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• La noria de la homofobia
• Y el mundo cambia, 2007-09-02

No me voy a poder ir a la cama hoy.

Y no es por que sea sabado, es por que un ligue, Felipe, tuvo a bien avisarme sobre este programa, la noria de telecinco, que en teoria hablaria hoy sobre la homofobia. O algo asi.

En realidad, el programa ha resultado ser un pozo negro, virulento, de odio y homofobia que se vertia y rezumaba por las bocas de cinco de sus seis tertulianos. El gaga Enrique Rojas, la beata Paloma Gomez Borrero, el homofobo siniestro Benigno Blanco, un psicologo que no recuerdo su nombre y la simpar Terelu Campos nos deleitaron con un compendio de insultos, desbarres y agresiones verbales de todo tipo que si hubiesen sido vertidas sobre cualquier otro colectivo, serian constitutivas, sino de delito, si del mas profundo desprecio social.

El unico, unico que hablaba en nuestra defensa, era Jorge Javier Vazquez. Si, este señor, presentador del tomate, se batio como un jabato, solo contra cinco, a ratos incluso parecia contener la marea de homofobia reinante, pero era en vano. Entre las declaraciones pudimos oir las recomendaciones de Enrique Rojas para curar la homosexualidad, las declaraciones de Ignacio Arsuaga (Hazteoir) para pedir que la homosexualidad no se viera como normal, la aseveracion de Luis Requero, asegurando que le entristeceria tener un hijo homosexual y que jamas iria a su boda, las ya conocidas de Aquilino Polaino asegurando que la homosexualidad es una enfermedad proviniente de padres alcoholicos y madres sobreprotectoras, la meliflua homofobia de Benigno Blanco, que incluso se presento como victima al ser considerado homofobo, las pacatadas de Paloma Gomez Borrero, asegurando que los homosexuales no tenian mas que abstenerse y serian queridos en la iglesia, y las que mas dolieron, las divinidades de Terelu Campos y del psicologo que no recuerdo , explicandonos, por nuestro bien, que debiamos de dejar de llamar la atencion y de hacer el orgullo, que nos perjudicabamos mucho, que lo llevaramos mas discretamente.

Que cantidad horrorosa de chapapote homofobo, que asco, que repugnancia. Ni un solo activista LGTB en la mesa y unos videos en principio elegidos para mostrar la delirante homofobia de la iglesia y sus adlateres, siendo rebatidos sin despeinarse por una mesa que mas bien parecia un aquelarre, lleno de palabras suaves de odio profundo. Cuanto han aprendido, como saben que no es ya el momento del insulto evidente. Pero como gotea la homofobia entre sus palabras, como se ve que siguen pensando exactamente lo mismo que siempre.

Hoy no me puedo dormir. Esta noche la pasare en blanco, pensando en todo el trabajo que nos queda por delante a las asociaciones LGTB y sobre todo, en que puedo hacer yo.