2007/07/13

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  • Pedro Marín · Cantante: «Los ochenta me horrorizan»
  • El renacido ídolo juvenil de los ochenta presentó en la FNAC donostiarra su último disco, 'Pulpo negro'
  • El Diario Vasco, 2007-07-13 # Alberto Moyano

Después de vender dos millones de discos y de arrasar como icono en las carpetas de las quinceañeras a principios de los ochenta, el cantante Pedro Marín desapareció de la escena para dedicarse al mundo de la banca. Ahora, vuelve con una propuesta musical diferente, dispuesto a hacerse un hueco al margen de la industria discográfica que le olvidó tan rápido como le había encumbrado.


- ¿Qué ha estado haciendo durante todo este tiempo?

- De música, nada, desde luego. Soy economista y trabajé en el departamento internacional de un banco durante casi diez años.


- ¿Fue una retirada voluntaria o le obligaron las circunstancias?

- Corrí mucho en poco tiempo -vendimos dos millones de discos en dos años- y llegué a un punto en el que la compañía de discos no estaba dispuesta a dejarme progresar. Me sentía frustrado y decidí no hacer música nunca más. Lo que pasa es que luego las cosas cambian y ahora he vuelto.


- ¿Se cansó de las finanzas?

- Me quedaba algo por decir y antes de ser demasiado mayor, quería decirlo. Tuve que ser valiente y dejar la vida cómoda para volver a la carretera.


- ¿Ha pasado de las carpetas de las quinceañeras al underground?

- El público no lo escojo yo, sino que es al revés. Genial. No tendría sentido seguir haciendo música para gente de quince años porque en aquel momento yo sí tenía esa edad. Ahora tengo un público más maduro. Puedo hacer música más elaborada y textos más profundos, lo cual es un gran placer.


- ¿Le cuesta mucho que los medios de comunicación y la industria discográfica le tomen en serio?

- Los medios han acogido muy bien el disco. En cuanto a la industria, no me importa nada porque yo estoy fuera de ella, en una compañía pequeña e independiente, que permite ser mucho más libre de lo que era. Además, no creo que estar en una compañía normal hoy en día sea garantía de vender mucho, tal y como está el patio.


- ¿Se ha reencontrado en las discográficas con viejos conocidos?

- No, realmente, nadie me ha echado un cable. Todo lo contrario. En esta profesión hay que ser muy individualista y ya no recordaba que nadie ayuda a nadie, sino que más bien, si pueden te ponen la zancadilla.


- El disco se titula Pulpo negro. No será un autorretrato...

- No, era un título sugerente con una imagen fuerte, bonita, dura, pero tierna. No tiene más trascendencia. Pulpo negro es también el título de la canción que hemos elegido como single. Es una metáfora: «Un pulpo negro que cae del cielo» y puede ser tantas y tantas cosas.


- ¿Qué le parece este revival ochentero que ha devuelto a las pantallas a Richard Clayderman o Uri Geller para vendernos cosas?

- Me parece un horror. Personalmente, los ochenta siempre me han horrorizado, excepto la música tecno-pop. El resto me parece patético. De hecho, me ofrecieron volver a cantar Aire y otros viejos temas, pero había huido de todo eso y me horrorizaba volver. No tengo nada en contra de la gente de los ochenta que quiera crear cosas nuevas. Los que no me gustan son los que quieren aprovecharse de un momento que ya pasó.


- Pero tampoco usted se ha librado. Ahí está la autopromoción de Cuatro con Aire.

- Pero eso es un homenaje. A mí eso me enorgullece porque han cogido una canción mía y ellos la han recreado. Es distinto. Tuve la suerte de hacer poca música pero la que hice, al parecer, ha trascendido. Yo no grabaría ahora Aire, pero que otros la puedan apreciar es todo un honor.


- ¿Se arrepiente de su incursión en el mundo de los programas rosa?

- Me parece muy aburrido y poco elegante. Tenía mucha curiosidad y me llamaron para participar en un programa de este tipo y lo probé, pero es un rollo. No es un camino a seguir ni algo que te pueda aportar mucho en la vida. Fue visto y no visto.


- También salió desnudo en la portada de 'Zero'. ¿No es una ordinariez teniendo en cuenta que hasta Ruiz Gallardón ha salido ya?

- Cuando lo hice hace dos años estaba muy bien. Era un foto preciosa de un desnudo frontal. Creo que ningún artista de este país ha tenido los huevos de enseñarlos en una portada.


- Bueno, Joaquín Sabina ya lo hizo para páginas interiores.

- No la he visto. Ese hombre... Yo ahora no me atrevería a hacerlo y han pasado sólo dos años.


- ¿Le abrió al público gay?

- No, una portada no te da un público, sino el trabajo y la costancia. Aquello es una anécdota y aunque tenga un sentido para mucha gente, no te abre las puertas de nada.


- Pues hay cantantes que juegan con eso y se proclaman «musa del mundo gay».

- Son unas tontas, las pobres no se enteran. El poder adquisitivo de los gays es considerable y es lógico que muchas petardas vayan diciendo: «Voy a ser la nueva musa de los gays», pero al fin y al cabo, el gay es un colectivo muy culto, con las ideas muy claras y elige lo que le da la gana. Yo jamás haría algo así para llegar a este público ni a ningún otro.

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