> Berria: Homofobia > ITALIA: SILVIO BERLUSCONI AFIRMA QUE TODOS LOS GAYS SON DE IZQUIERDAS

• «Los gays son de izquierdas», la última ocurrencia de Berlusconi
• ABC, 2007-02-08 # Juan Vicente Boo · Roma

Hechas a medias las paces con su esposa, Silvio Berlusconi ha desatado una nueva polémica afirmando en un mitin político: «Los gays están todos de la otra parte, o sea, con la izquierda». Naturalmente, las organizaciones homosexuales de izquierdas se lo agradecieron enseguida, mientras que las de derechas volvían a quedarse sin habla ante el nuevo desplante de su líder.

Muchos homosexuales protestaron por el tono despectivo del «Cavaliere» y algunos por el uso de un término inglés ya muy pasado de moda. El cineasta Franco Zeffirelli, amigo personal de Berlusconi de toda una vida, comentó que «es una broma poco graciosa». El ex senador de «Forza Italia» añadió que, además «la palabra gay es aberrante. Yo soy homosexual, y si alguien dice que soy gay, le escupo en la cara».

Por la tangente
Durante un mitin en Monza, cuando Berlusconi derivaba peligrosamente hacia otro comentario vulgar sobre mujeres, quizá recordó la carta de protesta publicada por su esposa la semana pasada en la primera página del diario «La Repubblica». El «Cavaliere», que tiene siempre a gala ser el más gracioso de la reunión, corrigió el tiro, pasando a hablar de los hombres, pero perdió el control del chiste en terreno resbaladizo y terminó diciendo que «los gays están todos de la otra parte, es decir, con el centro izquierda».

Los que se mostraron más furiosos por el chiste y las posteriores carcajadas que Silvio Berlusconi añade siempre en estos casos, fueron los homosexuales militantes de derechas. Enrico Oliari, miembro de «Alianza Nacional» y presidente de «GayLib», la asociación de homosexuales de los cuatro partidos de la coalición, lamentó públicamente el riesgo de que «ciertas bromas de Berlusconi nos hagan perder otra vez las elecciones por veinte mil votos, quizá de gays que están hartos de su homofobia».

Naturalmente, los gays de izquierdas estaban ayer contentos, y una de sus organizaciones, «GayLeft», celebró que «esos comentarios convencerán a muchos homosexuales que votan centro derecha a pasarse a nuestra parte».

Aficionado al chiste fácil
En todo caso, las bromas del mitin de Monza no eran una novedad, ni eran las más sangrientas. En la campaña electoral de 2000 salió a relucir en un mitin el problema del sida, y el «Cavaliere» lo despachó con una broma: «Un enfermo de sida va al médico y le pregunta: -Doctor, ¿qué debo hacer? El médico le responde: -Dese baños de arena. -Pero doctor, ¿me van a curar de verdad? -No, pero se acostumbrará a estar bajo tierra». Y la carcajada.

En la actual campaña para las municipales tampoco han faltado bromas. Cuando recibió en su villa de Arcore a Marco Rocchini, un candidato a alcalde, Berlusconi aprovechó para presumir de virilidad a su manera: «Me han acusado de todo. Han dicho que soy un mafioso y un delincuente. Todo, menos que soy gay...».