> Berria: Justizia > COLOMBIA: POLEMICA POR LA NORMA QUE PERMITE PROYECTAR EN PUBLICO LAS FOTOGRAFIAS DE LOS VIOLADORES DE MENORES

• Criminales sexuales públicos
• Polémica en Colombia por la norma que permite que las fotografías de los violadores de menores aparezcan en vallas
• El País, 2007-05-07 # Pilar Lozano · Bogotá

Sobre dos pantallas gigantes instaladas en un céntrico parque de Bogotá, construido sobre lo que fue un viejo cementerio, se proyectarán a partir de mañana las fotografías de los violadores de menores de edad. La norma, aprobada el pasado 30 de abril por unanimidad por el Consejo de la capital colombiana, dará cumplimiento al código de la infancia y la adolescencia y autoriza la publicación de las fotografías y datos de los condenados por delitos sexuales contra menores de edad.

Como dice su promotora, la concejal Gilma Jiménez, mañana será una jornada de sensibilización frente a un delito que se cobra al día cinco víctimas en una ciudad de ocho millones de habitantes. Serán en total 40 vallas públicas en 20 muros de diez metros cuadrados. También saldrán estas fotografías en folletos que se distribuirán cada 90 días en lugares de grandes concentraciones de gente como centros como, cines, colegios y otros comercios.

No habrá discursos y los participantes portarán velas. El acto coincide con la entrada en vigencia de la Ley de Infancia y Adolescencia, que consagra 44 derechos para los menores y que establece la sanción social para este tipo de delitos y aumenta las penas. El acuerdo tiene enredado al país en una agria polémica. Su impulsora, la concejal Gilma Jiménez, alega que, aunque es un proceso duro y doloroso, va a lograr reducir los episodios de violencia sexual. Sus detractores aseguran que este castigo público no deja espacio a la posibilidad de rehabilitación y que puede desencadenar venganzas.

Odio y venganza
El diario El Tiempo fue el único medio impreso que dedicó su editorial del sábado a atacar la norma: "No porque aparezca su cara en la vallas el criminal deja de serlo. Simplemente empleara estrategias más oscuras", señala el periódico y previene sobre posibles linchamientos. Muchos comparten esta idea: "Esos muros generarán odio y deseos de venganza en la sociedad. Se debería controlar mejor a los agresores que salen de las cárceles para evitar que reincidan", han sido algunas de las frases repetidas estos días.

La primera reacción fue la de los 120 presos del patio 1 de la cárcel La Modelo, donde se concentra la mayoría de los sentenciados por este delito sexual. A mediados de la semana pasada iniciaron una huelga de hambre para protestar por lo que ya popularmente se llama "las vallas de la infamia". Jiménez asegura que asumieron el riesgo al tomar esta decisión y señala que sabían que podría generar un rechazo general, incluso que los tildaran de "terroristas simbólicos", como ha ocurrido. Pero está segura de que conducirá a algo positivo. "Debe servir de instrumento preventivo y disuasorio. Además, debe sensibilizar. La sociedad debe tener claro que meterse con un niño es grave", explica la cocejal.

"La justicia no es justa con los niños. No se les escucha, no se les cree", recalca Jiménez. Son muchas las historias que se conocen en Colombia sobre la casi nula credibilidad que dan jueces y familiares a las denuncias y quejas de niños y niñas y adolescentes sobre las agresiones sexuales que sufren.

El año pasado se denunciaron 13.000 casos. En el 80% de los casos el abuso fue cometido por personas cercanas a la familia ?padres, padrastros, hermanos, amigos? y con frecuencia hubo permisividad de la madre. "Por esto es importante la sanción social", dice Jiménez. Otros, al contrario, alegan que al estar el agresor en el ámbito familiar el escarnio público afecta al menor agredido. Recuerdan que en algunos lugares el incesto es una práctica cultural admitida.