2007/05/04

> Erreportajea: Tistigantzak > ERIKA MONTESINOS: LESBIANA Y ACTIVISTA

  • Chilenos anónimos
  • Lesbiana y activista
  • Erika Montesinos trabaja hace cinco años por la inclusión social de mujeres que aman a mujeres
  • La Nación, 2007-05-04 # Dalia Rojas

Tenía 24 años cuando pasó. A pesar que desde niña se sintió distinta y en la adolescencia intuía que con los hombres las relaciones no funcionaban, sólo a esa edad Erika Montesinos asumió que era lesbiana. El acontecimiento ocurrió mientras veía la película canadiense “Cuando cae la noche”, en el Cine Arte Alameda, por una insistente y sospechosa recomendación de un amigo. Sólo al final entendió la tozudez de él para que la viera. “Al principio la película me pareció bastante fome. Pero en el momento en que las protagonistas se dan un beso, eso cambió. ¡Me di cuenta de que estaba rodeada de puras mujeres! Y me puse a llorar de felicidad, al darme cuenta de que no tenía sentido seguir negándome algo que era obvio, que era yo”. En ese momento Erika asumió su condición sexual, dejando atrás una serie de infructuosos intentos de establecer relaciones de pareja con hombres heterosexuales. Y se dio cuenta de que aquello que ella pensaba que sería temporal, no se iba a ir con el paso del tiempo. “Ese día marcó un antes y un después, aunque en el fondo siempre lo supe. Una sola vez me pasaron cosas fuertes con un hombre, pero era bastante femenino, y después terminó siendo gay”, ríe hoy, cuando suma 35 años. Con el tiempo comenzó a conocer gente como ella con las que cultivó lazos cada vez más estrechos y profundos: “Empecé a relacionarme con un mundo que para mí antes era muy lejano, reconociéndolo muy cercano a mí. No podía creer que había lugares de diversión para homosexuales ¡menos para lesbianas!”, recuerda.


Un nuevo espacio

Pero eso no fue todo, porque tener un lugar para el carrete no era lo único para Erika. Por eso, comenzó a amasar un pan más duro que “salir del closet” y que tiene que ver con la identificación social de las lesbianas, con una discriminación doble: ser mujer y lesbiana; estar detrás de las mujeres, y debajo de los homosexuales.


“Siempre tuve una vocación social, por eso estudié Periodismo, siempre trabajé ligada a organizaciones sociales. Entonces trabajé estos temas con otras personas. Tenía un espacio en un programa en la Radio Tierra que se llamaba ‘Rompiendo el silencio’, y a partir de ello se me ocurrió hacer una revista electrónica, donde se tratara el tema lésbico de manera periodística”.


La publicación inicialmente era elaborada de manera casi íntegra por Erika, y pocas personas apostaban al éxito de la página web. Cinco años de trabajo demuestran que esos apostadores no se equivocaron: “Rompiendo el silencio” es uno de los importantes referentes que tienen las lesbianas a nivel nacional, y él único que trata los temas periodísticamente. Y eso Montesinos lo sabe: “El fin de la revista es hacer visible socialmente el tema, que siempre está tras bambalinas, acercándolo a la sociedad, pero también integrándonos entre nosotras. Hay chicas que agradecen la existencia del medio, porque para ellas significa poner término a la vergüenza de ser lesbianas”.


Este 10 de mayo celebrarán el aniversario en el club Miel, donde se espera música, cultura y diversidad. En ese local, las ahora casi 10 colaboradoras –entre periodistas y fotógrafas que trabajan en la revista-, lectoras(es) y amigas(os) se darán cita para el festejo en grande, anticipando otro hito importante para la publicación: que la aventura de Erika, que partió en un cine capitalino, se plasme en la primera revista de corte lésbico en estar a la venta en los quioscos. “Ése para mí es un gran salto”.

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