del sida. Cuando la prensa habla de la pastilla única, que llegará en unos meses a España, habrá quien piense: "Si me infecto, ya me tomaré una píldora y me curaré". Y hay que explicar que uno se puede infectar con virus resistentes, que el tratamiento tiene efectos indeseables, que tiene un coste para la sociedad... Es mejor no infectarse, y es terriblemente sencillo.