- ¿Salir o no salir?
- El Mundo, 2007-02-21 # Sexo · M. Pérez · J.J. Borrás · X. Zubieta
La homosexualidad egodistónica hace referencia a la incapacidad que experimenta una persona de aceptar que su orientación sexual se dirige hacia personas de su mismo sexo. Tal incapacidad tiene su origen en ideas y prejuicios relacionados con la homofobia. La persona contempla como algo indeseable, y hasta terrible, el hecho de sentirse atraída por personas de su mismo sexo. En el fondo siente temor, e incluso aversión, con respecto a las consecuencias personales y sociales que tendría el enfrentar su homosexualidad. Lógicamente, el grado de temor o de aversión puede variar de persona a persona y suele estar muy mediatizado por la influencia de su entorno familiar. A menor apoyo familiar, en general, hay una mayor dificultad para aceptar su orientación sexual.
Hace unos días leíamos el siguiente comentario en el foro: "Defenderé con uñas y dientes como un derecho fundamental que comerme a mis semejantes no es un acto de canibalismo sino una expresión legítima más de mis inclinaciones naturales con respecto a la elección de mis alimentos... El día que alguien me demuestre que ser caníbal es una opción vital como lo es ser vegetariano u omnívoro, entonces diré lo mismo de la homosexualidad. Hasta entonces, la homosexualidad, se cura."
Este tipo de comentarios son más comunes de lo que parecen aún hoy día, en pleno siglo XXI. Lo único que consiguen es poner cerrojos adicionales en los armarios de aquellas personas homosexuales que sienten miedo y aprehensión a la hora de intentar aceptar su orientación sexual.
La 'salida del armario' suele contar con dos fases. En la del 'auto-reconocimiento', la persona se percata de que sus deseos sexuales implican a personas de su mismo sexo. Se está abierto −en distintas grados− a relaciones con personas del mismo sexo. Generalmente, esta fase se describe como una 'salida del armario interna'.
La segunda fase implica la decisión de comunicarlo a otras personas: la familia, amigos, colegas... En la actualidad esto puede ocurrir desde los once años de edad −en casos precoces o en ambientes donde se vive la homosexualidad con naturalidad−. No obstante, puede pasar mucho tiempo antes de que se llegue a este punto. Hay hombres que esperan años y años −debido al temor con respecto a las consecuencias que dicho acto puede conllevar−. Algunos −homosexuales egodistónicos− no llegan a enfrentar su orientación, se casan y tienen hijos... Hemos visto muchos casos, tanto de hombres como de mujeres quienes han tardado años en ser más plenamente conscientes de su orientación homosexual.
Salir del armario puede conducir en ocasiones a ciertas crisis y, de hecho, puede llevar a pensamientos suicidas −incluso a intentos de suicidio−. La tasa de suicidio es mucho mayor en adolescentes con tendencias homosexuales que en heterosexuales −debido a la presión que se puede llegar a sentir por negar su sexualidad−.
Podemos decir inequívocamente que la homosexualidad es una forma de vivir la sexualidad tan saludable y digna como cualquier otra. La posición oficial de los profesionales de la salud es por demás elocuente para comprender el alcance y la sutileza del rechazo que persiste hacia el hecho homosexual. Claramente, ningún profesional de la salud −basándose en los sistemas de clasificación de enfermedades universalmente aceptados− puede afirmar que el deseo homosexual es enfermizo, que constituye una enfermedad mental o que se cura.
¿Puedes imaginar las dificultades para 'salir del armario'? ¿Tienes amistades que hayan salido del armario? ¿Si eres homosexual, has salido del armario? ¿Qué sentido tiene discriminar a las personas por su orientación sexual? ¿A qué crees que se deben posturas tan combativas contra los homosexuales?
No comments:
Post a Comment