- El último plano de Luis María Delgado
- El cineasta madrileño, que llevaba una década viviendo en Celoriu, falleció el miércoles, a los 80 años, tras una larga carrera de productor y director con más de 60 títulos
- LNE, 2007-07-13 # Daniel Bárbara
El director, productor y guionista Luis María Delgado murió el pasado miércoles por la noche en Celoriu (Llanes). El funeral por el alma del cineasta se oficiará hoy, viernes, a la una de la tarde, en la basílica de Llanes. A continuación, el cuerpo sin vida de Luis María Delgado, que contaba 80 años de edad, será trasladado al tanatorio de Cabueñes (Gijón), donde será incinerado. Delgado, uno de los grandes del cine español, quedó prendado del concejo de Llanes hace medio siglo, cuando pasó unos días de vacaciones. Su familia, sus amigos y sus conocidos le recordaban ayer, en el tanatorio de Llanes, donde se vela el cadáver, como «la persona más honrada del mundo: amable, educado, elegante, inteligente y gran conversador».
Luis María Delgado falleció la noche del pasado miércoles como consecuencia de una enfermedad cardiovascular en su residencia de Celoriu, donde vivió felizmente durante la última década. «Todas las mañanas daba gracias a Dios por poder ver el mar Cantábrico y la sierra del Cuera», aseguró Paloma Delgado, una de las hijas del cineasta madrileño, quien solicitó para su padre la cruz del Mérito del Trabajo por los sesenta y cinco años que dedicó en cuerpo y alma a su profesión. «Ni el PSOE, ni el PP se la han concedido en estos años», se lamentaba ayer su hija.
Luis María Delgado trabajó con los grandes personajes del cine español, además de «haberse volcado en su trabajo por encima de todo». Paloma Delgado relató ayer con la emoción contenida en las puertas del tanatorio de Llanes que «tenía tal amor por el cine que siempre me decía que era una suerte que le pagaran por su trabajo», a la vez que aseveró: «Hubiera pagado por hacer cine». El cineasta madrileño fue la persona que convenció a José Luis García Muñoz, «Garci», para que rodara algunas de sus películas en el municipio llanisco. «Mi padre se empeñó en que viniera a rodar a estas tierras porque era un enamorado de los paisajes de Llanes», señaló su hija.
Paloma Delgado, junto a su tío Fernando, narró cómo su padre «vivió diez años gloriosos en Llanes, pese a que pensé que no iba a adaptarse después de la vida que llevaba en Madrid». Luis María Delgado, según cuentan sus allegados, se levantaba todas las mañanas temprano, compraba la prensa, iba a rezar a la capilla de San Roque y después se tomaba un vermú y un pincho en la cafetería El Pinín, donde se proyectó la primera película en Llanes y lugar de encuentro de cinéfilos. Fernando Armas, gerente de esta cafetería, le recuerda leyendo el «ABC». «En esta casa era como de la familia porque venía aquí junto a su familia desde finales de la década de los cincuenta», señaló Armas. Aún el pasado lunes, Luis María Delgado tomó su último vermú en El Pinín.
La alcaldesa de Llanes, Dolores Álvarez Campillo, transmitió ayer sus condolencias a los familiares de Luis María Delgado, a quien definió como «un hombre de cine». Abogó por «mantener vivo el recuerdo de una gran persona, siempre discreta, cordial y anónima». Salvador Cué Llaca, taxista de Celoriu, destacó que el cineasta era «un enamorado de Llanes y de sus gentes».
Por último, el cinéfilo llanisco José Antonio Anca rememoró con pasión los primeros veranos de la familia Delgado en la playa de Toró, en la villa llanisca, mientras describía como «una bella persona, porque jamás le vi una mala cara. Y un gran conversador, con el que los cinéfilos disfrutábamos de las muchas historias y anécdotas de cine que nos narraba con gran sencillez».
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