- Berlusconi, el mayor cómico de Italia
- «Il Cavaliere» se mofa en sus mítines de los homosexuales y las mujeres
El humorista más célebre de Italia, Silvio Berlusconi, ofreció ayer un nuevo recital de chistes, aprovechando la platea de un mitin celebrado en Monza, al que acudió en calidad de jefe de la oposición y del partido político más votado del país, Forza Italia. Tras unos días de silencio mediático, «Il Cavaliere» volvió a las andadas, ofreciendo algunas golpes cómicos del nivel de «los gays son todos del otro lado» (ideológicamente hablando) o «las mujeres de hoy son más guapas por la cirugía estética y las cremas».
Los italianos suelen repetir que Berlusconi no tiene precio como cómico. Se equivocan. Su repertorio es más viejo y manido que el del mismísimo «Pierino», otro cómico italiano (aunque en este caso sin pretensiones políticas) que llegó a España traducido como «Jaimito». ¿Lo recuerdan? Pues, curiosamente, Pierino suscitó recientemente la sospecha de que si Berluconi no fuera el hombre más rico del país y el jefe de la oposición, ya nadie le reiría las bromas.
Pero él, a lo suyo. La aparición de ayer tuvo otros momentos mágicos. Dirigiéndose a Marco Mariani, candidato de su partido en Monza, trazó una lista de prioridades: «Marco Maria, me gusta tu segundo nombre porque es un tanto femenino y eso nos hace bien. Las mujeres llegan a la política, pero también a soluciones concretas sin pasar a través de los circuitos por los cuales pasamos los hombres».
Y no podían faltar las bromas sobre sus problemas domésticos. «Ya no puedo hablar más de mujeres, no me dejan», insistió, haciendo referencia a la carta que su esposa, Verónica Lario, envió al principal diario de la izquierda, misiva en la que pedía que su marido se disculpase por «humillarla públicamente», tras haber coqueteando y bromeando con modelos y jóvenes diputadas. Verónica, por cierto, había vuelto a la carga horas antes del mitin, en una entrevista durante la cual aseguró que los escándalos recién aireados por
En un ritual que también se repite con desesperante monotonía, desde el Gobierno de Romano Prodi, llovieron las reacciones de indignación, que siempre añaden el contrapunto dramático a esta tragicomedia. «Berlusconi se prodiga en el clásico juego de los tópicos homófobos diciendo que los gays no le gustan porque son todos de izquierda. Seguro que estas bromas no les hacen reír a ellos», se quejó el diputado comunista Pino Sgobio. Y lo hizo equivocándose, porque el diputado transexual del Parlamento, Vladimir Luxuria, admitió que le hicieron mucha gracia las palabras del ex premier: «Yo confirmo que gran parte de los gays están en el otro lado, como dice Berlusconi, pero también hay muchos que votan por partidos de derechas, como Dolce e Gabbana o Zeffirelli».
Ya sin la media sonrisa, Berlusconi hizo alguna que otra broma más: «Los sondeos que he encargado dicen que si hubiese elecciones ahora, ganaríamos con un 56,7%, mientras que mi partido alcanzaría el 33%». El chiste vaticina el máximo histórico de Forza Italia. Menuda risa.
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