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• Dejen la enseñanza en paz
• El País, 2007-08-03 # Tomás Ramos · La Palma, Canarias

Movido por la curiosidad y por mi profesión de enseñante, asistí a una reciente charla pública del autodenominado "Foro de la Familia" sobre la próxima y nueva asignatura Educación para la Ciudadanía, que se comenzará a impartir el próximo curso escolar 2007/08. Las cosas que se dijeron allí tanto por parte del conferenciante como por parte de algunos asistentes fueron para poner los pelos de punta: nuestros hijos sufrirán un lavado de cerebro para que pueda inculcárseles una ideología radicalmente laicista, anticlerical y enfrentada a la idea de Dios, los alumnos que discrepen sobre el matrimonio homosexual serán marginados y ridiculizados en clase, incluso hubo quien dijo que se usará material semipornográfico en la enseñanza de esta asignatura, etcétera. Contra esto pedían una masiva negativa de los padres a que sus hijos reciban esta materia. Se respiraba en el ambiente un interés manifiesto en armar jaleo este próximo año (año electoral, qué casualidad) en el sector educativo, como si fueran pocos los problemas que ya afrontamos en la enseñanza en este país.

Me he tomado el trabajo de leer a fondo en Internet el decreto ministerial que implanta esta nueva asignatura, así como sus contenidos. No hay nada de eso que anuncian estos agoreros del desastre. Es más, me parece una asignatura interesantísima y muy necesaria. Por tanto, espero que no sea nada difícil, al menos en la enseñanza pública, desmontar estos infundios. Bastará con que los padres vean los libros de texto y el material utilizado para que se demuestre que todo es una calumnia interesada y de índole electoralista. Otra cosa será si en algunos centros privados o concertados los titulares apoyan esta campaña insidiosa y se desinforma a los padres con la complicidad de alguna organización de APA de ideología ultra. Me temo que pueda ser así.

Por tanto, la labor preventiva de información que deban hacer las autoridades será básica para lograr que esta campaña no fructifique y que el sector educativo tenga el mínimo de tranquilidad y paz que necesita para poder afrontar su cada vez más difícil tarea. Así lo espero.