> Elkarrizketa: Manuel Abad > "EL JUEZ QUIERE TAPAR EL CASO PARA NO AFECTAR AL TURISMO"

• Manuel Abad · Padre de Endika, el joven fallecido en Tenerife tras recibir una paliza
• «Endika defendió a Fernando Alonso ante unos ingleses y al portero se le cruzaron los cables»
• «El asesino de mi hijo continúa en la calle y supone un peligro; es una mole humana preparada para matar». «El juez quiere tapar el caso para no afectar al turismo»
• El Comercio, 2007-08-09 # Olaya Suárez

Manuel Abad se niega a resignarse. La prematura muerte de su hijo a los 21 años a manos del portero de un pub de Tenerife le ha dado fuerzas para luchar y clamar justicia. Pide que el presunto asesino de su hijo «ingrese en prisión y pague por lo que ha hecho». Endika Abad Vita, natural de Cangas del Narcea, falleció en la tarde del pasado viernes como consecuencia de un traumatismo craneoencefálico severo producido 40 horas antes en una zona de ocio de la localidad insular de Torviscas. El lunes, amigos y allegados despidieron al joven en un emotivo funeral.


-¿Cómo se encuentra la familia ahora que Endika ya está enterrado?
-Seguimos con el corazón destrozado y con la sensación de que lo sucedido no lo llegaremos a asimilar nunca en nuestras vidas. Sólo ha pasado un día desde el funeral y tengo claro que la vida sin Endi a partir de ahora va a ser completamente diferente, y muy dura.

-Fueron muchas las personas que les mostraron su apoyo durante el sepelio.
-Estamos muy agradecidos con todo el cariño que estamos recibiendo. Sabíamos que Endika era un chaval muy querido, pero no nos imaginábamos hasta qué punto la gente lo apreciaba. Hacía diez meses que se había ido a Canarias y siempre que nos veían por la calle a su madre o a mí, los vecinos y los amigos nos preguntaban cuándo venía.


-¿Por qué decidió irse a Tenerife?
-Empezó a estudiar Ingeniería en Gijón y no le convencía. El año pasado se matriculó en la UNED en la carrera de Turismo y decidió irse a Canarias porque quería trabajar, hacer surf y conocer a gente. Había hecho muchos amigos en todo este tiempo porque era una persona muy extrovertida que se ganaba el cariño de los demás fácilmente.


-¿Le contaron cómo se habían desarrollado los hechos los amigos que lo acompañaban durante la noche de la agresión?
-Sí. Nos dijeron que habían salido y habían estado en varios bares. En el último al que acudieron, el pub irlandés, se encontraron con unos ingleses y empezaron a hablar de Fórmula 1 y comentaron los piques de Fernando Alonso y Hamilton de las últimas semanas. Empezó como una tontería y Endika defendió a su paisano, pero no pasó a mayores. Fue luego, una vez que salieron a la calle, cuando a los dos porteros se le cruzaron los cables y se abalanzaron encima sin mediar palabra.


-¿Hubo, pues, más de un agresor?
-El portero gallego fue el que le dio puñetazos a mi hijo hasta que se cayó al suelo. Luego, según me han comentado sus amigos, el otro le propinó patadas cuando ya estaba inconsciente. De todas formas, la película de los hechos fue muy rápida y los chicos con los que estaba Endika también fueron agredidos. No se acuerdan con exactitud de toda la secuencia, pero son conscientes del que primero pegó a mi hijo fue el portero gallego.


-Qué aún permanece en la calle...
-Es una tremenda injusticia. Es una mole humana preparada de gimnasio para matar y que no tiene capacidad de raciocinio y supone un peligro para la sociedad al estar en la calle. Parece que el juez que lleva el caso tiene interés en tapar el asesinato para no afectar al turismo en las islas en la época de verano.


-Desde el juzgado afirman que el agresor se entregó para que le tomasen declaración.
-Eso es mentira. Me dijo personalmente un agente de la Policía que lo habían estado buscando durante tres horas y que cuando finalmente se lo entregaron al juez, éste lo dejó en libertad.


-¿Considera que existen déficits en la investigación?
-Indudablemente, aparte de que el asesino debería de estar en prisión, la Policía debería haber detenido al segundo portero y tomar declaración a una mujer que estaba presente y que alertó a los agresores de la llegada de las fuerzas del orden cuando estaba sucediendo la pelea.


-¿Qué pasos está siguiendo la familia a nivel legal?
-Hemos presentado una denuncia por homicidio y hemos puesto el caso en manos de un abogado criminalista de Tenerife. Los propietarios del restaurante en el que trabajaba nuestro hijo Endika también se personarán como acusación particular al haber muerto de manera violenta uno de sus empleados. Nos hemos propuesto no parar hasta que no se haga justicia, ya que lo que no puede ser es que una persona mate a otra y siga impune.


-¿Hay alguna novedad en el caso?
-Por ahora ninguna y suponemos que el proceso será lento y se dilatará en el tiempo. Si lo hubiesen querido encarcelar ya lo hubiesen hecho cuando lo tuvieron en el juzgado, así que suponemos que esto ya no tendrá solución a corto plazo.


-¿Cómo encara el futuro a partir de ahora?
-Lo más difícil a partir de ahora serán los ratos en soledad. Durante estos días, en los momentos que no estábamos en el tanatorio, solo se me venía a la cabeza su imagen y la idea de hacer justicia. Ahora, la palabra Endika está unida inevitablemente a desgracia, pero esperemos que en un futuro próximo se una también a la palabra justicia.


-¿Son optimistas?
-Sí, en la medida que podemos. Esté donde esté, mi hijo está diciéndome: «Papá, échale huevos y lucha porque esto no caiga en el olvido y se haga justicia». Es lo único que nos queda ahora que Endika ya no está. Era hijo único y el orgullo de toda la familia. Ahora, solo nos queda su recuerdo.