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• Barcelona se confirma como la ciudad de referencia gay gracias al Loveball 2007
• Levante, 2007-08-09

El festival de ocio gay y lésbico europeo Loveball ha dado por terminada su cuarta edición en la Ciudad Condal con más de 22.000 personas hasta el pasado sábado, y con la convicción de que Barcelona debe ser su centro más importante, según la organización.

"Loveball sin Barcelona no sería el Loveball", ha asegurado a Efe la responsable de prensa del certamen, Tessa Cuadreny, que considera que la ciudad ocupa un puesto de privilegio dentro de la cultura gay, y espera que esta eclosión no se quede tan solo en eso, en un momento de explosión, y que tenga una continuidad.

El festival se ha clausurado esta pasada madrugada con una fiesta en la sala Apolo de Barcelona que ha reunido a pinchadiscos de diferentes nacionalidades bajo el título "We love Apolo".

Cuadreny explica que el deseo de los organizadores es el de repetir el evento en Barcelona el próximo año, haciéndolo coincidir además con la clausura de los Eurogames 2008, el campeonato de Europa para deportistas gays, lesbianas, bisexuales y transexuales, y que los actos en otras ciudades europeas sean más puntuales.

Al parecer, la ciudad de Bruselas, donde se había organizado hasta ahora la edición invernal del festival, ha propuesto a la organización continuar con la experiencia.

Pero, según ha comentado Cuadreny, los responsables del Loveball están pensando en imitar el modelo del Sónar, manteniendo una sede central y llevando a diferentes ciudades europeas "pequeñas muestras del festival".

Esta edición del Loveball apostaba por una diferenciación entre las actividades destinadas a chicos y a chicas, lo que ha sido bien acogido por el colectivo de lesbianas, que ha reunido a cerca de 4.000 asistentes, para sorpresa de la organización.

El público de este año, según las primeras aproximaciones de la organización, se divide en partes iguales entre españoles y extranjeros, siendo los italianos y los belgas los más numerosos de este segundo grupo, aunque ha sorprendido la asistencia de público de origen israelí y turco.

Cuadreny ha insistido en la gran aceptación por parte de la Ciudad Condal de un evento como el Loveball, tanto en la calle como por parte de sus instituciones, aunque por el momento el evento se mantiene como una iniciativa privada.

"Primero queríamos demostrar lo que Loveball podía hacer por la ciudad, ahora este paso ya está hecho", ha asegurado Cuadreny, que espera que para próximas ediciones se pueda contar con algún tipo de subvención.

Acerca de la supuesta discriminación de que fue recientemente objeto una pareja gay en un bar de la ciudad, la responsable de prensa del certamen ha comentado que son hechos que confirman una gran distancia entre "la ley", que permite las adopciones y los matrimonios homosexuales, y la "realidad social"; lo que, a su juicio, demuestra que "todavía hay que hacer muchas cosas" y estar muy atento.