> Berria: Homofobia > DAVID, AGREDIDO EN MENDIZORROZA: "OJALA SE PIERDA EL MIEDO A DENUNCIAR SITUACIONES ASI"

• "Ojalá tras mi caso se pierda el miedo a denunciar situaciones así"
• David, el joven gay que contó su enfrentamiento en las piscinas, no presentará denuncia ante la policía
• Noticias de Alava, 2007-07-18 # G.M. · Vitoria

Medios de comunicación vascos se hicieron ayer eco de la situación vivida por David el pasado viernes en las piscinas de Mendizorroza. A pesar de las numerosas llamadas de la prensa para conocer su caso -el propio David lo llama así-, este gasteiztarra de 31 años no lamenta haber dado un paso al frente al denunciar las vejaciones que sufrió, por parte de un grupo de cinco menores, por su condición de homosexual. "Ojalá esto sirva para sensibilizar a la gente y para que se pierda el miedo a denunciar otras situaciones así", desea.

El lunes, al dar a conocer a este periódico la situación vivida en Mendizorroza, David todavía meditaba si presentar una denuncia o no ante la Policía Local. Cuando los chicos le llamaron "maricón de mierda", respondió despreciándoles por ser "moros" y dando a uno de ellos un bofetón. Durante el fin de semana, meditó su reacción y aceptó las disculpas de sus contendientes sin una confianza plena en su buena fe. Al final, tras acudir al servicio municipal de asesoramiento para gays y lesbianas Énfasis, ha optado por no presentarse en los juzgados. Cree que hay que pasar página, pero no sin antes invitar a la reflexión a otros ciudadanos de Gasteiz.

Y es que David está convencido, más por una sensación que por haber conocido los hechos, de que ha habido más casos como el suyo, pero que no han visto la luz. Culpa de ese silencio a "la vergüenza y al miedo", básicamente porque él también los pasó. Con sus dos metros de altura y 31 años, se enfrentó a cinco chicos de apenas 17 años y acabó con cuatro puntos de sutura en el labio inferior.

El miembro de Énfasis que atendió a David, Jesús Rodríguez, destacó ayer la "valentía" de este joven para denunciar los hechos, no ante un policía -aunque hubo atestado- pero sí ante la sociedad. "David ha hecho lo adecuado para que este caso no quede en el olvido. A lo que no se le pone nombre no existe, así que hay que denunciar este tipo de situaciones", afirmó.

Rodríguez, en cualquier caso, destaca que la sociedad alavesa "siempre mira con curiosidad, pero también respeta a las parejas homosexuales". David comparte esa impresión. Considera que a los ciudadanos cada vez les choca menos verle con su pareja, con quien mantiene una relación desde hace dos años, pero también advierte de que no hará oídos sordos a una falta de respeto. "Hace años, cuando había algún comentario, hacía como que no lo oía. Desarrollabas una coraza. Ahora la sociedad es más abierta y no me siento tan reprimido, puedo hacer frente a los insultos", asegura.