- Una propuesta en la que el público deja de ser una masa pasiva
- El Diario Vasco, 2007-07-11
Las amargas lágrimas de Petra von Kant regresan a los escenarios donostiarras cuando se cumplen los veinticinco años de la muerte de su autor, Rainer Werner Fassbinder. Pudimos verla a mediados de los años ochenta, con Lola Herrera como protagonista. La trae ahora la compañía Cráneos de Yorick, cuyos montajes inciden en temas y personajes donde la homosexualidad está presente. Nacieron como grupo en 2001 y su primer espectáculo rendía homenaje al escritor Luis Cernuda, «no sólo como gran poeta de la generación del 27, sino al hombre que hizo visible su homosexualidad en tiempos difíciles».
Representar esta obra de Fassbinder surge el año pasado cuando, como explican sus creadores, «aprobados los derechos para el colectivo homosexual y la apuesta por la paridad, elegimos Las amargas lágrimas de Petra von Kant para interrogarnos acerca de las contradicciones entre un discurso teórico liberador y la dificultad de su puesta en práctica».
En la representación de esta obra hay una constante relación entre los actores y los espectadores. «Les equiparamos en visibilidad». Desde el principio «los cambios de luz también se suceden sobre los espectadores, unos y otros cara a cara, ilumimados, de esta manera el público deja de ser una masa pasiva en la oscuridad».
La escenografía reproduce una grada que recuerda a un patio de butacas. «Desnudamos el espacio de artificios convencionales para crear un lenguaje de símbolos. La idea consiste en ofrecer un rol al público para obligarle a reflexionar más sobre lo que vive que sobre las emociones que se expresan en la representación».
La historia de esta obra transcurre en los años setenta. Petra, que es una diseñadora de moda a la que encargan una gran colección, recibe la visita de su amiga Sidonie. «Esta obra muestra las contradicciones, derivadas de los cambios en la visión del mundo, del individuo entre el discurso ideológico y su puesta en práctica».
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